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Economía

7 beneficios de una caldera de condensación

Una caldera de condensación es uno de los equipos para calefacción más eficientes del mercado. Esta caldera incorpora una serie de innovaciones para la disminución de los gases tóxicos a la atmósfera, así como, un aumento de la eficiencia, confort y la seguridad en nuestra vivienda.

Debido a las imposiciones de Europa para conseguir sistemas cada vez más eficientes, con el objetivo de disminuir las necesidades energéticas y alcanzar la descarbonización total en el año 2050, desde el año 2015 solamente pueden fabricarse las calderas de condensación. De esta forma, las calderas atmosféricas, las estancas normales y las calderas de bajo NOx están desapareciendo paulatinamente. Y, al mismo tiempo, han quedado solo las calderas de condensación, ya que han mejorado la eficiencia energética de los modelos anteriores para generar calefacción y agua caliente sanitaria.

En definitiva, las calderas de condensación son una evolución de las calderas de gas estancas, con un diseño adaptado para aprovechar mejor la energía calorífica que se genera en la combustión. Su funcionamiento consiste en aprovechar el calor que se genera, al enfriar el vapor de agua que contiene el humo de la condensación.

En las calderas atmosféricas y estancas normales los humos evacuados pueden alcanzar incluso 150ºC evitando condensaciones y facilitado la salida de los humos. Con los humos se expulsa también vapor de agua hacia el exterior, que contiene un calor latente que es desperdiciado, y que las calderas de condensación si aprovechan.

1. Eficiencia energética alta

Las calderas de condensación son las calderas más eficientes debido al aprovechamiento de la energía térmica contenida en los humos de escape de la combustión. Comparando una caldera mural estanca de gas que se instalaban hasta hace poco, y una caldera de condensación, vemos que la diferencia de rendimiento es relativamente importante.

Considerando un ejemplo práctico, para una caldera mural mixta estanca de 20 kW, el rendimiento de combustión debe estar entre un 70% y un 90% según marca la directiva 92/42/CEE, y tiene una potencia tanto de calefacción como de ACS modulante de 7.000 a 20.000 kcal/h.

En cambio, en una caldera de condensación, y similares características, la tecnología de condensación que se caracteriza por la utilización de premezcla de aire-gas que permite unas mejores prestaciones y un rendimiento energético de hasta el 109,8%. Y la potencia suministrada por la caldera es modulante con un rango de uso de 4.128 a 20.640 Kcal/h.

2. Mejor regulación en función de la demanda

En las calderas convencionales, la temperatura de los humos y del agua de la caldera, está por encima de la temperatura de rocío de los gases. Por ello, los humos salen con toda su energía calorífica y los restos de la combustión. Esta circunstancia les impide ajustarse eficazmente a las variaciones de la demanda de consumo de agua caliente.

Como ya hemos explicado, esto no ocurre con las calderas de condensación, ya que se aprovecha la energía de los humos, absorbiendo gran parte de su temperatura y generando condensación con restos de la combustión, y al mismo tiempo baja la temperatura de los humos por debajo de la temperatura de rocío.

Esto hace que la humedad contenida en los humos se condense y desprenda más temperatura, que es aprovechada por el agua que entra en la caldera para la calefacción o el agua caliente sanitaria.

Caldera estanca vs caldera de condensación

3. Más silenciosas

Las calderas de condensación funcionan sin paradas, es decir, van modulando su llama en función de la demanda, y de esta forma es posible evitar el sonido explosivo típico de las calderas tradicionales cuando se demanda agua caliente y la caldera se enciende y se apaga.

Además, el ventilador que inyecta la mezcla de aire-gas, es también modulante, por lo que se adapta a la cantidad de combustible que quemamos, y por ello es más silencioso.

Esta forma de trabajar es muy parecida a la tecnología invertir de los aires acondicionados, de forma que el funcionamiento siempre es más suave, sin tantas paradas y arranques que siempre son muy bruscos, provocan un consumo de energía mayor, hacen más ruidos, y aceleran el envejecimiento de los equipos, necesitando un mayor mantenimiento.

4. Ahorro en la factura de gas

Gracias al aprovechamiento del calor de los humos, unido a la posibilidad de modular la llama en el quemador, es decir a modular el consumo de gas en función de la temperatura de entrada del agua, las calderas de condensación son capaces de conseguir un ahorro que está entre el 25 y el 30 % del consumo de energía, con respecto a una caldera tradicional.

Esta circunstancia hace que, en el consumo mensual de gas, para nuestra calefacción y agua caliente sanitaria, se consiga un ahorro respecto al consumo que haría una caldera estanca normal de similares características. Y por ello se puede decir que, al cambiar una caldera por otra, en pocos años esta amortizado su coste.

5. Reducción de emisiones contaminantes

Como ya hemos comentado al condensarse la humedad que contienen los humos de la combustión, las gotas de condensación arrastran consigo parte de los restos de esa combustión, partículas de carbonilla, con el azufre que contienen los gases combustibles, y otras suciedades que son contaminantes. Gracias a esto las calderas de condensación reducen hasta en un 70%, las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) y dióxido de carbono (CO2).

Gracias a este proceso los humos de la combustión bajan considerablemente de temperatura, hasta una temperatura que ronda los 45°C o incluso menor. Esto ha favorecido el desarrollo y fabricación de chimeneas para los humos de materiales plásticos, más económicos y fáciles de trabajar que las anteriores chimeneas metálicas.

En España la sustitución de las calderas atmosféricas y estancas, por la instalación de calderas de condensación, ayudaría a reducir enormemente las emisiones de gases contaminantes, provocan la lluvia ácida y el efecto invernadero de nuestra atmosfera.

Beneficios de la caldera de condensación

6. Facilidad de instalación

Los fabricantes han desarrollado plantillas de sujeción para facilitar la instalación de las calderas de condensación, aunque no son las primeras. De esta forma, la plantilla con un peso muy pequeño es atornillada a la pared con gran facilidad. Estas plantillas disponen de unas pestañas que sobresalen y encajan con unas pequeñas aperturas en la parte posterior de la caldera.

De esta forma una persona sola, puede atornillar la plantilla metálica a la pared, y posteriormente colgar la caldera con cierta facilidad. Para posteriormente realizar las conexiones de tuberías de agua caliente, calefacción, gas y la salida de humos.

7. Ayudas y subvenciones

Las calderas de condensación hasta el momento tienen la ventaja de las ayudas o subvenciones que algunas Comunidades Autónomas, como equipos de calefacción que mejoran el rendimiento energético de las viviendas.

Estas ayudas no tardarán en desaparecer, pero mientras algunas administraciones las consideren como un elemento de mejora dentro de la calificación energética de las viviendas, nos podremos aprovechar de ellas.

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