En Bricomanía vamos a colocar una tarima de exterior para cubrir una zona del jardín. De esta manera lograremos un revestimiento de madera.
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Bricomanía, 28 de marzo de 2019
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En Bricomanía vamos a colocar una tarima de exterior para cubrir una zona del jardín. De esta manera lograremos un revestimiento de madera.
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Bricomanía, 28 de marzo de 2019
En Bricomanía os hemos enseñado a revestir el suelo de diferentes formas. En esta ocasión, le toca a la tarima de exterior. Nosotros nos hemos decantado por unas lamas de madera tratada, que soportarán perfectamente la humedad y las inclemencias del tiempo.
A la hora de comprar este material, comprobad que sea certificada, es decir, que provenga de bosques sostenibles. De esa manera, ayudaremos a conservar el medio ambiente. Además, es conveniente comprar más material que el que nos hace falta, por si se nos rompe alguna pieza a la hora de instalar la tarima. El sistema de fijación de las lamas es muy sencilla: simplemente necesitaremos unas grapas de plástico y tirafondos.
Paso 1
Empezaremos preparando la superficie sobre la que vamos a trabajar. Eliminamos todas las irregularidades que pueda haber en la zona, con el cincel y la maza, y después, limpiamos bien todo el suelo empleando el aspirador o simplemente barriéndolo.
Paso 2
Con el suelo limpio, delimitamos la zona en la que vamos a instalar la tarima. Para eso, utilizaremos un tiralíneas; una sencilla herramienta que en su interior lleva unos polvos, normalmente de color azul, y una cuerda. Simplemente tenemos que agitar la herramienta para que la cuerda se tiña de añil y extenderla Luego, agarramos del centro la cuerda y la soltamos de golpe, consiguiendo marcar en la superficie de hormigón una línea recta azul.
Paso 3
Una vez que hayamos señalado todo el perímetro de la zona que queremos revestir, marcamos la posición de los rastreles, los presentamos y trazamos las líneas de corte.
Paso 4
Con la ingletadora, cortamos las piezas de madera tratada. Si no disponéis de esta herramienta, podéis hacer los cortes con la sierra de calar y una hoja para madera, o incluso con una sierra de mano y la caja de ingletes.
Paso 5
Con todos los rastreles cortados a medida, los colocamos en su sitio y preparamos los tacos. A continuación, calzamos los rastreles empleando tanto las cuñas de plástico como los tacos de madera, hasta dejar todas las piezas bien niveladas.
Paso 6
El siguiente paso consiste en hacer los agujeros de fijación de los rastreles. Marcamos los puntos de sujeción, cada 50-60 cm aproximadamente, y perforamos los orificios, tanto en la madera como en el hormigón, empleando el taladro y una broca multimaterial.
Paso 7
Después, introducimos unos tacos de inserción directa con la ayuda de una maza. Los tacos una vez dentro, se expanden y garantizan una sujeción fuerte y duradera.
Paso 8
Ya podemos empezar a colocar las lamas. Ponemos la primera, junto a la pared y desde un extremo de la superficie a cubrir, añadimos las grapas de plástico a la pieza e insertamos unos tornillos de acero inoxidable, para que soporten adecuadamente la humedad.
Paso 9
Vamos ahora con la segunda pieza. Una vez que la hayamos cortado a medida, la unimos a la primera con el sistema de retestado.
Paso 10
Con la primera hilera de lamas ya terminada, comenzamos con la segunda, evitando que las juntas de una fila coincidan con las de la otra; de este modo, conseguiremos una estructura fuerte y muy resistente.
Paso 11
De la misma manera continuamos poniendo más hileras de lamas, siempre a matajuntas y empleando las grapas de plástico para fijar las piezas a los rastreles.
Paso 12
Cuando lleguemos a la última fila, tendremos que adaptar las lamas al espacio que nos quede. Así que medimos el hueco con la ayuda de un flexómetro, transportamos las medidas a las piezas y marcamos las líneas de corte.
Paso 13
A continuación, cortamos las dos lamas que necesitamos para cubrir el hueco a medida, empleando la sierra de calar y una hoja especial para cortar madera. Para trabajar con mayor comodidad, amarramos las piezas a la mesa con una sargenta.
Paso 14
Después, colocamos ambas lamas en su posición, utilizando una pequeña pata de cabra para encajarlas perfectamente.
Paso 15
Con toda la superficie revestida, completaremos el trabajo colocando las piezas de remate. Después de cortarlas a medida, las presentamos y hacemos unos agujeros guía. Luego, las fijamos con unos tirafondos de acero inoxidable, para evitar que se oxiden con la humedad y garantizar una buena sujeción.
Paso 16
Y, los más perfeccionistas podéis redondear el canto superior del remate, pasando la fresadora provista de una fresa de media caña; así, conseguiréis un acabado perfecto.
Paso 17
Ya habéis visto lo fácil que es revestir el suelo de una terraza o jardín, con una tarima de exterior con lamas de madera de IPE. Con esta tarima, que apenas necesita mantenimiento, hemos conseguido dar un aspecto más noble a la zona, haciendo que el espacio sea mucho más acogedor.