Todo sobre el maracuyá: usos, sabor y por qué enamora en la cocina
fruta exótica
Sabor intenso, corazón ácido: así conquista esta fruta tropical

El maracuyá ha conquistado a los amantes de lo exótico por su sabor único, su aroma embriagador y su versatilidad en la cocina. Te contamos cómo se come, cómo saber si está maduro y cómo sacarle partido en recetas variadas y deliciosas.
¿Sabías por qué se llama fruta de la pasión?
Aunque muchas veces se usa como sinónimo, el término fruta de la pasión no siempre se refiere exactamente al maracuyá. En realidad, maracuyá es una variedad concreta dentro del grupo de las Passifloras, mientras que 'fruta de la pasión' puede referirse también a otras variedades como la granadilla. Aun así, en muchos países -especialmente en el ámbito comercial o culinario- ambos nombres se utilizan de forma intercambiable.
El nombre de fruta de la pasión tiene un origen curioso: fueron los misioneros cristianos quienes asociaron las formas de la flor de la Passiflora con los símbolos de la Pasión de Cristo. Los estambres representaban los clavos, la corona floral la corona de espinas y así nació un nombre tan poético como equívoco.
Más allá del nombre, el maracuyá se ha ganado su fama por méritos propios. En países como Brasil o Perú se utiliza incluso como jarabe natural para dormir mejor, por su efecto relajante. Y sus semillas, además de comestibles, están cargadas de aceites esenciales con propiedades antioxidantes.
¿Dónde se cultiva el maracuyá?
El maracuyá se cultiva principalmente en climas tropicales. Brasil es el mayor productor mundial, seguido de países como Colombia, Ecuador y Perú en América del Sur. También se cultiva en otras regiones tropicales de África, como Kenia, y en países asiáticos como India. La variedad más común en los mercados internacionales es el maracuyá amarillo, por su rendimiento y acidez, ideal para zumos.

¿Qué es el maracuyá y cómo se come?
El maracuyá es el fruto de la planta Passiflora edulis, una trepadora tropical originaria de América del Sur. Se presenta en dos variedades principales:
- Maracuyá púrpura: más pequeño, de piel oscura y sabor dulce.
- Maracuyá amarillo: más grande, de piel lisa y sabor más ácido.
Ambas tienen una pulpa gelatinosa con semillas crujientes, de sabor entre dulce y ácido, muy aromática.
Para comerlo:
- Córtalo por la mitad.
- Saca la pulpa con una cuchara.
- Tómalo tal cual o úsalo en recetas: batidos, ensaladas, postres o cócteles.
Truco: si te resulta muy ácido, mézclalo con frutas dulces o un poco de miel.
El maracuyá en la cocina: mucho más que una fruta exótica
Lo que hace especial al maracuyá en la cocina es su versatilidad. Su sabor intenso, ácido y tropical lo convierte en un ingrediente ideal tanto para recetas dulces como saladas.
Un gran ejemplo es esta receta de acedías fritas con salsa de maracuyá, donde se utiliza para elaborar una salsa suave con jenjibre, limones, azúcar y mantequilla. El contraste entre la fritura crujiente del pescado y la acidez del maracuyá crea un resultado sorprendente.
Y si te gustan los postres, no te pierdas esta tarta de limón y maracuyá. Tiene una base de pasta quebrada, una crema cítrica y una cobertura fresca que equilibra dulzor y acidez a la perfección. Sencilla, tropical y adictiva.
Otras ideas para usarlo en casa:
- En smoothies con mango o yogur.
- En vinagretas para ensaladas con queso de cabra.
- En mermeladas caseras.
- Como topping de tartas de queso.
- En cócteles como el pornstar martini.

¿Cuándo está maduro el maracuyá?
El mejor truco para saber si un maracuyá está maduro es fijarse en la piel. Aunque suene raro, cuanto más arrugada y blanda esté la cáscara, más dulce y sabrosa estará la pulpa.
- Piel lisa y firme: todavía verde.
- Piel rugosa: punto óptimo.
- Muy arrugada: ideal para zumos y postres.
No te preocupes si parece feo por fuera: el maracuyá más dulce suele tener el aspecto menos fotogénico.
Cómo conservar el maracuyá
- A temperatura ambiente: si está verde, déjalo unos días para que madure.
- En la nevera: si está maduro, consérvalo en frío y consúmelo en 3-5 días.
- Congelado: puedes guardar la pulpa en cubiteras para batidos o helados.
- En conserva: su jugo o puré se conserva unos días en frascos esterilizados.
Además de sabroso, es muy completo
El maracuyá no solo es una delicia tropical: también es un alimento interesante desde el punto de vista nutricional. Tiene pocas calorías, pero es muy rico en fibra soluble, lo que ayuda a la digestión y aporta saciedad. Contiene vitamina C, que refuerza el sistema inmunitario, y vitamina A, beneficiosa para la piel y la vista.
También es fuente de potasio y magnesio, minerales esenciales para el sistema nervioso y la musculatura. Y gracias a sus antioxidantes naturales (flavonoides y betacarotenos), ayuda a combatir el envejecimiento celular.
A esto se suma su efecto ligeramente sedante, que lo convierte en un remedio tradicional contra el estrés o el insomnio leve.
El maracuyá es mucho más que una fruta tropical. Es sabor, es aroma, es cocina creativa. Y aunque a menudo se le llame también fruta de la pasión, ahora sabes que no son exactamente lo mismo. Su sabor ácido y refrescante lo convierte en un ingrediente ideal para innovar en la cocina, y sus propiedades lo hacen perfecto para quienes buscan una alimentación sabrosa y saludable.
¿A qué esperas para darle una oportunidad?