Una vez que tenemos toda la casa organizada, hay que tener en cuenta una serie de principios que nos ayudarán a mantener el orden doméstico de nuestro hogar.
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Hogarmania, 22 de septiembre de 2015
Orden
Una vez que tenemos toda la casa organizada, hay que tener en cuenta una serie de principios que nos ayudarán a mantener el orden doméstico de nuestro hogar.
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Hogarmania, 22 de septiembre de 2015
La siguiente cuestión es importante: los artículos que más usamos, tienen que ser fáciles de alcanzar. Tenemos que pensar en los sitios de almacenamiento como calientes, templados o fríos, y guardar las cosas en función del uso que les vayamos a dar.
Zonas calientes: los objetos más utilizados tenemos que guardarlos en los cajones delanteros, en las estanterías que estén al alcance de la vista y en los armarios situados en la zona donde trabajamos.
Zonas templadas: con un acceso un poco más difícil. Por ejemplo, la parte de atrás de un cajón o estantería. Ahí dejaremos lo que no usemos muy a menudo, una vez a la semana o al mes.
Zonas frías: complicado acceder a ellas. Hace falta una escalerita o adoptar complicadas posturas de brazos y rodillas. Son lugares donde colocaremos las cosas que apenas usemos.
La sesión de clasificar-tirar requiere un sistema de organización con el objetivo de no perder mucho tiempo tratando de recordar cómo lo hemos hecho. Es cuando recurrimos a las etiquetas: tienen como objetivo mostrar dónde está cada cosa. Son de gran ayuda en los traslados, a la hora de guardar juguetes o ropa de niño, recoger los elementos decorativos de Navidad, etc.
Los profesionales que se dedican al cuidado infantil tienen un secreto: para mantener el orden debe ser más difícil sacar que colocar. Y es lo que tenemos que conseguir, por ejemplo, poniendo los libros de los niños en cajas de plástico: para sacarlo, el niño tendrá que ojear y dar vuelta a todos los libros hasta que encuentre el deseado, pero a la hora de colocarlo, solamente tendrá que dejarlo dentro de la caja.
Para los libros, documentos o carpetas, la posición vertical siempre es mejor que la horizontal, ya que esta última es "un montón", objetos puestos uno encima de otro. Con la colocación vertical conseguimos tener todo más ordenado y acceder a lo que necesitamos de una forma más fácil.
"Repite conmigo: nada tiene demasiadas etiquetas."