Los errores más comunes al pasear mascotas en verano (y cómo evitarlos)
Perros y calor
Con la llegada del calor, pasear a tu mascota requiere más precauciones. Descubre los errores más comunes y cómo evitarlos

El verano es una temporada ideal para salir a caminar, correr o simplemente disfrutar del aire libre en compañía de nuestras mascotas. Sin embargo, el aumento de las temperaturas y la intensidad del sol también pueden poner en riesgo a nuestros compañeros si no se toman ciertas precauciones y, sobre todo, si no actuamos con cabeza.
Pasear a los animales en verano implica una responsabilidad especial: lo que para una persona puede ser pasable, para un perro (u otro tipo de mascotas como gatos o hurones) podría representar un peligro grave para su salud.
A continuación, te contamos cuáles son los errores más frecuentes al pasear mascotas durante los meses más calurosos del año y qué medidas tienes que poner en marcha para que tus animales disfruten del buen tiempo.
1. Pasear en horas de máxima radiación
Uno de los errores más comunes es sacar a pasear a las mascotas entre las 11:00 h y las 17:00 h, cuando el sol está en su punto más alto. Estas horas concentran los niveles más intensos de radiación ultravioleta y calor ambiental. Esto puede provocar rápidamente un golpe de calor, especialmente en perros braquicéfalos (de hocico chato) como los bulldogs ingleses, carlinos y bóxers, que además tienen más dificultades para disipar el calor.
Los golpes de calor en animales pueden presentarse con síntomas como jadeo excesivo, encías muy rojas, letargo, desorientación e incluso pérdida de conciencia. Evita a toda costa estas situaciones y acude al veterinario si ves que tu mascota no se encuentra bien debido al calor.
Una exposición excesiva al sol también puede quemarles la piel, especialmente a las mascotas de pelo blanco y piel rosa.
Recomendación: Siempre que sea posible, planifica los paseos a primera hora de la mañana o después de las 19:00 h, cuando la temperatura baja y el suelo se enfría. Procura llevar a tu mascota por la sombra y lleva siempre una botella de agua y un platito plegable.

2. Caminar sobre asfalto caliente
Un error muy peligroso en verano es sacar a pasear a las mascotas por superficies de asfalto o cemento caliente. El pavimento puede calentarse hasta los 60 °C o más, provocando quemaduras en las almohadillas de los animales. Las razas con piel más fina o almohadillas sensibles, como los bulldogs ingleses o galgos, son especialmente proclives a quemarse, así que no descuides su salud los días de mucho calor.
Para comprobar si el asfalto está muy caliente, utiliza la regla de los cinco segundos: coloca la palma de tu mano sobre el asfalto durante cinco segundos. Si no puedes mantenerla ahí sin dolor, tu mascota tampoco podrá caminar por ahí.
Las quemaduras en las patas pueden tardar días o incluso semanas en curarse, y causan mucho dolor. Además, al estar continuamente en contacto con la suciedad del suelo, las heridas pueden infectarse y causar problemas mayores.
Haz rutas con sombra, césped o tierra. Dependiendo de la circunstancia, puedes considerar ponerles zapatos especiales para perros, pero lo mejor es que caminen libres y seguros.

3. No llevar agua ni pararte en fuentes
Las altas temperaturas favorecen la deshidratación rápida en los animales (y en las personas). Un error común, como te decíamos, es olvidar llevar agua para las mascotas, o no parar en fuentes de forma frecuente para que el animal se hidrate y refresque.
Incluso un paseo corto sin agua puede provocar malestar, especialmente en perros con mucho pelo o de color negro.
Lleva siempre una botella de agua y un recipiente portátil. Ofrece agua a tu mascota cada 15 o 20 minutos.
4. Ignorar las señales de agotamiento
Otro error muy común es no prestar atención al lenguaje corporal del animal. Si un perro empieza a caminar más lento, se detiene constantemente, jadea con fuerza o busca sombra con insistencia, está indicando que algo no va bien.
Aprende a reconocer señales de alerta y no insistas en que siga caminando. Permítele descansar y refrescarse; es imprescindible para su salud.
5. Usar arneses o bozales inadecuados
Durante el verano, deberemos adaptar los accesorios de nuestras mascotas al tiempo y al calor. Los arneses de materiales gruesos o cerrados pueden dificultar la transpiración. Lo mismo ocurre con bozales tipo tela, que impiden al perro jadear correctamente y que el aire circule.

6. Pasear justo después de comer
Sacar a pasear a tu mascota inmediatamente después de que haya comido puede resultar perjudicial, de la misma manera que lo es también para el ser humano. En perros grandes o de pecho profundo, como el gran danés o el pastor alemán, esto puede causar una torsión gástrica, una condición grave.
Deja pasar al menos una hora después de la comida antes de salir a caminar.
7. No aplicar protección solar
Al igual que los humanos, las mascotas pueden sufrir quemaduras solares, especialmente si tienen la piel rosa. Las zonas más vulnerables son la trufa (la nariz), las orejas y áreas con poco pelo.
Algunas razas más vulnerables a las quemaduras por su piel rosa son los dálmatas, bulldog inglés blanco, pitbull y bull terrier.
Existen protectores solares diseñados específicamente para animales. Aplica la crema antes de salir de casa y evita paseos muy largos.

8. No adaptar el ritmo del paseo a la edad o salud del animal
Muchos dueños intentan mantener el mismo nivel de actividad física en verano sin considerar la edad, condición física o estado de salud de su mascota. Los animales mayores, con problemas respiratorios, cardíacos o sobrepeso requieren cuidados especiales. Las crías también son más vulnerables al agotamiento y las quemaduras.
Ajusta la duración e intensidad del paseo según las necesidades de tu mascota. Si tu perro no puede hacer paseos largos, sal a caminar con él a su ritmo y llévalo a casa a descansar y estar fresco. Después, si te ha parecido poco, sal tú solo y termina el recorrido.
