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Economía

¿Qué es mejor hacer con la ‘extra’ de verano?

Los afortunados que hayan cobrado (o estén pendientes de recibir) la paga extra de verano estarán planeando ya qué hacer con ese dinero. Lo más común es usarlo para cubrir una parte de los gastos propios de las vacaciones, pero si hemos conseguido ahorrar algo más durante lo que va de año, quizás nos planteemos emplear ese dinero para amortizar una parte de nuestra hipoteca o invertirlo para sacarle algo de rentabilidad mientras los intereses de estos préstamos sigan siendo bajos por culpa del euríbor en mínimos históricos. Desde el comparador bancario HelpMyCash.com analizan qué opción es más conveniente en función del perfil de cada uno.

Para personas poco tolerantes al riesgo

Si somos de los que preferimos tomar pocos riesgos con nuestro dinero, desde HelpMyCash.com recomiendan calcular cuánto ahorraríamos con una amortización parcial de la hipoteca y con un depósito a corto plazo. Para ello, deberemos tener presente no solo el interés del préstamo hipotecario y del depósito, sino también las posibles comisiones por reembolso anticipado del primer producto y la retención tributaria sobre la rentabilidad del segundo.

Imaginemos, por ejemplo, que contratamos en enero de 2016 una hipoteca de 150.000 euros a 25 años y queremos adelantar 5.000 euros en agosto. Si llevamos todo ese tiempo pagando un interés del 0,90%, nos ahorraremos 1.035,64 euros gracias al reembolso anticipado, siempre que lo usemos para rebajar el plazo y los tipos se mantengan estables.

En cambio, si preferimos invertir ese dinero en un depósito al 1,5% a 12 meses, pasado ese año habremos ganado 60,75 euros netos. Y usando los 5.000 euros recuperados al vencimiento para amortizar una parte de la hipoteca, nos ahorraremos 981,79 euros (menos que en el caso anterior por haber hecho el reembolso un año después). A la cifra anterior podremos sumar el retorno del depósito para tener un total de 1.042,54 euros. Como vemos, nos habrá salido más a cuenta la inversión, especialmente si tenemos en cuenta que, si el euríbor vuelve a subir dentro de unos pocos años, el ahorro obtenido por adelantar capital posteriormente sería aún mayor.

Sin embargo, desde el comparador avisan de que, actualmente, el interés de los depósitos a corto plazo se sitúa muy por debajo del 1% en la mayoría de los casos. Aunque matizan, eso sí, que hay algunas cuentas que ofrecen una rentabilidad de hasta el 5% sobre el saldo durante el primer año. Por ello, estos productos pueden ser una mejor opción que un depósito al uso.

Para personas más tolerantes al riesgo

Si no necesitamos ahora mismo ese dinero y no nos importa correr riesgos mayores, podemos invertirlo en productos con una rentabilidad estimada mucho mayor que un depósito: en fondos de inversión, acciones, divisas extranjeras… Cuanto más alto sea el riesgo de la inversión, mayor retorno podremos obtener si la cosa sale bien.

No obstante, eso también implica que podemos no ganar nada o hasta perder dinero si la inversión no nos sale bien. Por ello, esta opción no es nada recomendable si no tenemos experiencia en inversiones y/o si preferimos no arriesgar la suma de dinero que hemos conseguido ahorrar a lo largo del año.

Para personas que puedan desgravar la hipoteca

Los que pueden practicar la deducción por adquisición de vivienda habitual (los que la compraron antes de 2013) merecen un capítulo aparte.

Si pertenecemos a este grupo, nos podemos desgravar hasta el 15% de lo que paguemos durante el año por la hipoteca. Ahí entra tanto lo abonado en cuotas como los adelantos de capital que hagamos mediante amortizaciones parciales o totales. Esa deducción del 15% es mucho más elevada que la rentabilidad que podemos obtener de los productos de inversión con poco riesgo y, probablemente, también de los que suponen un riesgo mayor.

En consecuencia, si podemos desgravarnos la hipoteca, lo más aconsejable es que utilicemos la paga extra de verano más lo que tengamos ahorrado para adelantar una parte del crédito. Hay que decir, eso sí, que la deducción se puede aplicar sobre un máximo de 9.040 euros, así que podemos desgravarnos 1.356 euros como mucho. Por ello, lo ideal es amortizar lo justo para no superar esa cifra e invertir lo que nos sobre para obtener algo de rentabilidad. De esta manera, nuestro ahorro será todavía mayor.