Qué plantar en junio en tu huerto

¿Listo para aprovechar al máximo tu jardín o huerta este mes de junio? Descubre las mejores frutas, hortalizas y hierbas que puedes cultivar en esta época del año y convierte tu espacio verde en un oasis de frescura y sabor. ¡No te pierdas estas recomendaciones para una temporada llena de verdor y salud!
El mes de junio es uno de los meses que más tiempo nos vamos a pasar en nuestro jardín o huerta. ¿Por qué? Buenas temperaturas, días más largos y actividad frenética si queremos que todas nuestras plantas luzcan increíbles. ¡No hay excusa para que el atardecer no te pille con las manos en la tierra!
Por este motivo te cuento en este artículo qué plantas puedes cultivar durante este mes. ¡Manos a la obra!
Verduras y hortalizas para plantar en junio
Acelga
La acelga es una verdura que actúa como una fuente inagotable de alimento. ¿Sabes por qué digo esto? Conforme va creciendo puedes ir cortando sus hojas cuando las necesites, dejando que el resto de la planta siga creciendo. ¡Esto te permite tener verdura fresca desde la tierra a tu cocina en cuestión de minutos!
Para cultivar acelgas te recomiendo que siembres sus semillas directamente en su ubicación definitiva, colocando varias por hoyo a una distancia de unos 30 centímetros. Entre la primera y la segunda semana comenzarán a aparecer las plántulas, por lo que deberás elegir la más fuerte para dejar un único ejemplar por hoyo.

Se trata de una especie muy fácil de cultivar y que únicamente requiere un riego abundante donde, además, no suele ser necesario el uso de abonos nitrogenados, estiércol o pesticidas si el suelo es fértil.
Su recolección es tan fácil como esperar a los 3 o 4 meses después de su plantación para ir cortando las hojas una a una, comenzando con las más fuertes y dejando que las siguientes continúen desarrollándose. Así, su momento óptimo para la recolección es entre agosto y octubre.
Una vez en tu cocina únicamente debes tener en cuenta que no debemos ingerirlas sin cocinarlas y debemos lavarlas concienzudamente. ¡A disfrutar de tus acelgas!
Pepino
El pepino es una de las hortalizas más refrescantes y versátiles que podemos incluir en nuestra dieta. Ayuda en la pérdida de peso, a proteger nuestra salud cardiovascular, a controlar la presión arterial, la diabetes y muchas otras cualidades.
Es una verdura que no puede faltar en nuestro hogar, sobre todo en verano, ya que con su contenido de un 95% de agua es una gran herramienta para prevenir la deshidratación.
Para comenzar con su cultivo en tu jardín puedes utilizar la siembra directa o la siembra en semillero. Personalmente, como es una planta muy fácil de germinar, te recomiendo que apuestes por la siembra directa, enterrando las semillas unos 2 centímetros debajo de la tierra.

Sin embargo, si finalmente te decides por el uso de semillero, te recomiendo que prepares un sustrato con tierra, humus y perlita para asegurar la germinación y trasplantes el plantón cuando tenga unos 10 centímetros de alto.
A los 10 días, aproximadamente, comenzarán a aparecer las primeras plántulas, que deberás espaciar un metro para que la planta se desarrolle correctamente. Para obtener unos buenos resultados te recomiendo que abones con compost o humus de lombriz y riegues abundantemente.
Como comprobarás, es una planta rastrera que puede ocupar un gran espacio, por lo que el uso de tutores o algún tipo de enrejado te ayudará a controlar su expansión y facilitará su desarrollo. Por si te interesa, Iñigo Segurola te muestra en otro artículo cómo hacer una estructura para los pepinos de forma casera.
Lechuga
El verano es el momento estrella para comer ensaladas. Si las comidas ligeras y ricas en agua son la receta para soportar el calor, la lechuga es, sin duda, el ingrediente estrella.
Tanto si apuestas por una siembra directa como si lo haces mediante semillero comenzarás a ver las primeras plántulas en tan solo una semana. Te recomiendo que comiences preparando el terreno, que debe estar poco apelmazado, bien drenado y contar con una buena exposición a la luz directa del Sol.
Esta especie tiene un crecimiento bastante vigoroso, por lo que si necesitas trasplantarla puedes hacerlo cuando apenas tenga unos 5 centímetros (dos pares de hojas como mínimo) y espaciándola tan solo 10 centímetros entre diferentes ejemplares.
Personalmente, he tenido buenos resultados plantando lechugas en macetas no excesivamente grandes, por lo que esta forma de cultivo una estupenda opción junto a la hidroponía, de la que ya te hablé en otro artículo.

Esto convierte a la lechuga en una verdura estupenda para aquellos que no disponemos de grandes espacios o de suelo en nuestro jardín, permitiendo que en muy poco espacio puedas tener una buena cantidad de verduras.
Lo mejor de esta especie es que, como ocurría con las acelgas, no hace falta que coseches el ejemplar entero de una única vez si no quieres, ya que podrás ir retirándole las hojas más fuertes como vayas necesitando y dejar que el resto de la planta continúe desarrollándose.
Para lograr grandes ejemplares apenas debes asegurar un riego recurrente y evitar que el sustrato se seque demasiado. ¡En apenas unas pocas semanas podrás comenzar a preparar tus primeras ensaladas!
Como consejo final, puedes combinar diferentes variedades de lechuga, de manera que enriquezcas muy fácilmente tu huerto y tus platos. Y si aprendes a cosechar las semillas de lechuga del huerto urbano, te garantizarás lechugas durante muchos años. ¡Una inversión que vale la pena!
Nabo
Quizás el nabo no es una hortaliza muy consumida en nuestra dieta, pero es un imprescindible si estamos comenzando con nuestro huerto. Su cultivo es tan sencillo que el éxito asegurado te motivará para continuar experimentando con los cultivos. ¿No me crees?
Para su cultivo solo debes sembrar sus semillas directamente en el suelo, en una zona soleada o con semisombra, pero bien drenada, espaciando cada ejemplar unos 15 centímetros y enterrando las semillas a un centímetro de la superficie, aproximadamente.
Es una planta tan poco exigente que no necesita que abonemos el suelo específicamente para él, sino que únicamente deberemos preocuparnos de aportar unos riegos más o menos regulares, pudiendo combinarlo con nuestro cultivo de lechuga. Una vez sembrado podremos recoger estos rábanos en aproximadamente un mes.
Puerro
El puerro es una estupenda hortaliza que puede requerir unos cuidados algo diferentes al resto de las hortalizas, pero es también muy fácil de cultivar, ya que es una planta muy dura y resistente.
Aunque puedes utilizar planteles o sembrar las semillas en un semillero, te recomiendo que lo hagas directamente en el suelo (o en una maceta), ya que no vas a tener mayores problemas con su desarrollo.

Para ello necesitas cavar una zanja de unos 30 centímetros de profundidad y colocar en su interior las semillas, que taparemos ligeramente (no más de 2 centímetros) con sustrato universal o humus de lombriz. En un par de semanas comenzarán a aparecer las primeras plántulas, que tras cribarlas y quedarnos con las más fuertes deberán estar espaciadas entre unos 5 y 10 centímetros.
Para que el puerro crezca debemos realizar riegos frecuentes pero muy moderados, que mantengan el sustrato ligeramente húmedo, pero sin llegar a permanecer encharcados. Una clave en este cultivo es eliminar las malas hierbas que puedan crecer cerca de nuestros puerros y que compitan con ellos por los nutrientes.
Como consejo, si queréis obtener unos puerros de tamaño considerable, debemos cortar un palmo de las hojas que tenga un mes antes de su recolecta, de manera que la planta deje de crecer en altura y lo haga en grosor.
Hierbabuena
Si tienes un jardín, la hierbabuena no puede faltar. ¡Te aseguro que la echarás de menos las tardes de verano!
Su cultivo es muy sencillo. Puedes reproducir la hierbabuena, por ejemplo, a partir de esquejes que puedas obtener de casa de algún amigo o familiar. Cuando tengas estos esquejes es tan fácil como sumergirlos en agua hasta que comiencen a desarrollar raíces y los puedas trasladar a una maceta o directamente al suelo de tu jardín.

También es posible el cultivo de sus semillas, que es tan fácil como esparcirlas sobre un sustrato húmedo y en una semana, sin más esfuerzo, comenzarán a brotar las primeras plántulas. Sin duda es una de las plantas más fáciles de germinar, para que te hagas una idea, la hierbabuena de mi patio aparece cada año gracias a las semillas de la planta del año anterior, sin que tenga siquiera que preocuparme.
Debes tener en cuenta que la hierbabuena no agradece la exposición solar directa y que se extiende fácilmente, por lo que te puede colonizar una parte considerable del suelo si se lo permites.
Aunque agradezca unos riegos frecuentes moderados, el sustrato nunca debe permanecer encharcado, por lo que un buen drenaje y una situación de semisombra es todo lo necesario para que puedas cultivar esta especie. ¡Recuerda que puedes ir utilizando sus hojas conforme las vayas necesitando, más fresco, imposible!
Como has visto, existen muchas plantas que podemos cultivar durante el mes de junio. Aunque estas son algunas de las más importantes, existen muchos ejemplos más, por lo que puedes experimentar con el cultivo de tantas verduras como imagines.
¿Eres previsor o previsora? Te contamos qué plantar en julio en la huerta. ¡Te lo ponemos fácil!