El secreto de las plantas parásitas, ¿cómo se alimentan de otras?

¿Sabías que existen plantas que no pueden vivir por sí solas y dependen completamente de otras para sobrevivir? Algunas ni siquiera tienen clorofila ni raíces propias. Descubre cómo estas especies han evolucionado para robar nutrientes y prosperar en la naturaleza.
¿Qué es una planta parásita?
Según la RAE, un parásito es un organismo animal o vegetal que vive a costa de otro de distinta especie, alimentándose de él y depauperándolo sin llegar a matarlo. Proviene del latín parasītus, y este del griego παράσιτος (comensal o gorrón). En español, el acento se basa en el étimo griego.
En el mundo vegetal, este término hace referencia a aquellas especies que dependen de otras plantas para sobrevivir, alimentándose de ellas.
Las plantas parásitas, al igual que los animales, son heterótrofos, lo que significa que no pueden elaborar su propia materia orgánica y necesitan obtenerla de otro organismo. Esos otros son los autótrofos, seres capaces de producir su propia materia orgánica a partir de sustancias simples inorgánicas, como los minerales.
Tal y como menciona Jesús Monedero Ramos en Plantas parásitas (Ababol, n.º 48), estas especies han desarrollado mecanismos especializados para extraer nutrientes de sus hospedadores.
Como hemos mencionado en otros artículos, la mayoría de las plantas verdes utilizan la clorofila para realizar la fotosíntesis, el proceso imprescindible para obtener la energía que necesitan para sus funciones vitales.
Subcategorías de plantas parásitas
Sin embargo, las plantas parásitas no tienen clorofila, no realizan la fotosíntesis ni son verdes. Dentro de este grupo, se pueden distinguir subcategorías según el tipo de parasitismo que practican, que puede ser total o parcial.
Tal y como explica el biólogo Manuel Gras, aunque existen otras subcategorías, las más comunes son las holoparásitas obligadas, que dependen completamente de su hospedador debido a que carecen de clorofila y no pueden realizar la fotosíntesis, y las hemiparásitas, que combinan el parasitismo con una cierta capacidad fotosintética.
Ejemplos de plantas parásitas
Muérdago

El muérdago (Viscum album) es una planta hemiparásita que se adhiere a las ramas de los árboles. Aunque realiza algo de fotosíntesis, depende de estos árboles para obtener agua y nutrientes.
Produce frutos pequeños, generalmente blancos o amarillentos, que se han convertido en un emblema típico de la época navideña.
Cuscuta

Las plantas del género Cuscuta (Cuscuta spp.) son parásitas que carecen casi completamente de hojas verdes. Dentro de estas especies encontramos tanto holoparásitas obligadas (que no pueden realizar fotosíntesis en absoluto) como hemiparásitas (que, aunque parasitan a otras plantas, tienen cierta capacidad para realizar fotosíntesis).
Rafflesia arnoldii

La flor cadaver (Rafflesia arnoldii) es una planta famosa debido a que es la que cuenta con la flor más grandes y apestosa del mundo. Es una especie completamente holoparásita, es decir, que no realiza fotosíntesis y depende totalmente de su hospedador para obtener los nutrientes que necesita.
Balanophora

La balanophora (Balanophora fungosa) es una planta que podría confundirse con una seta curiosa del bosque, pero en realidad es una planta parásita que no realiza fotosíntesis. Se alimenta de las raíces de otras plantas y crece en las raíces de los árboles de la selva tropical
Striga

La Striga (Striga hermonthica) es una planta que visualmente resulta muy decorativa, con flores púrpuras y tallos y hojas brillantes. Sin embargo, también es una planta parásita que puede afectar considerablemente los cultivos, reduciendo su rendimiento y productividad.
Principales dudas respecto a las plantas parásitas
¿Las plantas parásitas matan a sus hospedadores?
Aunque no suele algo inmediato, algunas plantas parásitas se alimentan de sus hospedadores, agotando sus recursos y, con el tiempo, llegando a causar su muerte. Por ejemplo, la Striga, mencionada anteriormente, puede dañar los cultivos hasta hacerlos inviables.
¿Cómo se reproducen estas plantas?
Las plantas parásitas, a pesar de no poder realizar fotosíntesis, conservan sus órganos reproductivos intactos.
Tal como explican Gutiérrez Luna, F. M., y Vázquez Santana, S. (2023), profesoras de la Universidad Nacional Autónoma de México, en el documento Las plantas que pueden o no hacer fotosíntesis: las parásitas, estas plantas pueden presentar sistemas reproductivos dioicos, con flores masculinas y femeninas en individuos separados, o monoicos, donde ambas estructuras se encuentran en la misma flor.
La floración suele ser inducida por las hormonas de la planta hospedadora, lo que puede hacer que florezcan al mismo tiempo o después de esta. Sus flores, que varían en tamaño y color, atraen a polinizadores como moscas, abejas o escarabajos, mediante aromas dulces o incluso pestilentes, según la especie.

¿El cambio climático afecta a su propagación?
Sí, el cambio climático podría afectar a la propagación de las plantas parásitas. Según explica el biólogo Manuel Gras en el artículo sobre cómo afecta el cambio climático en el jardín, fenómenos como la disminución de precipitaciones o eventos climáticos extremos (como lluvias intensas) pueden alterar los ciclos de vida de estas especies.
Esto podría resultar en un aumento de su incidencia y propagación, especialmente en jardines, donde se debe estar atento al monitoreo y manejo integrado de plagas. Será necesario prestar especial atención al monitoreo y manejo integrado de plagas, así como a la selección de plantas resistentes a enfermedades.
¿Cómo afectan las plantas parásitas a los ecosistemas?
Tal como explican Gutiérrez Luna, F. M., y Vázquez Santana, S. (2023), todos los organismos están interconectados, lo que es esencial para el equilibrio de los ecosistemas.
Las plantas parásitas, aunque no dominan el entorno, regulan el crecimiento de sus hospedadores, favoreciendo la estabilidad del ecosistema. Además, se ha comprobado que las plantas parásitas intercambian genes con sus hospederos a través de la transferencia horizontal, lo que puede conferirles ventajas como resistencia a la sequía o a patógenos
Monedero Ramos, Jesús. «Plantas parásitas». Ababol. Revista del Instituto Cultural y de Estudios del Rincón de Ademuz, n.º 48, pp. 16-18, https://raco.cat/index.php/Ababol/article/view/399995.
Gutiérrez Luna, F. M. y Vázquez Santana, S. (2023). Las plantas que pueden o no hacer fotosíntesis: las parásitas. Elementos, 129, 71-75.