Existe una gran variedad de plantas que crecen incluso en los baldíos y las zonas asilvestradas de las ciudades.
Algunas plantas comunes, como la ortiga o el llantén, se pueden recolectar fácilmente en la naturaleza. Sin embargo, otras especies raras están en peligro debido a su recolección masiva y se ha observado un declive de sus hábitats naturales.
En muchos países es ilegal arrancar las raíces de todas las plantas silvestres y ciertas especies necesitan protección, así que infórmate antes de comenzar a recolectar.
Seguridad
La identificación correcta de la flora silvestre es esencial. Algunas plantas parecidas a hierbas medicinales pueden ser venenosas.
Utiliza siempre una guía de campo con esquemas claros que te ayuden a identificarlas, y si no estás seguro, no te arriesgues.
Evita las plantas de las cunetas y arcenes, ya sea de carreteras rurales o vías urbanas, debido al elevado contenido en plomo y contaminantes que pueden tener.
Tampoco las que crecen en la base de los árboles de la ciudad, pues son uno de los rincones favoritos de los perros.
¿Dónde recolectar las plantas medicinales?
Existen un tipo de plantas llamadas "pioneras" que crecen a menudo en las áreas urbanas y que se hallan también en los bosques y páramos.
Los bordes de las parcelas y de las vías férreas abandonadas también son lugares donde se encuentran plantas relativamente libres de contaminantes.
Si tienes dudas acerca de las zonas más apropiadas donde recolectar sin poner en peligro la sostenibilidad de las plantas, consulta con la agencia medioambiental local o similar.
¿Cuándo recolectar las plantas medicinales?
Las hierbas producen aceites volátiles por la noche, de modo que el mejor momento para recolectarlas es a primera hora de la mañana, cuando se funde el rocío.
Si las recoges un día seco, se conservarán mejor y es menos probable que desarrolle moho.
Recolecta las plantas en su estación y madurez: la concentración de componentes activos es más alta.
Recolecta las hojas cuando se desplieguen durante los meses de primavera y principios de verano: las flores cuando empiezan a florecer y los frutos y las bayas cuando maduran.
Las semillas se pueden recolectar de la planta cuando aún está en la tierra, o corta el tallo entero y déjalo secar.
Las semillas pequeñas y secas se pueden recoger sacudiendo el tallo seco dentro de una bolsa de plástico.