Características del cóndor andino
El cóndor andino (Vultur Gryphus), cóndor de los Andes o simplemente cóndor, es una de las aves más grandes del planeta, con una envergadura que supera los 3 metros de largo. Es el símbolo nacional de Chile, Colombia, Ecuador y Bolivia. Sus alas livianas les permiten volar cientos de kilómetros planeando y elevarse hasta los 7 mil metros gracias a las corrientes térmicas que usan cuando el sol calienta la superficie terrestre.
Por su peso (15 kilogramos) y a pesar de la gran envergadura de sus alas, necesita algo de ayuda para volar, por lo que prefiere vivir en zonas con corrientes de aire abundantes para poder planear sin demasiado esfuerzo.
Se caracteriza por tener una "bufanda" de plumas blancas alrededor del cuello. Los animales carroñeros se ensucian más de lo normal al comer, por eso, esta especie no tiene plumas en la cabeza. De esta forma, se les hace más fácil mantenerse limpios después de una comida.

Los cóndores son buitres, por lo que se alimentan de carroña, haciendo así una gran labor para el medio ambiente. Al comer los cadáveres antes de que empiecen a descomponerse y a pudrirse, los cóndores y buitres evitan que las enfermedades se multipliquen y se propaguen. Localizan a sus presas, pero no descienden a comer de manera inmediata, sino que vuelan en círculos sobre ella o la vigilan desde algún lugar cercano hasta que finalmente se acercan.
Hábitat del cóndor andino
El cóndor andino vive en zonas montañosas pero también se acerca a la costa, donde abunda la brisa marina. También suelen estar en desiertos con corrientes térmicas de aire. A menudo habitan en regiones con vastos campos abiertos o praderas, cerca de las montañas y las costas de América del Sur. Construyen sus nidos en acantilados o en pequeñas cuevas.
El cóndor andino en peligro de extinción
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza etiqueta del cóndor andino como especie vulnerable debido al descenso de sus poblaciones por la pérdida de hábitat y el envenenamiento provocado por alimentarse de animales intoxicados o por los propios cebos envenenados que colocan algunos cazadores y ganaderos de forma ilegal.
Otro de los peligros a los que se expone esta ave es el consumo de balas. A menudo, se acercan a los animales disparados por los cazadores y terminan ingiriendo las balas de plomo.
Curiosidades del cóndor andino
Como otras especies de buitres y cóndores, los cóndores andinos utilizan un método extraño para enfriarse. Hacen caca en sus propias patas. Las heces son líquidas, y cuando se evaporan enfrían el área. Los investigadores llaman a este extraño comportamiento «urohidrosis».
Se cree que el cóndor andino en estado salvaje puede vivir hasta los 50 años. De hecho, la especie en cautividad ha llegado a alcanzar los 80 años, lo que las convierte en aves longevas.
Su tasa de reproducción es muy baja, lo normal es que ponga un huevo cada dos años.
Son capaces de sobrevivir sin comer hasta 5 semanas, y cuando tienen alimento, pueden llegar a comer 5 kilogramos de carne en un día.
Al no ser cazadores, los cóndores andinos carecen de garras afiladas, pero sus patas les permiten asaltar nidos en busca de huevos o polluelos.

Son aves bastante sociales, y forman parejas monógamas. Entran dentro de nuestra lista de animales que son fieles a su pareja. Fuera de la temporada de cría, a veces se congregan enormes bandadas de cóndores.
A diferencia de los buitres, que tienen un sentido del olfato impecable, estos cóndores dependen en gran medida de la vista para localizar la comida.
Los incas crearon un mito sobre la muerte de esta especie. Decían que cuando el animal sentía que había envejecido y que sus fuerzas se posaba en el pico más alto y saliente de las montañas. Allí, recogía las alas y las patas y se dejaba caer contra el fondo de las quebradas. Era una muerte simbólica, pues el cóndor al caer vuelve a su nido, las montañas donde renace hacia una nueva vida.
Este cóndor está presente en el folclore y el arte de varias regiones de América del Sur. Esto no es una sorpresa, ya que estas grandes aves son bastante imponentes y asombrosas. En los Andes, los nativos asociaban esta especie con la deidad del sol, como símbolo de salud y poder.