Vamos a ver cómo convertir una sencilla silla métalica en una cómoda mecedora. ¡No os perdáis el paso a paso!
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Bricomanía, 11 de noviembre de 2021
Bricomanía
Vamos a ver cómo convertir una sencilla silla métalica en una cómoda mecedora. ¡No os perdáis el paso a paso!
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Bricomanía, 11 de noviembre de 2021
Si queremos sillas cómodas para descansar, las mecedoras son una buena alternativa. Y por este motivo, en esta tarea de Bricolaje, os vamos a enseñar a transformar una silla metálica en una confortable silla mecedora, añadiéndole unas llantas de hierro curvadas. Además, os mostraremos la técnica de la soldadura al arco, la cual nos permitirá obtener uniones sólidas y duraderas.
Después de cortar las llantas a medida, las curvamos con la ayuda de un martillo. Después, preparamos los reposabrazos y cortamos las patas de la silla para que ésta se asiente bien en las bases. Soldamos las piezas de hierro a la estructura metálica y damos color a la silla. Por último, barnizamos las piezas de madera y las fijamos en su posición con tornillos, tuercas y arandelas de acero inoxidable para evitar su oxidación mientras la silla permanezca a la intemperie.
Paso 1
Lo primero que haremos será cortar las dos llantas de hierro que usaremos como bases de la mecedora. Para realizar esta tarea, utilizaremos una sierra de calar y una hoja especial para cortar metales. Nos pondremos unas gafas protectoras.
Paso 2
Luego, marcamos la silueta de los reposabrazos en un listón de roble y cortamos las piezas con la sierra de calar provista de una hoja para realizar cortes curvos en madera. Sujetaremos las piezas a la mesa con unas mordazas, para trabajar con mayor comodidad.
Paso 3
El siguiente paso consiste en poner la silla sobre la plantilla, y marcar las líneas de corte en las patas. Emplearemos la escuadra y un lápiz.
Paso 4
Para cortar las patas, utilizamos de nuevo la sierra de calar con la hoja especial para metales. Con el fin de evitar que la silla se mueva y conseguir así un corte más preciso, la amarraremos firmemente a la mesa con unas sargentas.
Paso 5
A continuación, repasamos las zonas de corte con la ayuda de una lima. De esta forma, además de retirar todas las rebabas, prepararemos la superficie para la soldadura.
Paso 6
Ya podemos curvar las llantas metálicas, teniendo como referencia la plantilla que habremos hecho previamente copiando la forma de las bases de una vieja mecedora. Para realizar esta tarea, sujetamos dos tacos a la mesa de trabajo, ponemos la llanta sobre éstos y la vamos golpeando con un martillo, hasta conseguir la curva exacta.
Paso 7
Cuando hayamos preparado las dos llantas, las presentamos en su posición y damos unos puntos de soldadura en las zonas de unión. Nos pondremos unos guantes fuertes y una máscara protectora.
Paso 8
Luego, damos unos golpes con la piqueta y eliminamos la escoria, con un cepillo metálico. Para hacer este trabajo, nos protegemos los ojos con unas gafas adecuadas.
Paso 9
Después de comprobar que las bases están bien posicionadas, las soldamos definitivamente. Aplicaremos un buen cordón de soldadura desplazando el electrodo de izquierda a derecha de forma constante.
Paso 10
Una vez que hayamos fijado las dos llantas, tapamos las uniones con una masilla reparadora para metales, que se puede lijar y pintar fácilmente. Amasamos el producto con los dedos, lo aplicamos y dejamos que se seque.
Paso 11
Mientras la masilla se endurece, perforamos los orificios de fijación en los reposabrazos con el taladro atornillador y una broca especial para madera. Para evitar dañar la mesa, colocaremos un recorte de madera debajo de la pieza a taladrar.
Paso 12
Con el taladro provisto de un avellanador, repasamos los agujeros que acabamos de realizar, así las cabezas de los tornillos quedarán a ras de la superficie.
Paso 13
Sustituimos el avellanador por una broca especial para metales y hacemos los agujeros en la silla. El diámetro de la broca deberá ser el adecuado a los tornillos que vayamos a emplear.
Paso 14
Es el turno del acabado. Comenzaremos lijando bien las piezas de madera con la lijadora orbital y una hoja de lija de grano fino. Después, retiraremos el polvo que se haya podido producir con un paño o papel húmedo.
Paso 15
Vamos a dar color a la mecedora. Para eso, mezclamos primero en el depósito de la pistola el esmalte con un 10% de agua. Si el producto no fuese al agua, como en este caso, tendríamos que diluirlo con disolvente.
Paso 16
Acoplamos el contenedor a la pistola y, guardando la distancia mínima que nos indique el fabricante, aplicamos el esmalte a la estructura metálica.
Paso 17
Empleando la paletina, damos un barniz acrílico a los reposabrazos, siguiendo en todo momento la dirección de la veta.
Paso 18
Cuando el barniz y el esmalte se hayan secado, fijamos las piezas de madera a la estructura con tornillos, tuercas y arandelas. Para apretar las tuercas, utilizaremos una llave fija.
Paso 19
Finalmente, aplicamos un adhesivo extra-fuerte en una de las caras de la goma y colocamos una tira de ésta última en cada llanta curvada. En caso necesario, cortamos el sobrante.
Paso 20
De esta forma tan fácil y económica, hemos transformado una silla que teníamos en una confortable mecedora. Ahora, sólo nos queda disfrutar de una buena lectura al aire libre, aprovechando que hemos protegido la estructura con un esmalte que resiste perfectamente las inclemencias del tiempo.