Cómo limpiar anchoas en casa: el método rápido de Karlos Arguiñano

La anchoa es un pescado muy presente en la cocina española. Se puede disfrutar sola, en ensaladas, sobre tostadas o como acompañamiento de un buen plato de pasta.
Lo ideal es consumirla fresca y en temporada, cuando comienza a aparecer en las pescaderías. A menudo se forman colas para que las pescateras, con gran destreza, las limpien al momento... Pero si no quieres esperar, sigue el método de Karlos Arguiñano para limpiar anchoas en casa. Es muy sencillo y puedes hacerlo tú mismo.
Aunque las anchoas en conserva son muy populares y fáciles de usar, muchas personas prefieren las frescas por su sabor más delicado y la posibilidad de emplearlas en una gran variedad de platos. Además, suelen ser más asequibles que las envasadas en aceite.
Es cierto que limpiar anchoas puede parecer complicado, sobre todo si no estás acostumbrado. A muchos nos intimida ver con qué rapidez y destreza lo hace la pescatera, y por eso preferimos esperar en la cola a que nos las limpien.
Por suerte, Karlos Arguiñano propone un método rápido y sencillo para hacerlo en casa, sin demasiadas complicaciones. Al principio puede que no te salgan perfectas, pero si sigues sus consejos y practicas un poco, verás que con cada anchoa mejoras. A la sexta ya te parecerá mucho más fácil.
El método rápido de Karlos Arguiñano para limpiar anchoas
El truco de Arguiñano se basa en un proceso simple y eficaz que permite limpiar las anchoas de forma rápida y sin complicaciones. A continuación, te explico cómo hacerlo paso a paso:
Para limpiar anchoas de manera eficiente, solo necesitas algunos utensilios básicos: un cuchillo pequeño y afilado, una tabla de cortar, un cuenco con agua fría (para mantener el pescado fresco) y papel de cocina (para secarlas una vez limpias).
1. Retira las vísceras de la anchoa
Coloca las anchoas sobre la tabla. Con el cuchillo, haz un pequeño corte en la parte inferior de la panza, justo debajo de la cabeza.
Después, con los dedos, aprieta suavemente la cabeza y arrástrala hacia abajo, llevándote las vísceras. Si lo prefieres, puedes enjuagar las anchoas en agua fría tras este paso.

2. Quita la espina central
Tras retirar la cabeza y las vísceras, abre la anchoa con los dedos por la parte ventral, como si fuese un libro. Localiza la espina central y, empezando desde la cabeza, tira con cuidado hasta la cola para retirarla entera. Pliega ligeramente la anchoa para soltar la espina si es necesario. Hazlo con suavidad para no romper la carne.

3. Limpiar y secar
Introduce las anchoas limpias en el cuenco con agua fría para eliminar cualquier resto de sangre o vísceras. Luego, sécalas bien con papel de cocina.
Una vez limpias, las anchoas están listas para usarse en la receta que prefieras: en ensaladas, sobre una tostada, en platos de pasta o a la plancha, donde su sabor natural se realza al máximo.

Consejos para limpiar las anchoas
Aunque el método de Arguiñano es bastante rápido, hay algunos consejos que pueden facilitar aún más el proceso.
Usa anchoas frescas
Cuanto más frescas sean las anchoas, más fácil será limpiarlas. Asegúrate de que las anchoas tengan un color brillante y no tengan mal olor, ya que esto puede indicar que no están frescas.
Mantén el pescado frío
Si no vas a limpiar las anchoas de inmediato, guárdalas en la nevera y enjuágalas bajo agua fría antes de empezar el proceso de limpieza.
Hazlo con calma
Aunque el proceso es rápido, es importante hacerlo con cuidado para no desgarrar la carne de las anchoas o perder sus pequeñas espinas. Tómate tu tiempo para asegurar que el producto quede limpio y listo para su uso.
Cómo conservar las anchoas limpias
En el nevera
Si no vas a utilizar las anchoas inmediatamente, puedes guardarlas en la nevera. Colócalas en un recipiente hermético con papel absorbente en el fondo para evitar que la humedad se acumule. Consume las anchoas dentro de 1-2 días para mantener su frescura.
En vinagre (escabeche)
Una forma de preservar las anchoas durante más tiempo es marinándolas en vinagre. Coloca las anchoas limpias en un recipiente, cúbrelas con vinagre blanco y un poco de sal. Déjalas reposar durante unas horas en el refrigerador. Este método conserva las anchoas durante una semana o más.
Congelación
Si deseas conservar las anchoas limpias por más tiempo, puedes congelarlas. Coloca las anchoas limpias y secas en una bandeja y congélalas en una sola capa. Una vez congeladas, puedes guardarlas en una bolsa de congelación o en un recipiente hermético. Las anchoas congeladas se pueden conservar hasta 3 meses. Para descongelarlas, simplemente colócalas en el refrigerador durante varias horas.
En qué recetas puedo usar las anchoas limpias
Las anchoas limpias se pueden usar en una amplia variedad de recetas. Son perfectas para hacer una ensalada de anchoas marinadas con pimientos rojos y patatas o una deliciosa ensalada de pasta con anchoas. Puedes usar cualquier tipo de pasta como el clásico espagueti o las que tienen forma de espiral.
También son perfectas para unas tostas, como unas anchoas con fritada. Otra alternativa es una pizza de anchoas frescas. Simplemente úsalas como ingrediente principal sobre la base de pizza con tomate y queso.
Las anchoas también se utilizan para hacer salsas como la salsa puttanesca, donde se combinan con aceitunas, alcaparras, tomate y ajo, o para elaborar patés de anchoas para untar en pan.
Y la versión favorita que conquista a todos: las anchoas rebozadas con salsa de piquillos. Quedan jugosas por dentro y crujientes por fuera. Son tan deliciosas como aperitivo como las anchoas al vapor o las anchoas en vinagreta.