Postre refrescante
Tarta helada de fresa, receta de Eva Arguiñano
Tan bonita como sabrosa, esta tarta helada de fresa se prepara sin horno y se sirve bien fría

Eva Arguiñano enseña cómo preparar una tarta helada de fresa, un postre fresco, delicioso y fácil de hacer en casa. Es tanto un helado con forma de tarta como una tarta elaborada con helado. Sírvela con galletas y una salsa de fresas.
‘La ventaja de hacer este helado en casa es que sabemos exactamente qué lleva. Podemos poner el dulce que queramos, añadir menos leche condensada’, sugiere.
Índice de contenidos
Ingredientes
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300 gramos de fresas
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400 mililitros de nata líquida
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150 gramos de leche condensada
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1 cucharada de esencia de vainilla
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hojas de menta
Para las galletas:
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125 gramos de mantequilla en punto de pomada
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125 gramos de azúcar glas
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125 gramos de harina
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2 claras de huevo
Para la salsa de fresas:
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100 gramos de fresas
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2 cucharadas de azúcar
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1/2 limón en zumo
Raciones
6
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
10 m
Cocinado
20 m
Tiempo total
30 m
Alérgenos



Paso a paso
Corta las fresas en dados
Lava las fresas (300 g), retírales el pedúnculo, córtalas en daditos y resérvalas.

Monta los ingredientes para el helado
Para hacer el helado, pon la nata, la leche condensada y la vainilla en un bol grande. Monta los ingredientes con una batidora de varillas eléctrica.
Incorpora los daditos de fresa y remueve los ingredientes.

Vierte la mezcla en el molde
Pasa la mezcla a un molde de silicona rectangular y tápala (a piel) con film de cocina.
Introduce el molde en el congelador y espera a que la mezcla se congele durante unas 6-8 horas (aproximadamente). Media hora antes de consumirlo, retira el molde del congelador y pásalo al frigorífico.

Haz la salsa de fresas
Para la salsa, lava el resto de las fresas (100 g), retírales el pedúnculo y córtalas en daditos.
Calienta una sartén, añade las fresas, el azúcar y el zumo de limón, y cocina los ingredientes a fuego medio durante 15 minutos. Retira la salsa a un recipiente y deja que se enfríe.

Prepara las galletas
Para hacer las galletas, pon la harina, el azúcar glas y las claras en un bol.
Mezcla un poco, incorpora la mantequilla y sigue mezclando hasta que los ingredientes queden bien integrados. Introduce la masa en una manga pastelera.

Hornea las galletas
Extiende una lámina (hoja) de silicona (de repostería) sobre una bandeja de horno.
Corta la punta de la manga pastelera, presiona la manga sobre la silicona y forma las galletas. Hornéalas a 180 ºC durante 8-10 minutos. Retíralas del horno y deja que se enfríen.

Desmolda y sirve la tarta helada de fresa
Desmolda el helado, córtalo en pociones y sirve. Acompaña el helado con las galletas y la salsa de fresa, y decóralos con unas hojas de menta.

Consejos y trucos
Las fresas maduras tienen un sabor más dulce y un color vibrante, lo que dará como resultado una tarta más sabrosa y visualmente atractiva.
Si no están en temporada, puedes usar fresas congeladas, pero asegúrate de descongelarlas completamente y escurrirlas bien para evitar exceso de líquido.
Bate la nata con azúcar hasta que esté bien montada y firme, pero sin pasarte para evitar que se convierta en mantequilla o se corte.
Preguntas y respuestas
¿Se puede hacer la tarta con otra fruta?
Sí, puedes sustituir las fresas por melocotones en almíbar, frambuesas u otras frutas. Recuerda que en cada estación hay una buena variedad, y si eliges frutas de temporada, aprovecharás al máximo sus propiedades.
¿Con qué se puede acompañar la tarta helada de fresa?
Acompaña la tarta helada de fresas con moras, frambuesas o incluso más fresas. Puedes servir la tarta con nata montada o crema chantilly por encima. Eva Arguiñano propone una salsa de fresas, pero también puedes preparar un coulis de frambuesa.
¿Cómo conservar la tarta helada de fresa?
La tarta helada de fresa debe conservarse en el congelador hasta que la vayas a servir. Asegúrate de cubrir o envolverla bien en papel film o de guardarla en un recipiente hermético para evitar que absorba olores de otros alimentos.
También puedes cortar la tarta antes de congelarla y envolver cada trozo de forma individual. Así podrás descongelar sólo lo que necesites.