Vasos, platos, taza, etc. a la hora de sentarnos en la mesa usamos infinidad de utensilios, algunos de ellos muy especiales. Sólo tenemos que buscarles una buena ubicación en nuestro hogar. Una alacena es la solución.
La alacena la decoraremos con un estilo rústico, cálido y agradable, de manera que podremos colocarla en la cocina o en el comedor. En las puertas pondremos rejilla de conejera para poder contemplar y disfrutar de esas piezas de menaje tan especiales.
Herramientas
- grapadora
- lija de mano
- espátula
- paletina y rodillo
Materiales
- 1 kit para montar una alacena (o reciclamos un módulo de algún viejo mueble)
- selladora
- esmalte satinado color teja
- pintura plástica
- betún de Judea
- barniz incoloro
- rejilla de gallinero
- papel de empapelar
- tiradores
- cola de empapelar
- masilla tapagrietas
Cómo hacer una alacena rústica paso a paso
Herramientas
Utilizaremos estas herramientas para darle un toque renovado a la alacena.
Materiales
¡Y estos serán los materiales! Conseguiremos una alacena renovada y original.
Paso 1
Desmontamos las baldas de la alacena y extendemos con una espátula masilla tapagrietas para eliminar las imperfecciones de la superficie, bien agujeros o rasguños ocasionados por el uso.
Paso 2
Una vez que la masilla tapagrietas se haya secado, aplicamos con el rodillo una mano de selladora (la imprimación para que la pintura se adhiera después mejor) tanto en el mueble como en la balda.
Paso 3
Cuando la selladora se haya secado, pintamos con esmalte satinado de color teja. Aplicamos dos manos de esmalte con una paletina, esperando a que la pintura se seque bien entre capa y capa. Es interesante que se aprecien los brochazos, que la pintura no tenga un acabado homogéneo.
Paso 4
Para darle aspecto rústico y que parezca que la alacena es antigua, lijamos con lija fina para madera haciendo especial hincapié en los cantos y bordes del mueble; así, dejaremos entrever las diferentes tonalidades que hay por debajo del esmalte: el blanco de la selladora y el propio color natural de la madera.
Paso 5
Eliminamos con un paño el polvo que hayamos producido al lijar y aplicamos betún de Judea por toda la superficie; de esta forma aumentaremos el efecto envejecido. Lo aplicamos con una paletina y lo extendemos con un paño.
Paso 6
Una vez que hayamos cambiado el aspecto exterior de la alacena, forramos el interior del mueble. Extendemos cola de empapelar en el papel con una paletina ancha y vamos pegando las tiras sobre el fondo presionando con un paño para eliminar las burbujas de aire.
Paso 7
Para proteger el papel y aumentar su resistencia, lo cubrimos con una mano de barniz incoloro; un barniz que aprovechamos para aplicar en todo el mueble, dándole así brillo a toda la superficie.
Paso 8
El hueco del frontal de las puertas lo cubrimos con rejilla de gallinero, muy propia del estilo rústico que pretendemos y que nos dejará ver las piezas de menaje que expondremos dentro. Para fijar la rejilla la grapamos por la cara interior de las puertas.
Paso 9
El mueble está preparado para colocar la balda, que hemos pintado y envejecido igual que el mueble, sobre los soportes. Para poder abrir y cerrar nuestra alacena necesitamos dos tiradores que combinen con el mueble; podemos escoger piezas que imiten a la porcelana antigua. Los colocaremos con sus correspondientes tornillos.
Paso 10
¡Y listo! Ahora solo tenemos que colocarla en la pared y comenzar a colocar en su interior los utensilios de cocina.