La alergia a la picadura de pulga es un problema bastante extendido entre los perros. Además, en ocasiones puede suponer una complicación si nuestra mascota es muy alérgica a la picadura o a la saliva de las pulgas.
Si nuestro perro se rasca mucho, y para estar seguros, se recomienda llevarlo al veterinario y que le hagan un test de alergia a la saliva de la pulga. Este test se puede hacer mediante una prueba en la piel o mediante un análisis de orina. Si el test fuera positivo, habría que tratarlo durante todo el año con diferentes métodos de desparasitación para protegerlo adecuadamente.
A continuación vemos los métodos para proteger a tu mascota de la picadura de pulgas.
Cómo proteger al perro de las pulgas
Collar antipulgas
Una opción para evitar las pulgas en perros es utilizar un collar antipulgas. Es muy fácil de poner y no supone mayor problema. El único inconveniente puede ser que en zonas de la cornisa cantábrica, puede resultar muy difícil controlar a las pulgas o casi imposible, ya que el clima ideal para la pulga es de temperaturas medias.

Pipetas
En esas zonas de España suelen ser muy abundantes las plagas de pulgas, sobre todo a finales de verano y en los primeros meses de verano. En estos casos, muchos veterinarios recomiendan las pipetas como un apoyo importante para el control de pulgas. Estas pipetas vienen perfectamente dosificadas para cada tamaño de perro. Por normal general, todas las pipetas hay que aplicarlas en zonas dónde los perros no puedan lamerse o tocarse.

Productos orales
También existen otros productos para ser administrados oralmente. Algunos son adulticidas: matan las pulgas que están encima del animal. Otros en cambio, ayudan a que las pulgas no se reproduzcan.

Si a pesar de proteger a tu perro con antiparasitación notas que se rasca mucho acude al veterinario.