Tres formas geométricas que te ayudarán a colgar cuadros con estilo

Trucos decorativos

Colgar cuadros no es solo decorar: estas 3 formas geométricas harán que tu pared destaque con estilo

Salón con cuadros colocados en forma de rombo.
Salón con cuadros colocados en forma de rombo.

¿Te cuesta decidir cómo colocar cuadros en la pared del salón? A veces encontrar la simetría adecuada o el equilibrio decorativo no es nada fácil. En muchas ocasiones tenemos obras preciosas, láminas o fotos con mucho potencial, pero al colgarlas... algo falla. ¿Están demasiado separadas? ¿Demasiado altas? ¿Desordenadas?

Hoy vamos a enseñarte unos trucos que te ayudarán a colgar cuadros con estilo en tu salón con los consejos de la influencer de decoración Megan (@mm_fave), que da con la clave perfecta: usar formas geométricas como guía para distribuir los cuadros.

Triángulo, diamante (o rombo) y línea horizontal, esas son las figuras simples que se convierten en herramientas visuales para transformar una pared vacía en una composición con estilo y personalidad.

Si te intriga cómo hacerlo, aquí te contamos todo lo que necesitas saber para aplicar esta idea en tu propio salón.

Por qué funciona usar formas geométricas

No hace falta ser profesional de la decoración para combinar los cuadros de forma equilibrada.

Utilizar composiciones geométricas te ayuda a crear orden visual y a transmitir una sensación simetría y elegancia, aunque los cuadros sean distintos entre sí.

Las formas geométricas guían al ojo y evitan la sensación de desorden. Además, sigues una forma definida, te permitirá mezclar estilos, tamaños e incluso colores de marcos, y todo encaja como por arte de magia.

Formas que puedes usar para colgar cuadros en el salón

A continuación, te contamos las distribuciones más efectivas que propone Megan y por qué funcionan. No necesitas mil cuadros, herramientas complicadas ni aprenderte mil teorías decorativas, solo un poco de planificación.

Composición en triángulo

Esta composición es perfecta para paredes pequeñas o zonas encima de un mueble o sofá.

Puedes hacerlo de varias formas, utilizando tres cuadros del mismo tamaño o uno más grande como elemento central.

Salón con cuadros con distribución en forma de triángulo.
Salón con cuadros con distribución en forma de triángulo. | Megan @mm_fave (Instagram)

Si tienes un cuadro más grande o llamativo colócalo en el centro y ve añadiendo piezas más pequeñas hacia los lados, formando un triángulo imaginario. Este tipo de composición aporta estilo y modernidad sin desorden.

Composición en diamante

La composición en diamante o rombo es clave para espacios centrales o sin muebles debajo.

Aquí se trata de colocar un cuadro central como punto de partida y añadir otros alrededor formando un rombo. Este tipo de diseño da una sensación simétrica muy equilibrada, perfecta si te gusta que todo “cuadre” pero, a la vez, quieres una decoración actual, diferente y personal.

Salón con cuadros con distribución en rombo o diamante.
Salón con cuadros con distribución en rombo o diamante. | Megan @mm_fave (Instagram)

Mantén distancias similares entre los cuadros para reforzar el efecto de diamante.

Distribución horizontal

La distribución horizontal es estupenda para decorar salones con sofás largos, zonas de paso y también dormitorios.

Consiste en alinear varios cuadros siguiendo una línea imaginaria horizontal. Puedes jugar con alturas y tamaños, pero todos deberían mantener un eje común, ya sea superior, inferior o central. El resultado es ordenado y elegante.

Salón con cuadros con distribución horizontal.
Salón con cuadros con distribución horizontal. | Megan @mm_fave (Instagram)

Esta disposición también es genial para estilizar paredes anchas, bajar visualmente los techos y para transformar rincones muertos en espacios artísticos.

Consejos claves antes de colocar los cuadros

Colocar cuadros parece sencillo… hasta que hay que hacer agujeros. Aquí tienes algunos trucos para evitar sustos mientras distribuyes tus ilustraciones, pinturas y fotos en la pared de tu hogar.

Planifica antes con cinta de pintor

Marca en la pared la forma que quieres con cinta de carrocero (que no tenga demasiada adherencia). Así puedes mover, medir y ajustar sin hacer ni un agujero. Utiliza un metro y un nivel para marcar la forma geométrica correctamente y que tus cuadros no queden torcidos.

Usa marcos que hablen entre sí

No hace falta que sean idénticos, pero sí que compartan algún rasgo: el color, el grosor o el estilo. Eso mantendrá la coherencia visual.

Aprovecha la luz

La iluminación lo cambia todo. Si tienes una lámpara cerca, intégrala en la composición. Si no, puedes añadir luz indirecta para destacar los cuadros.

Controla también la luz natural: si la pared recibe mucha claridad, quizá te convenga elegir marcos con cristal antirreflejos.

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