Además de proteger las paredes de golpes y rozaduras, el zócalo o rodapié constituye un elemento decorativo en nuestro hogar. Pero muchas veces reciben golpes que estropean su aspecto y función. En este briconsejo os mostramos cómo reparar un zócalo cerámico.
Paso a paso para reparar zócalo o rodapié cerámico
Paso 1
Retiramos la pieza dañada con la ayuda de un martillo y un cincel. Para ello, es aconsejable proteger los ojos con unas gafas.
Paso 2
Después de haber soltado el viejo zócalo, presentamos la nueva pieza en el hueco y marcamos el punto de corte.
Paso 3
A continuación, procedemos a cortar la pieza. En este caso utilizaremos un cortador de baldosas. En caso de no disponer de esta herramienta, podréis realizar el trabajo con una amoladora provista de un disco de diamante.
Paso 4
Colocamos el rodapié sobre una superficie plana y pasamos la rueda cortadora por la marca previamente realizada.
Paso 5
A continuación, llevamos la pieza a uno de los extremos de la mesa y haciendo presión a ambos lados terminamos de partirla.
Paso 6
Una vez cortada la pieza y tras comprobar que el zócalo queda bien asentado en la superficie, aplicamos adhesivo de montaje en la parte posterior de la pieza cerámica.
Paso 7
Colocamos la pieza en su posición y presionamos para que ésta quede perfectamente sujeta a la pared.
Paso 8
Después de esperar el tiempo de secado que indica el fabricante, rellenamos las juntas con una masilla especial para este tipo de trabajo.
Paso 9
Pasamos el dedo sobre la masilla para alisarla y obtener así un acabado perfecto.
Paso 10
Sólo nos queda esperar a que la masilla se endurezca. Así, habremos conseguido dejar nuestro zócalo como nuevo.