Todo lo que debes saber sobre el tejado a dos aguas

El tejado a dos aguas es un diseño muy popular en la construcción de viviendas. Se compone de dos pendientes inclinadas que se unen en la parte superior, formando un ángulo.
En este artículo, te contamos todas las características, ventajas y desventajas de este tipo de tejado. ¡Toma nota!
¿Qué es el tejado a dos aguas?
El tejado a dos aguas está formado por dos superficies planas inclinadas en direcciones opuestas. El punto de unión entre estas dos pendientes forma la cumbrera, la parte más alta del tejado.
La lluvia y la nieve caen por las dos pendientes hacia los bordes exteriores del edificio, permitiendo un drenaje eficiente.
El tejado a dos aguas puede tener pendientes más o menos pronunciadas. En regiones con abundantes lluvias, se opta por pendientes más inclinadas para una óptima evacuación del agua.
La estructura puede ser simétrica o asimétrica, según el diseño arquitectónico.
Partes de un tejado a dos aguas
Góndola o faldón: son las superficies inclinadas del tejado, normalmente cubiertas con tejas. Pueden ser de diferentes tamaños, inclinación y simetría.
Alero: es la parte inferior del faldón que sobresale de la fachada. Protege los muros de la lluvia y el sol evitando así filtraciones o humedades. Normalmente, lleva canalones para dirigir el agua de lluvia al sistema de desagües.
Cumbrera: es la parte más alta del tejado, donde se unen las dos superficies inclinadas.

Ventajas del techo a dos aguas
- Drenaje eficiente: su inclinación permite evacuar del agua y la nieve fácilmente evitando la acumulación de agua y la humedad por filtración en el edificio.
- Reduce tiempos y costes en la construcción: en comparación a otros tipos de tejados es más sencillo en la construcción y se ahorra en costes y tiempo de construcción.
- Aislamiento térmico: su diseño favorece la circulación del aire, ayudando a regular la temperatura interior y mejorando la eficiencia energética. Además, la inclinación de las vertientes permite una mejor integración de materiales aislantes térmicos para techos , optimizando el rendimiento térmico de la vivienda.
- Versatilidad: se puede construir con distintos materiales y con diferentes grados de inclinación para adaptarse a diversos climas.
- Personalizable: se integra fácilmente en una variedad de estilos arquitectónicos y permite el uso de distintos materiales, como tejas de arcilla, pizarra, metal o tejas asfálticas.
- Resistencia: su forma triangular les otorga una gran resistencia frente a la lluvia y la nieve.
- Fácil mantenimiento: gracias a su diseño simple, los tejados a dos aguas requieren menos mantenimiento en comparación con otros tipos de cubiertas más complejas.

Desventajas del techo a dos aguas
- Menor resistencia a fuertes vientos: si no se diseña adecuadamente, las ráfagas de viento pueden ejercer una presión estructural adicional sobre la cumbrera y los aleros, lo que podría provocar el levantamiento de las tejas.
- Limitaciones en el diseño arquitectónico: aunque es una opción versátil, algunos estilos modernos o minimalistas pueden preferir techos planos u otras configuraciones.
- Protección parcial de la fachada: los aleros solo protegen dos de los muros del edificio, dejando los otros dos más expuestos a la intemperie.
- Espacio reducido en el ático: la inclinación de las vertientes limita la altura útil del ático, reduciendo su aprovechamiento.
Tejas recomendadas en un techo a dos aguas
La elección de las tejas depende de varios factores, como el presupuesto, el clima y el diseño de la casa.
Forma de las tejas
Puedes optar por tejas curvas, mixtas o planas; todas ellas brindarán la resistencia y durabilidad necesarias para un tejado a dos aguas.
Las tejas curvas aportan un toque estético clásico y se utilizan comúnmente en estilos arquitectónicos tradicionales, como el rústico o el mediterráneo. Gracias a su forma, permiten una mejor ventilación y son eficaces para proteger contra el calor en zonas con temperaturas altas y climas secos.
Además, su diseño facilita el drenaje del agua de lluvia y nieve, evitando la acumulación de humedad y proporcionando una buena protección contra el viento y la intemperie.
Las tejas planas, junto con las tejas curvas, son las más utilizadas en tejados a dos aguas. Las tejas planas favorecen el deslizamiento del agua de lluvia o la nieve sobre el tejado, por lo que son más indicadas en climas muy lluviosos.

Materiales de las tejas
Tejas de arcilla o cerámica:
Son tejas tradicionales de gran resistencia, especialmente recomendadas para climas cálidos o templados.
La lluvia, la nieve, el granizo y las fuertes rachas de viento no representan un desafío para ellas.
Disponibles en una amplia variedad de colores y diseños, estas tejas son apreciadas por su durabilidad y capacidad para resistir las inclemencias del tiempo.
Además, ofrecen excelentes propiedades de aislamiento térmico, ayudando a mantener una temperatura agradable en el interior de la vivienda.
Tejas asfálticas
Son una opción económica y fácil de instalar. Ofrecen una excelente protección contra la humedad, actuando como un impermeabilizante de gran durabilidad y resistencia.
Además, las tejas asfálticas destacan por su larga vida útil y están disponibles en una amplia variedad de diseños y colores, lo que las convierte en una opción versátil y relativamente asequible para techos de diferentes estilos.
Paneles metálicos
Los paneles metálicos son una solución de cubierta para techos fabricada con materiales como acero, aluminio o cobre. Son extremadamente duraderos y capaces de resistir condiciones climáticas extremas, como vientos intensos, lluvias torrenciales, nieve e incluso granizo.
Además, las tejas metálicas son altamente eficientes en términos energéticos, ya que reflejan la mayor parte de los rayos solares, reduciendo la absorción de calor.
Esto no solo mejora la eficiencia energética, sino que también proporciona una gran resistencia y longevidad, siendo especialmente ideales para regiones con fuertes lluvias o nevadas.
Cubiertas de pizarra
La pizarra, al carecer de poros, es completamente impermeable. Además, su estructura formada por finas capas o lajas le confiere propiedades aislantes naturales, lo que le permite resistir temperaturas extremas.
Es ampliamente reconocida por su durabilidad y sus excepcionales cualidades técnicas. Las cubiertas de pizarra no solo ofrecen una vida útil prolongada, sino que también aportan una estética elegante y sofisticada, aunque su costo suele ser más elevado en comparación con otros materiales.