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Rostro

Lavar la cara, ¿con agua fría o caliente?


El agua es nuestro mayor aliado a la hora de mantenernos saludables tanto por fuera como por dentro, además de cumplir funciones clave e imprescindibles para que nuestro planeta se mantenga tal y como es. Dependiendo de la temperatura a la que se encuentre los beneficios son diferentes en nuestro sistema.

Conoce a qué temperatura debe estar el agua durante la limpieza facial y consigue mantener las facciones sanas e hidratadas sin que la piel sufra ningún tipo de daño.

Hogarmania, 8 de marzo de 2023

La limpieza facial es un hábito imprescindible que hay que incluir en nuestro día a día para mantener el rostro limpio y saludable. Su importancia es tal que son muchas las personas que debaten sobre los beneficios que tiene lavarse la cara a una temperatura u otra.

Para algunas personas emplear agua fría es la mejor de las opciones, mientras que para otras lo es hacerlo con agua caliente. Pero, ¿a qué temperatura es recomendable que nos lavemos la cara? Lo primero y más importante de todo, analizar qué beneficios nos aporta utilizar el agua a una temperatura u otra.

Lavarse la cara con agua fría... ¿sí o no?

Agua fría

Uno de los mayores beneficios que aporta lavarse el semblante con agua fría es que activa la circulación y ayuda a prevenir el acné. Además, es muy estimulante, ya que nos despierta, aumenta el metabolismo debido a que en el proceso de regulación de la temperatura, el cuerpo quema calorías y tonifica piel y músculos. Sin embargo, emplear agua a una baja temperatura puede provocar que el rostro se seque.

Si lo que buscamos es eliminar la suciedad facial, utilizar agua fría no es la opción recomendada, ya que lo que conseguiremos será que la suciedad se endurezca y no se pueda retirar con facilidad.

Imagen de hombre limpiándose la cara

Agua caliente

Es interesante tener en cuenta quecon el agua caliente la suciedad se retira con más facilidad. No obstante, el agua a altas temperaturas hace que haya una mayor producción de sebo y se taponen los poros, encima, deshidrata y elimina la grasa natural de la piel, que actúa de barrera protectora. Por ello y porque su uso puede provocar que la piel se irrite, los expertos no recomiendan su uso en la limpieza facial.

Pero al contrario que para la limpieza facial, el agua caliente en nuestro organismo digestivo es muy beneficioso, ya que purifica el organismo de toxinas mejora el aspecto de la piel. Contribuye al sistema circulatorio manteniendo tu presión sanguínea y funcionando como relajante, lo que facilita el sueño.

Lavar la cara, ¿con agua fría o caliente?

Agua templada

Decantarse por usar agua templada es, para los expertos, la opción ideal, puesto que aumenta la temperatura corporal. Como aumenta la tasa metabólica, se queman más calorías. Con ella lo que conseguiremos será llevar a cabo una limpieza en profundidad del rostro al mismo tiempo que hacemos que la piel se mantenga saludable. Además, el agua a 30º evita que la piel sufra cambios bruscos de temperatura y desequilibrios en los niveles de nutrientes.

Imagen de mujer limpiándose la cara

En definitiva, lavarse la cara con agua tibia, a 20º aproximadamente, es la opción recomendada por los profesionales. Aunque depende mucho el tipo de piel de cada persona, un buen consejo es empezar el día con contacto con agua fría (lávate la cara, mojar los gemelos y los pies) acelera la circulación sanguínea y tomar agua caliente ya seria la rutina ideal.

Desde Hogarmania te recomendamos que, para cualquier duda que te surja en relación a las necesidades de tu piel, no dudes en acudir a un especialista.

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