Las plantas leguminosas tienen la cualidad de fijar el nitrógeno atmosférico. ¿Queréis saber más sobre el tema? Os lo explicamos a continuación.
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Bricomanía, 23 de abril de 2019
Suelos y abonos
Las plantas leguminosas tienen la cualidad de fijar el nitrógeno atmosférico. ¿Queréis saber más sobre el tema? Os lo explicamos a continuación.
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Bricomanía, 23 de abril de 2019
Antes de comenzar a ver qué es la fijación de nitrógeno atmosférico por plantas, es importante explicar los elementos principales que nutren a una planta. Estos elementos son tres: el nitrógeno, el fósforo y el potasio. El primero de ellos, es el elemento que ayuda a que una planta crezca, y los otros dos ayudan al factor de desarrollo de las flores y a la creación de las buenas raíces.
Si nos centramos en el nitrógeno, hay que destacar que es el principal elemento que absorben las plantas de la tierra. Este elemento le da la capacidad de crecer a la planta. Este nitrógeno proviene de la descomposición de la materia orgánica o de las heces y orina de los animales.
La tierra en sí no contiene nitrógeno, por ello, hay que aportárselo mediante por ejemplo, el estiércol, a modo de materia orgánica. Pero hoy en día, también se pueden encontrar abonos fabricados por el ser humano, que pueden ser abonos inmediatos o de larga duración.
En el primero de los casos, el abono se disuelve con el agua de riego nada más aportarlo a la tierra. En el segundo caso, la liberación de los nutrientes es progresiva. Por ejemplo: pueden ser unas bolas que van liberando el nitrógeno, el fósforo y el potasio durante 6 meses.
Todo este proceso que acabamos de ver sobre la absorción del nitrógeno, también se puede realizar de otra manera. En el caso de las plantas leguminosas, estas tienen la cualidad de fijar el nitrógeno de la atmósfera en la tierra.
Para realizar ese proceso las plantas leguminosas forman unos pequeños nódulos en las raíces. Estos nódulos son pequeñas bacterias que absorben el nitrógeno del aire que hay bajo tierra y lo meten en la planta. De esta manera, se crea una asociación simbiótica entre la planta y la bacteria. Es decir, la planta le aporta a la bacteria los hidratos de carbono que se generan en el proceso de adquirir el nitrógeno, y la bacteria le aporta el nitrógeno que al planta no podría adquirir por sí sola.
Este proceso también es visible en el césped. Muchas veces, suelen aparecer pequeñas zonas con trébol en lugar del césped. Esto ocurre cuando hay escasez de nitrógeno. El trébol es capaz de generarlo por sí solo, y le va ganando terreno al césped. Si queremos evitar eso, deberíamos abonar el césped con nitrógeno y, así, el césped adquirirá fuerza para crecer y el trébol irá disminuyendo.