¿Qué son y cómo funcionan las biopiscinas?

Las biopiscinas son una alternativa natural a las piscinas convencionales que están ganando popularidad en los últimos años. Pero ¿sabes qué son y cómo funcionan? Vamos a conocerlas.
¿Qué es una biopiscina?
Las biopiscinas, también conocidas como piscinas naturales o ecológicas, son piscinas que depuran el agua mediante procesos biológicos naturales sin utilizar productos químicos como las piscinas tradicionales.
Su funcionamiento se basa en imitar los ecosistemas acuáticos presentes en la naturaleza, creando un entorno sostenible y visualmente armónico.
Estas piscinas están compuestas por un estanque artificial dividido en dos zonas claramente diferenciadas: una destinada al baño y otra a la depuración natural del agua.
Ambas zonas se integran de forma natural en el entorno y suelen incluir plantas acuáticas, microorganismos y materiales filtrantes como arena, grava o piedra volcánica, que imitan el ecosistema acuático natural, depurando el agua y manteniéndola limpia y cristalina.
Al no utilizar productos químicos para su mantenimiento, se evita la irritación de la piel, el picor de ojos, las alergias y el olor característico del cloro, entre otros efectos negativos asociados a las piscinas tradicionales.
Esto las convierte en una opción especialmente interesante para personas con piel sensible, niños y quienes buscan alternativas más naturales.
¿Cómo funciona una biopiscina?
La biopiscina necesitan dos zonas para depurar el agua de manera natural:
La zona de baño
Por un lado se encuentra la zona de baño que se encuentra separada de la zona de regeneración.
Las zona de regeneración o filtración
Por otro lado, se encuentra la zona de regeneración, donde se instalan plantas acuáticas depuradoras y materiales filtrantes naturales.
Tanto las plantas que rodean la piscina como las que se encuentran en su interior ayudan a oxigenar el agua, favoreciendo el desarrollo de colonias de microorganismos que eliminan los nutrientes responsables de la proliferación de algas y otros organismos.
También se deben incluir gravas, piedras volcánicas o arena que contribuyen a la depuración.
El agua circula por ambas zonas constantemente con la ayuda de una bomba eléctrica de baja potencia, manteniéndola limpia.
Aunque colocar esta bomba de agua es algo opcional, su instalación mejora significativamente la eficacia del proceso de limpieza y la calidad del agua. Además, es posible incorporar sistemas de aireación o pequeñas cascadas que contribuyen a mejorar la oxigenación del agua.

Ventajas de una biopiscina
No utiliza productos químicos
Agua más saludable. Al no utilizar productos químicos es menos agresiva para la piel y se evita la irritación en la piel, reacciones alérgicas y el picos de los ojos.
Estética
Se integran con el entorno creando una zona relajante y natural en nuestro jardín.
Bajo mantenimiento
Necesita solo dos limpiezas profundas al año y un mantenimiento sencillo como la retirada de hojas y el cuidado de las plantas. El equilibrio natural del ecosistema reduce considerablemente las tareas de mantenimiento que requieren las piscinas convencionales.
Ahorro a largo plazo
Aunque la inversión inicial puede ser más alta, los costes de mantenimiento son menores ya que no necesita productos químicos ni depuradora.
Sostenibilidad
Promueve la biodiversidad y minimiza el uso de recursos no renovables. Además, son respetuosas con el medio ambiente y contribuye a la mejora del microclima del jardín.
Más saludable
El contacto prolongado con productos químicos como el cloro puede causar problemas respiratorios o dermatológicos. En cambio, las biopiscinas ofrecen una experiencia más saludable y agradable.
Inconvenientes que debes tener en cuenta
Necesita espacio
Si tienes un jardín pequeño está piscina no es para ti ya que la mitad de la piscina será la zona de regeneración por la que debes contar con un espacio amplio.
Costo inicial
La construcción de una biopiscina suele ser más costosa que la de una piscina convencional, aunque esa diferencia se compensa con su bajo mantenimiento.
Cuidado de las plantas acuáticas
Se deben cuidar las plantas acuáticas de filtrado haciendo podas, comprobando que no estén enfermas y añadiendo abono cuando sea necesario.

¿Cómo construir una biopiscina?
Paso 1 - Diseñar el boceto
Elige el tamaño, la ubicación, la orientación y la forma que tendrá tu piscina y plásmalo en un boceto. Ten en cuenta que debes dejar espacio para la zona de la regeneración y que se recomienda que la zona profunda alcance entre 150 y 220 cm.
Además, es recomendable que la piscina se encuentre alejada de los árboles y otras fuentes potenciales de suciedad
Paso 2 - Excavación
Se realiza la excavación y construcción del vaso de la piscina junto con su impermeabilización y revestimiento. Se pueden utilizar diferentes materiales como gresite, porcelánico, piedra, grava o arena.
Paso 3 - Colocar el sistema de filtrado
Se instala las tuberías de drenaje para conectar el área de baño de la piscina con la zona de depuración para asegurar la recirculación y se coloca la bomba y los filtros biológicos.
También se pueden incorporar skimmers y prefiltros para mejorar la calidad del agua.
Paso 4 - Plantación de las especies acuáticas
Se plantan las especies acuáticas indicadas para la depuración, como juncos, lirios de agua o lentejas de agua, en la zona de regeneración.
También se añaden piedras, grava o arena, que ayudan en el proceso de filtración. Es recomendable seleccionar especies resistentes y adaptadas al clima local.
Paso 5 - Llenado de la piscina
Para finalizar, se llena la piscina de agua y se pone en funcionamiento. Antes de empezar a usarla, se recomienda esperar un par de semanas para que el agua se estabilice.
El pH idóneo para una piscina natural debería estar entre 8,0 y 8,6, y durante este periodo inicial es normal que el agua esté turbia mientras se establece el equilibrio biológico.
Pasado este tiempo, el agua se volverá más clara de forma natural.