Receta de Karlos Arguiñano de pisto a la bilbaína, un plato elaborado con cebolla, pimiento, calabacín y huevos revueltos.
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Karlos Arguiñano, 27 de enero de 2014
Ensaladas y verduras
Receta de Karlos Arguiñano de pisto a la bilbaína, un plato elaborado con cebolla, pimiento, calabacín y huevos revueltos.
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Karlos Arguiñano, 27 de enero de 2014
Corta las cebollas en dados y ponlas a pochar en una cazuela amplia con un poco de aceite. Sazona y cocina durante 10 minutos aproximadamente. Añade los pimientos verdes cortados en dados. Deja pochar durante otros 10 minutos. Limpia el calabacín, córtalo en dados e incorpóralo.
A los 10 minutos, cuando estén las verduras bien pochadas, añade la salsa de tomate.
Bate los huevos, agrégalos a la verdura, retira la cazuela del fuego y remueve hasta que cuaje.
Con un cuchillo de sierra retira la corteza a las rebanadas de pan y corta cada una en 4 triángulos. Fríelos por los 2 lados en una sartén con aceite. Escúrrelos sobre un plato cubierto con papel de cocina. Después, pasa la punta por perejil picado.
Sirve el pisto a la bilbaína y acompáñalo con los triángulos de pan frito.
Elige calabacines pequeños o medianos que sean compactos, firmes al tacto, sin manchas en la piel y pesados en relación con su tamaño. Te aconsejo que rechaces los calabacines excesivamente grandes porque suelen tener demasiadas pepitas y una carne menos tierna.
El origen del pisto posiblemente esté relacionado con una cocina elaborada por campesinos, que aprovechaban los productos de la huerta que tenían a mano para cocinar. Por esta razón, las verduras empleadas suelen variar enormemente dependiendo de la zona, de la temporada y de los gustos locales, etc. No obstante, se puede decir que siempre lleva tomate y pimiento, y es frecuente que lleve cebolla, ajo, calabacín, etcétera.