¿Son realmente buenas las sillas ergonómicas de rodillas?

¿Dolor de espalda en el trabajo o en casa frente al ordenador? Las sillas ergonómicas de rodillas prometen aliviarlo pero, ¿son una moda o solución real?
Puede que, en la búsqueda de una buena silla de escritorio, que ayude a mejorar tu salud postural y a reducir los dolores de espalda, te hayas encontrado con las famosas sillas ergonómicas de rodillas.
Unas sillas con un diseño poco convencional donde te sientas con las rodillas apoyadas en una superficie acolchada con la pelvis ligeramente inclinada hacia adelante y que carecen de respaldo.
Estas sillas prometen la comodidad definitiva para pasar horas de trabajo delante del ordenador. Pero, ¿son realmente tan buenas como dicen? En este artículo te contamos su historia, características y si son una solución ergonómica efectiva o solo una moda pasajera.
¿Qué es una silla ergonómica de rodillas?
También conocida por silla de rodilla o silla correctora, fue creada en 1979 por Hans Christian Mengshoel y bautizada oficialmente como silla Balans. A partir de su concepto, otros tres diseñadores noruegos (Oddvin Rykken, Peter Opsvik y Svein Gusrud) desarrollaron modelos inspirados en los mismos fundamentos ergonómicos de este curioso diseño.
La peculiar forma de la silla Balans se debe a su función para distribuir el peso corporal entre las nalgas y las espinillas, favoreciendo una curvatura natural de la columna. Al evitar que la pelvis rote hacia atrás (como suele ocurrir en las sillas tradicionales de escritorio), se busca mantener una alineación adecuada del tronco.

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Beneficios de las sillas ergonómicas de rodilla
A continuación, te contamos cuáles son los beneficios vinculados a este tipo de sillas.
1. Mejora de la postura
Uno de los beneficios más mencionados es la mejora de la higiene postural. Al obligar al usuario a sentarse con la espalda recta y la pelvis inclinada hacia adelante, estas sillas promueven una postura erguida. Este tipo de postura es beneficiosa para evitar jorobas o dolor de espalda por encorvamiento.
2. Reducción de presión lumbar
Al redistribuir el peso hacia las piernas y mantener la curva lumbar natural, se considera que las sillas ergonómicas de rodillas reducen la presión lumbar y la consiguiente molestia de la espalda baja.
3. Mejora de la musculación
Al no tener respaldo, el cuerpo necesita utilizar más los músculos del tronco y el abdomen para mantener la estabilidad, lo cual, aunque no haría un trabajo notable, colaboraría en cierta manera a su fortalecimiento.
Entonces, ¿es una silla perfecta o solo una moda?
No existe una respuesta clara sobre si las sillas ergonómicas de rodillas son realmente la solución definitiva para corregir la postura o si su fama parte, en cierta manera, de un reclamo llamativo debido a su extraña forma.
Sin embargo, algunos estudios sí que destacan algunas cuestiones importantes sobre la importancia de buscar la silla perfecta de forma individual, dependiendo de las propias necesidades de cada persona.
De esta forma, habrá personas que se sientan mucho más cómodas y erguidas utilizando la silla Balans y otras que no consigan adaptarla a su fisionomía.
1. Puede no ser ideal para uso prolongado
Varios estudios ergonómicos señalan que este tipo de silla no está diseñada para sentarse durante largas jornadas, pudiendo producir una comprensión circulatoria o adormecimiento en las piernas.
2. No se adapta a todos los cuerpos
Personas de estatura muy baja o muy alta pueden encontrar difícil ajustar la silla correctamente a su cuerpo. Además, quienes tienen problemas previos en rodillas o tobillos podrían experimentar dolor o incomodidad.
3. Poca movilidad
La postura fija y el diseño cerrado dificultan movimientos naturales de caderas y piernas, como girarse, estirarse o levantarse rápidamente. Esto puede ser contraproducente en entornos laborales en los que las personas se pasan largas jornadas sentadas.

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Opiniones dispares de expertos
Como te decíamos, podemos encontrar todo tipo de opiniones profesionales, que respaldan sus beneficios o que se mantienen escépticos. No obstante, lo que debemos tener claro es que no existe la silla perfecta y que una buena postura al sentarnos debe ser la combinación de un asiento cómodo y adecuado más una buena higiene postural.
A su vez, debemos tener en cuenta que el sedentarismo y los malos hábitos influyen en gran medida en dolores que pueden asociarse con una mala postura al sentarnos.
Las sillas de rodillas pueden ser un asiento cómodo y práctico dependiendo de las necesidades individuales de cada uno, así como de las características del entorno laboral.