Clásicos de la cocina
Besugo a la donostiarra, receta tradicional
Coliflor al vapor y una salsa ligera que acompaña sin tapar el sabor del besugo
El besugo a la donostiarra es una receta que se apoya en gestos sencillos y bien medidos: un pescado bien tratado, un refrito de ajo y guindilla en su punto y una salsa que se liga casi sola con el caldo del propio besugo.
No hay harinas ni artificios, solo técnica y respeto por el producto. En esta versión, la coliflor se cuece al vapor para acompañar sin restar protagonismo al pescado. Un plato tradicional, pensado para ocasiones especiales, que demuestra que la cocina clásica sigue funcionando cuando se hace con calma y criterio.
Índice de contenidos
Ingredientes
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1 besugo
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1 coliflor pequeña
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2 dientes de ajo
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guindilla al gusto
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agua
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vinagre de vino blanco
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aceite de oliva
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sal
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pimienta
Raciones
4
Coste
Medio
Dificultad
Fácil
Preparación
38 m
Cocinado
12 m
Tiempo total
50 m
Alérgenos
Pescado
Paso a paso
Prepara el besugo y aprovechar los restos
Pide al pescadero que retire las escamas del besugo y que lo abra y lo limpie por dentro. En casa, separa con cuidado los lomos y reserva por un lado la cabeza y las espinas. Estos restos, que forman parte del propio pescado, se utilizarán para preparar un caldo corto que será clave para ligar la salsa.
Salpimienta ligeramente los restos antes de cocinarlos.
Dora los restos del besugo
Pon una sartén al fuego con un pequeño chorro de aceite de oliva. Añade la cabeza y las espinas del besugo previamente salpimentadas y dóralas a fuego medio, sin prisa, hasta que empiecen a tomar color y desprendan aroma. Este dorado inicial ayudará a potenciar el sabor del caldo.
Prepara un caldo corto y concentrado
Cuando los restos estén bien dorados, añade una pequeña cantidad de agua, solo la justa para cubrirlos ligeramente. Tapa la cazuela y deja cocinar a fuego muy suave durante unos 18-20 minutos. No se busca un caldo abundante, sino uno corto y concentrado, suficiente para corregir la cocción del pescado y ayudar a ligar la salsa más adelante. Cuela el caldo y resérvalo caliente.
Prepara la coliflor y cocínala al vapor
Separa la coliflor en ramilletes pequeños, intentando respetar su forma natural. Introduce toda la coliflor en un bol apto para microondas y añade un poco de agua, aproximadamente un dedo de altura.
Cubre el bol con plástico de cocina y haz un par de pequeños agujeros para que actúen como válvula de salida del vapor. Cocina la coliflor a máxima potencia durante unos 12 minutos. Este método permite cocinarla al vapor, conservando mejor su textura y sus propiedades nutritivas. Una vez lista, resérvala tapada para que no pierda calor.
Cocina los lomos de besugo
En la misma sartén utilizada anteriormente, añade un poco más de aceite si fuera necesario. Coloca los lomos de besugo primero con la piel hacia abajo. Cocina a fuego medio para que la piel se tense y proteja la carne.
Salpimienta ligeramente y, cuando el pescado comience a cambiar de color, dale la vuelta con cuidado. Añade una pequeña cantidad del caldo reservado y un chorrito de vinagre de vino, que actuará como elemento ácido para ayudar a ligar la salsa. Reduce el fuego y deja que el besugo termine de hacerse suavemente, sin que hierva.
Prepara el refrito de ajo y guindilla
Lamina los dientes de ajo y corta la guindilla seca en rodajas finas. En una sartén aparte, añade un buen chorro de aceite de oliva y caliéntalo a fuego medio.
Incorpora el ajo y la guindilla y sofríe con atención. El ajo debe dorarse ligeramente, sin llegar a quemarse. Retira del fuego en el momento justo para conservar un sabor limpio y aromático.
Liga la salsa al estilo donostiarra
Vierte el refrito caliente directamente sobre el besugo y el caldo. A continuación, sujeta la sartén o la cazuela y muévela con suavidad mediante movimientos circulares. Este gesto permite que el aceite se integre con el caldo y los jugos del pescado, formando una salsa emulsionada natural, sin añadir espesantes.
Emplatado final
Dispón los ramilletes de coliflor en el plato. Coloca los lomos de besugo y baña todo con la salsa emulsionada. Justo antes de servir, añade unos cristales de sal para realzar el sabor.
Consejos y trucos
El besugo debe cocinarse siempre a fuego moderado o suave. Un exceso de temperatura rompe la emulsión y reseca el pescado.
Es fundamental no excederse con el agua en el caldo. Cuanto más concentrado y escaso sea, mejor ligará la salsa.
La salsa donostiarra se liga moviendo la cazuela, nunca removiendo con cuchara.
Preguntas y respuestas
¿Puedo usar otro pescado en lugar de besugo?
Sí. Esta elaboración funciona bien con otros pescados blancos de carne firme, como la lubina, el pargo o el sargo. Es importante que tengan piel para que proteja la carne durante la cocción y ayude a mantener la jugosidad.
¿Por qué la salsa no lleva harina?
La salsa donostiarra se liga de forma natural con el aceite, el caldo del pescado y los jugos que suelta el besugo al cocinarse. El movimiento de la sartén permite emulsionar la salsa sin necesidad de espesantes, manteniendo un resultado más ligero.
¿Qué cantidad de caldo debo añadir al pescado?
Muy poca. El caldo debe ser corto y concentrado, y se añade solo para ayudar a terminar la cocción del pescado y facilitar la emulsión de la salsa. Un exceso de líquido impediría que la salsa ligue correctamente.
¿Con qué acompañar el besugo a la donostiarra?
Además de la coliflor, este plato admite guarniciones sencillas como patatas con pimentón, fritos de judías verdes y un pan fabiola para aprovechar la salsa.