Postre cremoso
Mahalabia, receta de natillas libanesas de Karlos Arguiñano
Un postre suave y fácil elaborado con leche, harina de maíz, agua de azahar y pistachos
Receta de mahalabia de Karlos Arguiñano, una natilla libanesa sin huevo, muy sencilla de preparar. Es el cierre perfecto de una comida, gracias a su sabor delicado, aromatizado con agua de azahar y decorado con pistachos troceados.
También conocida como mouhalabieh, mahalabiya, muhallabia o simplemente natilla árabe, este postre se consume en numerosos países de Oriente Medio, no solo en Líbano. Su textura es más densa que la de las tradicionales natillas españolas, aunque su sabor recuerda al del roscón de Reyes.
Índice de contenidos
Ingredientes
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400 mililitros de leche entera
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80 gramos de azúcar
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40 gramos de harina de maíz refinada
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100 mililitros de nata líquida (35% materia grasa)
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30 mililitros de agua de azahar
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20 gramos de pistachos pelados
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hojas de menta
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
5 m
Cocinado
15 m
Tiempo total
20 m
Alérgenos
Leche
Frutos de cáscara
Paso a paso
Disuelve la harina refinada de maíz en leche
Pon la harina de maíz refinada en un bol, vierte la mitad de la leche y mezcla bien hasta que la harina se disuelva.
Calienta la mezcla con azúcar a fuego suave
Pon el resto de la leche con el azúcar en una cazuela y ponla a calentar hasta que el azúcar se disuelva.
Agrega la mezcla anterior y cocina los ingredientes a fuego suave-medio (sin dejar de remover) hasta que espese y adquiera una consistencia parecida a la de las natillas.
Incorpora la nata y el agua de azahar y mezcla bien
Aparta la cazuela del fuego, incorpora la nata y el agua de azahar, mezcla bien hasta que los ingredientes se integren.
Reparte las natillas en 4 vasos y deja que se templen.
Sirve la mahalabia con pistachos
Salpica los vasos con los pistachos y decóralos con unas hojas de menta.
Consejos y trucos
Antes de incorporar la harina de maíz al calor, es importante disolverla bien en un líquido frío. Esto evita la formación de grumos y garantiza que la natilla tenga una textura suave y sedosa.
Las natillas libanesas tradicionales se aromatizan con agua de azahar, aunque puedes reemplazarla por agua de rosas o cualquier otra esencia que prefieras.
Si no te agradan los pistachos, puedes decorar el postre con otros frutos secos a tu gusto. También puedes añadir miel, gotas de chocolate, trocitos de galleta o frutos secos caramelizados.