Calefacción por infrarrojos, ¿cómo funciona?

La calefacción por infrarrojos se abre paso como una alternativa eficiente y sostenible a los sistemas de calefacción convencionales. Pero, ¿qué es la calefacción por infrarrojos? ¿Cómo funciona? ¿Es segura?
Este tipo de calefacción calienta directamente los objetos y las personas de una estancia mediante la radiación de rayos infrarrojos, en lugar de calentar el aire como otros sistemas de calefacción.
A continuación, te cuento todo lo que necesitas saber sobre este sistema de calefacción. ¡Toma nota!
¿Cómo funciona la calefacción por infrarrojos?
La calefacción por infrarrojos, a diferencia de los radiadores convencionales que calientan el aire por convección, funciona generando ondas de radiación infrarroja que calientan directamente los objetos y las personas en lugar de calentar el aire.
Además, las paredes, suelos y techos almacenan la radiación, elevan su temperatura y emiten calor al entorno. Al mismo tiempo, el aire de la habitación se calienta al entrar en contacto con las superficies calentadas, sin necesidad de consumir energía adicional. Es muy similar a la forma en que el sol calienta la tierra.
Al calentar los objetos y no el aire, aunque la casa esté mal aislada y el aire se escape, no se perderá la energía calorífica.
Tipos de calefacción por infrarrojos
Existen tres tipos principales de radiación infrarroja, en función de su longitud de onda, que se utilizan en la calefacción:
Infrarrojo de onda corta
Emite radiación en longitudes de onda más cortas. Este tipo de radiación penetra en los objetos y las personas con alta intensidad, proporcionando una sensación de calor inmediata.
Son sistemas rápidos, eficaces y de alta temperatura. Se utilizan en calefacción exterior, en lugares con techos muy altos y en aplicaciones industriales donde se necesita alcanzar altas temperaturas rápidamente. Su alcance es de hasta 10 metros.
Infrarrojo de onda media
Estos emisores son menos intensos que los de onda corta, pero más versátiles. Se utilizan principalmente para la calefacción de terrazas y en la industria, especialmente en procesos de secado. Proporciona un calor más uniforme que la onda corta y es menos agresivo.

Infrarrojo de onda larga
Los infrarrojos de onda larga son los más utilizados en la calefacción doméstica debido al calor suave y uniforme que generan. Penetran profundamente en las superficies, lo que hace que el calor sea más duradero, ya que estas superficies siguen irradiando calor durante más tiempo.
Tienen un alcance de hasta 3 metros de distancia y no emiten ningún tipo de luz. Calientan los objetos y las personas rápidamente con menor potencia, sin elevar la temperatura del aire circundante.

Ventajas de la calefacción por infrarrojos
Eficiencia y ahorro energético
Al calentar los objetos y no el aire, se evita la pérdida de calor por un mal aislamiento del hogar o por corrientes de aire. De esta forma, el calor se retiene y se reduce el consumo energético.
Además, al no tener que calentar el aire, se requiere menos potencia, lo que consume menos energía para mantener un ambiente cálido y confortable.
Calor inmediato
La calefacción por infrarrojos calienta al instante, a diferencia de los radiadores convencionales, que primero deben calentar el aire antes de que se perciba el calor.
Calor agradable
La calefacción por infrarrojos genera un calor uniforme y suave similar al sol. Además, evita la circulación del aire reduciendo la sequedad y la circulación de polvo y alergenos.
Fácil instalación
Para utilizar la calefacción por infrarrojos solo tendrás que conectar las placas a la red eléctrica y configurar el termostato para regular la temperatura.
Decorativos
Los paneles de infrarrojos pueden instalarse en paredes o techos y están diseñados para integrarse con la decoración del hogar. Puedes encontrar paneles con fotografías a modo de cuadro, espejos calefactores y otros diseños decorativos.

Bajo mantenimiento y silencioso
Al no tener partes mecánicas en movimiento, no genera ruido y no necesita un mantenimiento.
Económico
Los paneles infrarrojos son más económicos que la calefacción tradicional.
No afecta a la salud
La calefacción por infrarrojos imita el calor del sol sin emitir radiación ultravioleta. Las ondas que emite no son perjudiciales para la salud.
Además, este sistema no reseca el aire, reduce la circulación de polvo y ayuda a relajar los músculos.
Evita la humedad
Los rayos infrarrojos ayudan a mantener las paredes secas evitando la aparición de moho y las humedades.
Desventajas de los calefactores infrarrojos
Gasto en electricidad
Los paneles se conectan a la corriente eléctrica, lo que aumenta las facturas eléctricas.
Alcance limitado
Al funcionar con radiación directa, se deben colocar los paneles en áreas sin obstáculos para una distribución uniforme.
Funciona por cercanía
Cuanto más cerca estés de los paneles, más calor recibirás.

¿Cuánto consume la calefacción por infrarrojos?
El consumo de la calefacción por infrarrojos varía considerablemente según la potencia de las placas y el tiempo de uso.
En comparación con los radiadores eléctricos convencionales, que tienen una potencia de entre 1.500 y 2.500 W, las placas de calefacción por infrarrojos de interior suelen tener una potencia de entre 300 y 1.200 W.
Para calcular el consumo, se aplica la fórmula:
Energía (kWh) = Potencia (W) × Tiempo (h) / 1.000
Por ejemplo, un panel de 500 W utilizado 3 horas al día:
500 W × 3 h = 1.500 Wh = 1,5 kWh/día
Con un precio medio aproximado de 0.1617 € €/kWh , el gasto diario sería: 1,5 kWh × 0, 1617 €/kWh = 0,24255 €/día