Las 10 cosas que ensucian tu dormitorio sin que lo notes

El dormitorio es considerado como nuestro santuario sagrado para descansar y desconectar del mundo. Seguro que estoy en lo cierto. Pero también es verdad que sin que te estés dando cuenta, tu habitación favorita podría estar acumulando suciedad, polvo y bacterias. Descubre cómo reconocer los objetos y hábitos que normalmente pasan desapercibidos.
Qué cosas ensucian tu dormitorio sin darte cuenta
Polvo en superficies altas y rincones difíciles de alcanzar
En las zonas altas como los marcos de las puertas o la parte superior de los armarios, es frecuente que se acumule el polvo, ya que quedan fuera de la vista durante la limpieza diaria. Con el paso del tiempo el polvo acumulado se esparce, afectando a la limpieza de la estancia.
Utilizando una escalera y un paño de microfibra o una aspiradora de tubo largo conseguirás alcanzar estas zonas y limpiarlas por lo menos, una vez al mes.
Ropa acumulada fuera del armario
Puede que no te des cuenta, pero la ropa que dejas sobre sillas, al pie de la cama o en algún rincón, puede acumular polvo y ácaros. Una práctica que además desordenará visualmente tu habitación.
¿Qué puedes hacer? Destinar un espacio para la ropa usada y tratar de guardarla cada noche, manteniendo así un buen orden y limpieza.
Almohadas y colchón sin ventilar
El colchón de la cama y las almohadas son superficies que van a necesitar airearse con el fin de evitar la acumulación de polvo, humedad y ácaros. Sin una ventilación adecuada, podrían desarrollarse los malos olores y afectar a tu descanso.
Por tanto recuerda ventilar cada mañana la instancia y estudia la conveniencia de utilizar protectores de colchón y almohadas. Y lavarlos con regularidad.
Teléfonos y dispositivos electrónicos
Los teléfonos inteligentes, las tablets y los ordenadores son realmente un buen imán para polvo y bacterias. Como los usamos de forma diaria, llevándolos de un sitio a otro, se va a acumular suciedad por el camino.
Con lo que cada semana límpialos con una toallita de microfibra o un paño desinfectante y de esta forma evitarás que la suciedad se acumule en nuestra mesita de noche.
Cortinas y persianas sin limpiar
Las grandes olvidadas y que pueden acumular una gran cantidad de polvo y alérgenos. Un auténtico foco de suciedad ya que no las lavamos con la frecuencia que se debería.
Ante esta situación, aspira o lava las cortinas cada dos meses y con un trapo húmedo o aspiradora, limpia semanalmente las persianas.
Libros y objetos decorativos
También. Las decoraciones y los libros que tenemos en las estanterías acumulan polvo que se va a desplazar cuando los movemos. Por no decir que son un tanto difíciles de limpiar debido a su tamaño.
Una recomendación sería la de emplear una funda protectora para proteger los libros y limpiar cada semana las decoraciones con un paño de microfibra.
Mascotas en el dormitorio
En el caso de que tengas mascotas y duerman contigo, es más que posible que lleven consigo suciedad, polvo y bacterias procedentes del exterior (a pesar de que estén bien aseadas).
Y aunque conocemos el truco del globo para limpiar los pelos acumulados en el coche, en el dormitorio sucederá algo parecido. Por lo que aspira el suelo y las camas de tu mascota de forma diaria, además de usar fundas lavables en la cama.

Alfombras y tapetes sin limpiar
Estos accesorios decorativos normalmente atrapan polvo, pelo y otros alérgenos sin que te des cuenta. Si solo las limpiamos de vez en cuando, se acumularán residuos que además, se extenderán por la habitación.
El consejo en esta situación sería el de limpiar las alfombras semanalmente y proporcionarles una limpieza profunda cada 2-3 meses, más o menos.
Ventanas cerradas constantemente
Si no ventilamos la habitación, el aire no circula, con lo que el polvo y la humedad se van a acumular en el ambiente. Y más, si el dormitorio tiene mucha tela o está alfombrado.
Por tanto y al menos durante 10 minutos al día ventila esta estancia, permitiendo así la circulación del aire y reduciendo la acumulación de suciedad.
Calzado dentro del dormitorio
Al entrar en casa recuerda descalzarte porque llevar zapatos en nuestro dormitorio va a suponer la entrada en el mismo de bacterias y suciedad procedentes del exterior. De esta forma también lograrás que no acaben por esparcirse por el aire y el suelo.
Para finalizar ten presente que aunque pueda parecer que el dormitorio está limpio hay pequeños detalles que provocan que se esté ensuciando sin darte cuenta.
Adoptar estos pequeños hábitos y limpiar con mayor frecuencia las zonas que normalmente pasamos por alto serán acciones clave. El objetivo primordial es que nuestro espacio de descanso goce de la limpieza y frescura que necesita.