10 trucos para mantener la casa fresca en verano

¿Es posible tener una casa fresca en verano sin necesidad de aire acondicionado? Las altas temperaturas pueden causar estrés y muchas molestias, especialmente a la hora de dormir.
Sin embargo, ¿sabías que existen trucos que son mano de santo de mantener tu casa fresca en el verano más caluroso? ¡Te muestro todas las claves!
En los meses más calurosos del año siempre nos vemos tentados (e incluso obligados) a utilizar el aire acondicionado o llenar la casa de ventiladores para refrescar la casa y mantener un ambiente confortable.
Pero, ¿y si te dijéramos que existen trucos infalibles para mantener tu casa fresca? Además de ser una iniciativa que favorece al medio ambiente, tu bolsillo también lo agradecerá. Así que acomódate y toma nota de los siguientes consejos.
Spoiler: son soluciones doble ECO (económico y ecológico).
Trucos y consejos para mantener la casa fresca
Para evitar que tu casa se convierta en un horno, asegúrate de que la temperatura se mantenga en una media de 20 grados centígrados. ¿Cómo? Fácil. Refresca tu casa en verano y en los días de ola de calor con estos diez trucos infalibles:
1. Ventila la casa a primera hora de la mañana
La importancia que cobra la ventilación en el hogar no solo tiene que ver con la renovación del aire, con evitar malos olores o la aparición de humedades, también es un truco fenomenal para mantener el aire fresco en el interior de la vivienda.
Por las mañanas las temperaturas son más bajas, por lo que es el mejor momento para ventilar la casa y atrapar un aire fresquito y renovado. Y para liberar el calor acumulado durante el día, repite la acción, es decir, ventila tu casa también por la noche.
El tiempo de ventilación depende de las dimensiones de tu hogar. Por lo general, será suficiente con 15 o 20 minutos cada día.

2. Baja las persianas o los estores
Otra medida esencial para mantener el aire fresco en el interior de casa es bajar las persianas o los estores de todas las habitaciones. Así evitarás que el calor penetre a través de las ventanas.
Por ejemplo, puedes mantener todas las persianas bajadas, excepto de la estancia que vayas a usar como la cocina o el baño. Si aún así haces uso del aire acondicionado, recuerda que es importantísimo limpiar sus filtros.
Aplica este truco en todos los casos, especialmente cuando las ventanas de tu casa se orienten al sur o al oeste.
3. Aísla las ventanas
Aislar las ventanas es fundamental para evitar que entre frío en la vivienda durante el invierno, pero también para evitar la entrada y acumulación de calor en verano. Por ejemplo, si tu casa está muy expuesta al sol, lo mejor es instalar unos toldos que cubran las ventanas e impidan una excesiva exposición a los rayos del sol.
Otro truco que es mano de santo consiste en colocar cortinas espesas, grandes y de colores que repelan el calor como los blancos o grises. Estos colores repelen al 100% el calor del exterior.
4. Evita encender luces
En los días más calurosos, evita encender los aparatos eléctricos y las luces. Recuerda, por muy pequeña que sea una bombilla, ésta emitirá calor.
Por lo tanto, siempre que sea posible, enciende solo aparatos y luces que sean realmente imprescindibles en tu día a día.
Incluso es más recomendable dejar la persiana hasta la mitad antes que encender la luz, y optar siempre por la instalación de las bombillas LED.
Por último, no olvides que los aparatos en modo Stand By (con el piloto rojo encendido) también generan calor, por lo que es recomendable apagarlos del todo.
5. Cambia las sábanas
¿Cada cuánto sueles cambiar las sábanas? Parece una pregunta trivial, ¿verdad? Pues no lo es. Cambiar las sábanas una vez por semana es fundamental para mantener la buena higiene personal y del hogar. Y no solo las sábanas, también las fundas de las almohadas.
Además de la limpieza, es el momento perfecto para guardar el edredón, la colcha y las mantas y sustituirlas por sábanas frescas y transpirables, como las sábanas de lino o algodón. Con el simple hecho de cambiar las sábanas y tomar una ducha fresquita antes de ir a la cama, tendrás un sueño profundo y reparador en verano.
6. Dile sí a las plantas
Las plantas aportan vida, color y frescura al hogar. Tanto es así que existen plantas que refrescan tu casa de forma natural, como la lengua de tigre, la areca o la cinta (malamadre). Para potenciar su efecto y enfriar tu casa rápidamente, rocía agua fresca sobre las hojas y notarás cómo se refresca el ambiente.
Otro consejo infalible es regar la terraza, el balcón o refrescar las superficies que rodean tu casa. Sobre todo si son zonas que han estado expuestas directamente a los rayos del sol.

7. Usa ventiladores
A falta de aire acondicionado, haz uso de los ventiladores. Si quieres crear una especie de brisa fresquita, hay un truco que es muy ingenioso: llena un cuenco con hielo y sitúalo en ángulo frente al ventilador. De esta forma, al encender el aparato notarás como el aire que circula es frio y fresquito. Es una solución casi mágica para los días de olas de calor.
Por otra parte, también es recomendable que, si los ventiladores están situados en el techo, el sentido de rotación sea hacia la izquierda para que atraigan el aire caliente. Si solo podemos tener ventiladores de pie es importante que durante el día expulsen el aire caliente hacia la calle y durante la noche atraigan el aire fresco hacia la casa.
8. Aprovecha los extractores de calor
Los extractores de calor no solo sirven para evitar el vaho, el humo o los malos olores de la cocina, ¡también son ideales para eliminar el exceso de calor! Por lo tanto, enciende el extractor o campana cuando estés cocinando y la evaporación de agua de los alimentos se haya terminado.
Con este truco evitas que el calor del cocinado acabe convirtiendo tu cocina en un pequeño horno dentro de casa.

De igual manera, limpia la campana extractora por dentro y por fuera con frecuencia para que la grasa no obstruya los filtros o arruinen el motor.
9. Evita usar el horno en exceso
Siguiendo la línea del consejo anterior, te recomendamos evitar el uso excesivo del horno. Este electrodoméstico no es el que mayor luz gasta, pero sí el que más calor genera en la cocina.
En lugar de platos cocinados al grill, puedes optar por elaboraciones más fresquitas como las ensaladas frías, carnes a la plancha, wraps o pastas, típicas recetas de verano.
De igual forma, te recomendamos poner la lavadora o el lavavajillas por la noche. Ambos son aparatos eléctricos que generan mucho calor con su uso. Eso sí, procura que no sea a muy altas horas de la noche, pues podrías molestar a vecinos y/o familiares.
10. Deja que entre aire por la noche
El último truco infalible para evitar que el calor se adueñe de tu hogar es ventilarlo también por la noche. Tanto por la mañana como por la noche las temperaturas bajan y puedes aprovecharte de ello para refrescar tu hogar.

Eso sí, no olvides cerrar las ventanas por la noche para evitar la entrada y picadura de mosquitos.
Un consejo extra para que tu casa tenga una temperatura confortable en verano tiene que ver con tus propios hábitos personales. En este sentido, puedes aprender a controlar la temperatura del cuerpo. ¿Cómo? Hidrátate, bebe agua siempre que sea necesario, toma duchas frías o mójate constantemente el cuello, la nuca y las muñecas para regular tu temperatura corporal.
Estas pequeñas acciones son básicas para evitar golpes de calor. Además, como aconsejan desde el ministerio de Sanidad, en los días más calurosos evita las bebidas con alcohol, cafeína y el azúcar. En su lugar, opta por comidas ligeras y refrescantes.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) también hace hincapié en saber controlar la temperatura corporal. Por ejemplo, es aconsejable usar compresas y envolturas frías para estar más fresco en casa.