¿Por qué mi perro bebe mucha agua? Una veterinaria te lo explica

¿Has notado que tu perro bebe una cantidad de agua mayor de lo normal? Aunque pueda parecer un hecho sin más importancia, este cambio en su comportamiento podría estar diciendo mucho en torno a su salud. ¿Puede ser que esté enfermo? O simplemente, ¿tiene mucha sed?
Para resolver esta duda, contamos con la opinión de una veterinaria que cuenta en su haber con una amplia experiencia en bienestar animal... ¡Y muchos seguidores en las redes sociales! Gracias a ella, conoceremos las principales causas, cuándo preocuparse y qué hacer al respecto. Presta especial atención, porque es muy probable que esta información sea de tu interés.

¿Cuánta agua es normal que beba un perro?
En primer lugar, es necesario saber que la cantidad de agua que bebe un perro va a depender de su tamaño, actividad y alimentación. Para hacernos una idea, un perro sano debería beber entre 50 y 70 ml de agua al día, por cada kilo de peso corporal.
O lo que es lo mismo, un perro de 10 kg puede llegar a beber entre medio litro y 700 ml al día. Por tanto, si notas que tu peludo vacía varias veces el bebedero al o está siempre en él, quizá es el momento de observar su comportamiento más de cerca.
Así lo asegura María Vetican, una popular veterinaria que cuenta con, nada más y nada menos, que más de 570.000 seguidores en TikTok. En su opinión, tanto el exceso de agua como la falta de la misma, podrían ser síntomas subyacentes de algunos problemas de salud.
Causas comunes por las que un perro bebe más agua
Beber más agua de lo normal no siempre está relacionado con una posible enfermedad. En ocasiones, la causa es tan sencilla como el calor o el ejercicio. Las razones más frecuentes son las siguientes:
Hace más calor de lo habitual
Con la llegada del calor y, al igual que nosotros, los perros necesitan beber más agua para regular su temperatura. Si has hecho ejercicio con él o se ha producido un cambio de estación, es normal que beba más. Realmente es una forma de refrescarse en verano, cuando suben las temperaturas.
Ha comido pienso seco
Los alimentos secos, como el pienso, se caracterizan por tener poca agua, por lo que el perro necesita beber más agua para compensarlo. Por otro lado, una dieta húmeda (latas, comida casera, etc.) reduce esta necesidad, como es lógico.
Está más activo
Los juegos en el parque, un paseo más largo de lo habitual o contar con un nuevo compañero de juegos, son factores que pueden hacer que su sed aumente. Porque la actividad física incrementa la pérdida de líquidos y, en consecuencia, la necesidad de hidratación.
Enfermedades asociadas al exceso de sed en perros
Existen diversas enfermedades que provocan que un perro beba una mayor cantidad de agua. Algunas de las más comunes son:
Diabetes mellitus
Al igual que en los humanos, la diabetes en perros genera un aumento de la sed y de la cantidad de orina. En ocasiones, va acompañada de una pérdida de peso, aumento del apetito y fatiga.
Insuficiencia renal
Se produce cuando los riñones dejan de filtrar correctamente y, por tanto, el perro bebe más agua para intentar compensar la pérdida de líquidos. Puede presentar vómitos, mal aliento y letargo.
Síndrome de Cushing
Esta enfermedad hormonal es más común en perros ancianos o mayores. Se caracteriza por provocar un exceso de cortisol, aumentando así el apetito, la sed y la necesidad de orinar.
¿Qué hago si mi perro bebe mucha agua?
En primer lugar, es necesario observar si hay algún cambio reciente que justifique esta conducta: un cambio de estación/clima, la inclusión de un nuevo alimento en la dieta o un aumento en la actividad física diaria.
En general, si la sed es excesiva, se mantiene más de dos días o se presenta acompañada de otros síntomas, lo más recomendable es acudir al veterinario para una revisión.
De cara a descartar cualquier tipo de enfermedad, este profesional de la salud animal podrá solicitar la prueba que estime oportuna, como un análisis de sangre u orina.
¿Puedo prevenir este tipo de problemas?
Si bien es cierto que no siempre es posible prevenirlos, sí que puedes tomar una serie de medidas:
- Evita exponer a tu perro al calor extremo, sin hidratación ni sombra.
- Mantén siempre agua limpia y fresca a su alcance.
- Ten un control de su alimentación y peso.
- Realiza chequeos veterinarios de forma periódica, sobre todo si ya es mayor.
En definitiva, la sed en los perros es un síntoma que conviene no ignorar. En ocasiones está relacionado con el calor o la práctica de una determinada actividad, pero también puede ser el indicador de que sucede algo más serio.
Por tanto, observa a tu perro con atención, conoce sus rutinas y actúa con rapidez en el caso de que notes algo extraño o sospechoso.