¿Cómo introducir a un nuevo perro en una casa con otros perros?

Introducir a un nuevo perro en casa es un momento maravilloso y emocionante, supone un pequeño reto.
Introducir a un nuevo perro en casa es un momento maravilloso y emocionante, supone un pequeño reto.

Como cualquier persona que conviva con mascotas sabe, introducir a un nuevo perro en casa es un momento maravilloso y emocionante, pero también puede suponer un pequeño reto.El motivo es, por supuesto, la incertidumbre que quizás sintamos acerca de cómo reaccionarán las mascotas que ya tenemos al conocer a su nuevo compañero de vida.

Además, no siempre está del todo claro cómo llevar a cabo este proceso de forma correcta. ¿Debemos dejar que se conozcan libremente? ¿Hay que imponer algún límite al principio? ¿Y si hay cachorros de por medio?

Si estas preguntas te suenan familiares, este artículo es para ti. Vamos a contarte cómo introducir a tu nuevo amigo peludo en casa, paso a paso y de forma que la adaptación y las presentaciones sean lo más sencillas posibles.

Cada animal es diferente, con su propio carácter (pueden ser más tímidos, más impetuosos, juguetones, curiosos, etc.), por lo que es importante que adaptes estos consejos a la naturaleza de tu o tus amigos peludos.

Lo primero que debes tener en cuenta es que no todos los perros encajan entre sí.
Lo primero que debes tener en cuenta es que no todos los perros encajan entre sí.

Elige el momento y sitio adecuado para presentarlos

A la hora de introducir a un nuevo perro en casa, lo primero que debes tener en cuenta es que no todos los perros encajan entre sí. Ya habrás visto que tu peludo no siempre se lleva bien con todos los congéneres que se encuentra por la calle, pero, sin necesidad de llegar a la agresividad, hay perros que pueden tener problemas para convivir por ser de edades muy diferentes, tener distintos niveles de energía o haber vivido experiencias previas incompatibles.

Por eso, cuando vayas a adoptar a un segundo perro es importante que te pares a pensar en cómo es el que ya tienes. No nos referimos a que deban ser idénticos a todos los niveles, sino, sencillamente, que combinen bien:edades más o menos parecidas,razas con características similares.

También es muy aconsejable que te informes sobre cómo ha sido el proceso de socialización del nuevo perro (si es un adulto) y si ha vivido experiencias difíciles o traumáticas que puedan dificultar su adaptación.

Por ejemplo, puede suceder que un perro sea muy afectuoso con las personas, pero al mismo tiempo le cueste relacionarse con los de su mismo sexo o con otras mascotas. O que sea incapaz de vivir en entornos urbanos, que le cueste quedarse solo en casa, etc. No siempre tenemos tanta información sobre el pasado de los perros como nos gustaría, pero normalmente sí podemos averiguar al menos lo fundamental.

Paciencia y tiempo

Una vez escogido el nuevo perro, te recomendamos que afrontes su introducción en casa no solo con paciencia, sino también con tiempo. La adaptación a un nuevo hogar no es cosa de un solo día, así que, si es posible, haz las presentaciones durante unfin de semana,un puente o, mejor aún, en vacaciones.

Si ya tienes el perro y sabes que vas a disponer de tiempo suficiente, es el momento de hacer las presentaciones. Te recomendamos que todo el proceso de presentación y acogida se desarrolle siguiendo las diferentes etapas básicas de las que vamos a hablar a continuación, pero no dudes en introducir cambios si consideras que pueden ser necesarios para que tus perros se entiendan mejor.

Tu casa es, por ahora, el territorio de tu perro. Por eso, no es buena idea introducir un segundo can en casa de forma directa, ya que el primero podría entenderlo como una agresión o sentir miedo o ansiedad. Es mejor hacer la presentación en la calle, y preferiblemente en un parque u otro entorno tranquilo.

Toma precauciones

Cuando se conozcan, ambos perros deberán, por precaución, ir sujetos por la correa (puede que necesites la ayuda de un familiar o amigo). Aunque sin duda es un momento muy especial, deberás tratar de mantenerte tranquilo, de forma que el nivel de excitación de tus dos peludos se mantenga también controlado.

Permite que empiecen a conocerse a su modo: se olerán y quizás salten, intenten jugar, correr... siempre y cuando sus interacciones sean positivas, equilibradas y ninguno de los dos perros esté avasallando al otro, déjalos hacer. No les impidas interactuar, pero tampoco les fuerces a ello si se muestran tímidos o evasivos.

Comprobarás que poco a poco irán dejando de estar tan pendientes el uno del otro.
Comprobarás que poco a poco irán dejando de estar tan pendientes el uno del otro.

Organiza varios encuentros

No te desanimes si el primer encuentro no crea un amor a primera vista. El proceso para que tus perros acaben siendo los mejores amigos puede llevar tiempo. Además -y esto es algo que debes tener muy presente- también existe la posibilidad de que no se acaben llevando genial, pero igualmente convivan bien.

En cualquier caso, puede ser recomendable organizar no uno, sino varios encuentros entre los dos perros en terreno neutral para comprobar cómo evoluciona su relación. Es algo que deberás decidir en función de cómo veas que se comportan y si aparecen o no tensiones.

El momento de ir a casa

Concluidas las presentaciones, llega el momento de ir a casa. Seguramente el nuevo perro se moverá de aquí para allá, olisqueándolo todo (es su forma de situarse), mientras que tu otro peludo lo observará atentamente.

Es muy importante que en esta primera entrada no haya por casa juguetes u otros accesorios por los que el nuevo perro pueda mostrar interés y crear, sin saberlo, un conflicto potencial con el otro.

En cuanto al agua (más adelante hablaremos de la comida), es aconsejable que al principio coloques varios bebederos en diferentes puntos de la casa. Así, los dos perros podrán beber a placer, incluso de forma simultánea, sin que ninguno de los dos sienta que el otro le está privando de un recurso u ocupando su sitio.

Presta atención a sus interacciones

Al igual que en la calle, es fundamental que estés atento a cómo se desarrollan las interacciones entre los perros. No intervengas si no surgen tensiones entre ellos, pero vigílalos.

No debes preocuparte, en principio, si compruebas que surgen entre ellos dinámicas que sugieran dominación y sumisión. Es normal y forma parte de su manera de relacionarse, que no deberías trastocar. Sí que deberás intervenir con rapidez si detectas señales de agresividad, tensión o, en general, cualquier indicio de que uno de los dos perros está incordiando al otro o creándole estrés.

Sí que deberás intervenir con rapidez si detectas señales de agresividad o tensión.
Sí que deberás intervenir con rapidez si detectas señales de agresividad o tensión.

Mantén espacios seguros en casa

Para evitar posibles choques, puede ser recomendable que durante los primeros días o incluso semanas mantengas a los dos perros separados en casa cuando tú vayas a estar fuera. Puedes dejarlos en habitaciones diferentes o instalar una barrera portátil en el pasillo, por ejemplo.

Ten siempre en cuenta que el hecho de que se tengan el uno al otro no significa que ya no te necesiten a ti. Es decir, que ahora haya un segundo perro no puede ser una excusa para dejarlos solos durante más tiempo.

La comida, en zonas separadas

No siempre, salvo que sea necesario, pero sí en las primeras etapas. Como en el caso del agua, es una forma de evitar que los perros sientan que están compitiendo por los recursos. Y es incluso más importante si uno de los dos perros sufre de ansiedad por la comida, lo que no es infrecuente en los canes adoptados que han pasado por malas experiencias.

Simplemente pon cada comedero en una habitación diferente para que los dos puedan alimentarse a su aire y ritmo, sin tensiones y sin estar pendiente del comedero del otro. Aunque uno de los dos perros coma más rápido,no los juntes de nuevo hasta que los dos haya terminado.

La llegada de la normalidad entre tus dos perros

Introducir un nuevo perro en casa no es cosa de un día, como hemos dicho, pero lógicamente llegará un momento en el que podrás considerar que las presentaciones han concluido y tus dos perros están conviviendo sin problemas.

¿Cómo saber si tus peludos están ya en ese punto? No hay una regla fija, pero si observas con atención (y deberías hacerlo) sus interacciones y relaciones desde el primer momento, comprobarás que poco a poco irán dejando de estar tan pendientes el uno del otro. Es decir, ya no se olfatearán constantemente, no se seguirán por la casa y no se vigilarán, por así decirlo.

Llegará el momento, en resumen, en el que tus dos perros entenderán que están juntos en el hogar. Quizás disfruten de su compañía mutua, quizás no, pero en cualquier caso ya serán parte del mismo grupo.

¿Cuánto tarda un perro en acostumbrarse a una nueva casa?

No existe un plazo específico tras el que invariablemente pueda considerarse que un perro ya está acostumbrado a su nuevo hogar. Por lo general se suele hablar de entre 2 y 4 semanas, pero todo depende de cada can y sus circunstancias específicas.

Por lo tanto, te aconsejamos no pensar en cifras generales y, por el contrario, observar cómo evoluciona tu perro recién adoptado y cómo se relaciona no solo con los demás peludos de la casa, sino también con el propio entorno y, por supuesto, contigo.

El objetivo es siempre que los dos perros se conozcan de forma tranquila y respetuosa.
El objetivo es siempre que los dos perros se conozcan de forma tranquila y respetuosa.

Tomar precauciones si es un cachorro

Si el segundo perro que introducimos en casa es un cachorro, pueden surgirnos aún más dudas. Al fin y al cabo, ¿cómo llevará un perro adulto la presencia de un cachorro revoltoso y juguetón?

Lo primero que debes saber es que todas las pautas que hemos mencionado en apartados anteriores siguen siendo válidas, por lo que te recomendamos realizar la presentación y acogida de la misma forma. Independientemente de la edad o el tamaño, el objetivo es siempre que los dos perros se conozcan de forma tranquila y respetuosa y se adapten el uno al otro progresivamente.

Partiendo de esa base, el hecho de que el nuevo perro sea tan joven puede provocar (no siempre, ojo) complicaciones relacionadas, sobre todo, con las diferencias en cuanto a energía, ganas de jugar y necesidad de atención.

Es importante que no permitas que el cachorro incordie al adulto, ni en general ni, particularmente, durante sus ratos de descanso. Que el cachorro sea pequeño y adorable no debería significar que tenga vía libre para hacer lo que quiera. Si el perro adulto decide que no quiere jugar o que el rato de juego se ha terminado, deberás asegurarte de que sea así.

Un cachorro requerirá mucho trabajo de adiestramiento y socialización para enseñarle las órdenes básicas, dónde hacer sus necesidades, etc. Esto significa que te exigirá mucha dedicación, pero debes asegurarte de reservar tambiéntiempo suficiente para el perro adulto,que seguirá necesitando tu cariño y atención.

Por último, puede que veas que en ocasiones el perro adulto corrige comportamientos incorrectos del cachorro. Esto no es siempre negativo (de hecho, es una buena forma de que el cachorro aprenda ciertos límites), pero debes recordar siempre que eres tú el que decide lo que se puede hacer en casa y lo que no.

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