La primavera nos presenta la oportunidad perfecta para disfrutar de los planes fuera de casa. Los paisajes se llenan de color y vida ofreciéndonos un escenario perfecto para disfrutar junto a la familia. Los más pequeños pueden jugar al aire libre a la vez que, descubren y aprenden de todo lo que les rodea.
A continuación, te dejamos unas ideas muy interesantes para organizar una gymkana en la naturaleza en la que puedan participar todos los miembros de la familia y los más pequeños se diviertan mientras aprenden.
1. Juego de los 5 sentidos
Solo tenemos que prestar un poco de atención para darnos cuenta de todo lo que nos rodea. Este reto se trata de poner a prueba los cinco sentidos para reconocer el entorno e incitar a que los más pequeños presten atención a los detalles. Es decir, se divide el juego en pequeños retos para poner a prueba cuatro de los cinco sentidos en grupo o individualmente:
Sentido del tacto
Recoged varios objetos que encontréis. Pueden ser cortezas de árbol, hierba, alguna flor, algún fruto, semillas, hojas de los árboles...
La persona que tenga que superar la prueba deberá acertar qué está tocando. Si es demasiado sencillo, se puede añadir un nuevo nivel de dificultad con una nueva norma: no se pueden utilizar las manos para tocar. El reto consistirá en adivinar que objeto es a través del tacto de la cara o brazos. ¡Pero cuidado! Se debe prestar atención a las plantas elegidas, no vayan a ser venenosas.

Sentido del olfato
Del mismo modo que con el tacto, el juego consistirá en acertar utilizando, esta vez, solamente con el sentido del olfato y con los ojos cerrados. Por ejemplo, recoged plantas con olores característicos, como el pino o el eucalipto o, simplemente un poco de tierra.
Este último es un poco más difícil de identificar, pero se puede ser creativo y ver que realmente existen muchos más olores a nuestro alrededor que no percibimos al no prestarles atención.
Sentido de la vista
Este es uno de los juegos más educativos en cuanto a hacer que los niños reparen en los detalles que los rodea. Aquí se nos ocurren dos posibles juegos:
- Alguien dice un color y quien lo encuentre primero es el ganador. Por ejemplo, los participantes tendrán que buscar el color rojo, el cual podrán encontrar en flores o frutos.
- Quien encuentre más objetos de un color gana.
Sentido del oído
Prueba de habilidad, ¿quién puede escuchar y reconocer un mayor número de animales distintos en nuestro alrededor? ¡La diversión está servida!
¿A quién no le gustan las aventuras? A los niños, desde luego, ¡les encantan!
Aquí recomendamos que los niños vayan siempre con un adulto, pero de manera que sientan que ellos llevan el control. Proporcionales una brújula para que se sientan verdaderos exploradores, un mapa y un objetivo. Haz que se guíen ellos solitos (siempre bajo supervisión) de un punto a otro y descubran todo un mundo en el trayecto.

3. La búsqueda del tesoro
Puedes conectar este juego con el anterior. Ponles objetivos en el mapa, puntos donde escondas pequeños tesoros que los niños (y no tan niños) deban encontrar.
Este juego se puede hacer también sin mapa. Lo que se busca es determinar una zona concreta ¡y que empiece la búsqueda! Puedes esconder uno o varios tesoros, dar pistas o no, ir en grupo o individualmente... adaptar el juego a la zona, edad o participantes.
4. Recolectores
Antes de continuar, nuestra mentalidad ECO nos obliga a darte una recomendación: Procura no arrancar plantas o deformar el entorno en este tipo de juegos. Se pueden hacer juegos en la naturaleza sin perturbarla ni dañarla.
Por ejemplo, se puede recolectar las distintas hojas que ya hayan caído de los árboles o distintos frutos (en otoño este juego puede ser todavía más interesante con la variedad de colores de las hojas). Aquí se puede volver a poner las reglas que os parezcan bien, ya sea recolectar por colores, cantidad u origen.
Si quieren organizar hacerlo más creativo, les proponemos una recolección de objetos de "supervivencia". Aprovechen la imaginación y recojan los objetos que puedan ser de utilidad para sobrevivir solos en la naturaleza. Luego cada uno que cuente cómo lo haría y para qué utilizaría cada objeto, ¡gana el más original!

5. Preparados, listos... ¡ya!
El espacio abierto es perfecto para jugar a una gran variedad de juegos tradicionales. El escondite, las carreras, el pilla-pilla, etc. Aprovechen el entorno para adaptarse a él: los árboles para esconderse, el campo abierto para correr...

6. El juego de la confianza
Este juego consiste en diseñar un recorrido con pequeñas pruebas como las de reconocer animales con solo oírlos. Por ejemplo, uno tendrá que taparse los ojos y confiar en que sus compañeros le guíen lo mejor posible, ya sea por voz, palmadas y otros ruidos.
La persona que recorra y supere todo el circuito en menos tiempo y haciendo uso de las instrucciones de sus compañeros, ¡gana!
7. Relajarse con juegos en círculo
Y después de tanto correr, ¡toca relajarse un poco! Se trata se sentarse en grupo y jugar a algo más tranquilo. Están las clásicas historias originales, la imitación de animales o los juegos de cadena sobre un hilo de palabras (colores del bosque, por ejemplo) y quién repita alguna que se haya dicho, pierde.
La variedad de este tipo de juegos es tan extensa como los gustos.

Sobre la Gymkana o Yincana
La Yincana (Gymkana, gymkhana) es un juego colectivo en el que los participantes se dividen en equipos para jugar. No necesariamente se trata de participar en equipos, sino de saber moverse en un entorno natural. Los escenarios clásicos siempre son al aire libre y, en los retos, generalmente se pone a prueba el ingenio, la habilidad física y deportiva de los participantes.
Por su propia naturaleza, una yincana es apta para todos los públicos. De hecho, es muy habitual que se organicen yincanas para despedidas de solteras/os y como actividades para mejorar la actitud de equipo de una empresa.
Por último, solo nos queda decirte: Disfruta de la primavera y el verano en la naturaleza, descubriendo la diversión en familia o amigos.