¿Se te ha estropeado el horno y no sabes qué modelo comprar?, ¿te vuelves loco/a leyendo las características de los electrodomésticos, sin saber realmente para que sirve cada una de ellas y si necesitas todas esas funciones?, ¿quieres un horno básico, pero eficaz; ya que apenas lo usas? o ¿te gusta mucho la repostería y usas mucho el horno?
No es lo mismo usar el horno de forma muy ocasional para hacer pizza o preparar bizcochos, que utilizarlo habitualmente para la elaboración de todo tipo de recetas de pescado, carne, repostería, panes, masas…
En función del uso que le queramos dar, nos convendrá más fijarnos en unas características u otras. En este artículo, os ayudaremos a elegir el horno que mejor se adapte a vuestras necesidades, sin gastar dinero en funciones que no necesitamos y que ni siquiera vamos a usar:
Aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un horno:
1. El calor:
En el tema del calor, diferenciamos entre hornos convencionales y multifunción. Los hornos convencionales tienen dos resistencias, una arriba y otra abajo. Permiten cocinar sólo en una bandeja. Y se recomiendan para personas que realizan un uso esporádico del mismo.
Los hornos multifunción también tienen dos resistencias, arriba y abajo. La principal diferencia es que disponen de un ventilador trasero que distribuye el calor de forma más homogénea. Permite cocinar en dos niveles sin que se mezclen olores ni sabores. Son muy eficientes, ya que calientan el horno un 30% más rápido que los hornos convencionales.
2. Consumo energético:
Los electrodomésticos son responsables de gran parte del gasto energético en una casa. Para reducir tus facturas, elige electrodomésticos eficientes y utilízalos con responsabilidad.
Todos los hornos llevan una etiqueta de eficiencia energética que mide la eficiencia energética en una escala de A+++ (mayor eficiencia) a D (menor eficiencia).

3. Apertura de la puerta:
Diferenciamos tres tipos de aperturas: hacia abajo (abatible), apertura lateral o con carro extraíble.
Los dos primeros tipos de apertura son los más convencionales. La decisión final entre ambos es una cuestión de gustos. La única diferencia radica en que un horno con apertura abatible se abre hacia abajo ejerciendo fuerza hacia uno mismo y uno con apertura lateral se abre hacia un lado como si de una puerta se tratase.
La apertura con carro extraíble permite introducir los alimentos con mucha facilidad. Sin embargo, también tiene sus contras, ya que al abrirlo expones los alimentos al frío y la temperatura del horno baja considerablemente.
En cualquier caso, recomendamos no abrir la puerta del horno en demasiadas ocasiones, ni por mucho tiempo, mientras el horno está en marcha.

4. Limpieza:
Dependiendo del uso que le des al horno, necesitarás o no un sistema de limpieza. En caso de no realizar un uso continuado del mismo, no lo consideramos una función necesaria. Pero, si, por el contrario, utilizas el horno habitualmente puede que esto te interese, ya que te permitirá ahorrar mucho tiempo en la cocina y es muy cómodo.
El sistema de autolimpieza más común se llama pirólisis. El horno se pone a 500 grados y desintegra la suciedad, convirtiéndola en cenizas. Una vez listo, tan sólo tendrás que retirar las cenizas con ayuda de una bayeta.
El punto negativo de este tipo de sistemas de autolimpieza es que consumen mucha energía. Sin embargo, no es algo que vayamos a usar a diario. Las limpiezas exhaustivas de este tipo suelen realizarse cada mes o dos meses.
En función del uso que le des al horno, deberás valorar si se trata de algo a tener en cuenta a la hora de comprar el horno o no.
