Arte fluido o pouring, ¿qué es?

El arte fluido, también conocido como pouring, es una técnica artística que ofrece la libertad de explorar y experimentar con la pintura, los colores y las texturas. Una forma muy bonita de elaborar arte abstracto que te invita a sumergirte en un mundo de creatividad sin límites.
El arte fluido (o pouring, en inglés), es una técnica artística muy original que ha ganado popularidad en los últimos años debido a su sencillez y acabado profesional.
En esta forma de arte, los colores se mezclan y fluyen libremente sobre una superficie (generalmente un lienzo), creando patrones abstractos muy bonitos y expresivos.
Soy Verotxan, artista y periodista, y hoy vengo a hablarte de todas las características del arte fluido o pouring, ¡toma nota!
¿Qué es el arte fluido?
El arte fluido es una técnica artística que consiste en verter pintura mezclada con productos oleosos sobre un lienzo, y dejarla fluir. De esta forma, la pintura se cuarteará creando patrones abstractos muy bonitos, que una vez secos, serán el cuadro perfecto para decorar nuestro salón, estudio o dormitorio.
La clave de esta técnica radica en la aplicación de una buena cantidad de pintura (generalmente acrílica) sobre un lienzo, aplicar productos que alteren su textura y mover el cuadro ligeramente de un lado al otro para que la pintura se desplace.
Es una técnica muy sencilla y entretenida, con la que podremos crear obras de arte para decorar nuestro hogar en muy poco tiempo.
A menudo, se utilizan pinturas metalizadas combinadas con pinturas satinadas para darle el toque clave a los cuadros de arte fluido.

Técnicas para hacer arte fluido o pouring
Existen varias formas para crear arte fluido y a medida que vayas elaborando tus cuadros irás modificando diferentes cosas para lograr mayor comodidad.
En general, la técnica más sencilla consiste en mezclar pintura acrílica con agua y cola blanca, para que la pintura sea más líquida, pero conserve un poco su textura espesa. Después, se eligen diferentes colores de pinturas acrílicas (que combinen entre sí).
A la pintura base no se le aplican productos oleosos, pero a la pintura de los detalles sí. Los productos más utilizados para cuartear la pintura son oleosos lubricante de silicona o aceite de silicona puro.
Lo más sencillo es aplicar la pintura del centro hacia el exterior del lienzo con cuidado, intentando colocar la pintura siguiendo un patrón bonito.
Y después de esto, coger el lienzo por las esquinas y moverlo cuidadosamente para que la pintura se reparta por todo el lienzo.

Materiales para hacer pouring o arte fluido
Para realizar arte fluido, se necesitan los siguientes materiales:
Pintura acrílica: Son estupendas para hacer arte fluido o pouring, porque son a base de agua, podemos encontrar un montón de colores en cualquier bazar en botes grandes y además son la opción más económica.
Lubricante de silicona o aceite de silicona puro: Para cuartear la pintura y crear un efecto más original.
Cola blanca y agua: Para jugar con el espesor y la adherencia de la pintura.
Tenedores y palillos: Para remover la pintura y los otros materiales.
Vasos: Uno por cada color que vayas a utilizar.
Un lienzo: El tamaño y forma que más te guste: Rectangular, cuadrado, redondo...
Un cartón grande y plásticos: Para no manchar la mesa ni el suelo donde vayas a elaborar el cuadro.
Un cubo: Para utilizarlo a modo de soporte cuando ya hayas terminado el cuadro y quieras dejarlo secar.
Barniz: Aplícalo cuando la pintura esté bien seca para que tenga más brillo, los colores se acentúen y sea más resistente.

Arte fluido paso a paso
Estos son los pasos que tienes que seguir para elaborar un bonito cuadro de arte fluido o pouring.
Paso 1:
Divide un bote de cola blanca en tres partes, saca un tercio y rellénalo de agua con el fin de diluir el producto y que, al mezclar, las pinturas acrílicas sean más fluidas y no tan espesas. Después, aplica una cantidad considerable de pintura acrílica en cada vaso.
Paso 2:
Aplica la mezcla de cola blanca y agua en todos los vasos de pintura y remueve para que quede una mezcla más o menos uniforme. Si ves que está aún algo espesa, puedes añadir un chorrito de agua.
Paso 3:
Una vez mezclados, añade un poco el lubricante de silicona o el aceite de silicona puro a cada vaso y, después, remueve otra vez. No apliques el lubricante en el vaso de la pintura base, porque esa no tiene que cuartearse.
Paso 4:
Cuando ya tienes todos los vasos listos, aparta el vaso que utilizarás para la base del lienzo, y comienza a incorporar los demás colores en un solo vaso, sin mezclar, dejando que se posen unos encima de otros.
Paso 5:
Con cuidado y protegiendo el suelo con un cartón grande, inclina un poco el lienzo y posa (sin derramar nada) el vaso con las pinturas de colores en el centro del lienzo. No levantes el vaso. Después, coge el vaso con la pintura base y viértelo de forma circular alrededor del vaso que tienes bocabajo.
Paso 6:
Este paso tienes que hacerlo sin prisas para que te quede bien. Agarra el vaso con las pinturas de colores para que no se mueva, e inclina el lienzo para que la pintura base se expanda hacia las esquinas. Cuando ya esté lo suficientemente extendida, comienza a mover el vaso con las pinturas de colores sin levantar, dejando una especie de carreteras a medida que lo vas moviendo. Cuando ya se haya acabado la pintura del vaso, retíralo e inclina el lienzo de un lado y de otro para que la pintura lo cubra por completo, ¡incluyendo los bordes!
Paso 7:
Apoya el lienzo sobre una superficie estable (un cubo, por ejemplo) y deja secar 24h aproximadamente. Espera que esté completamente seco y aplica barniz para que sea más resistente.