¿Quién no se ha hecho daño, alguna vez, en un dedo, introduciendo clavos con el martillo? Para evitarlo, os damos unos útiles consejos sobre cómo clavar con seguridad.
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Bricomanía, 2 de septiembre de 2020
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¿Quién no se ha hecho daño, alguna vez, en un dedo, introduciendo clavos con el martillo? Para evitarlo, os damos unos útiles consejos sobre cómo clavar con seguridad.
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Bricomanía, 2 de septiembre de 2020
Para evitar golpearnos los dedos con el martillo cuando estamos clavando los clavos, vamos a ver diferentes opciones con las que podremos evitar sujetar los clavos con la mano.
Paso 1
El objetivo principal es no sujetar el clavo directamente con la mano, así que una de las alternativas que os proponemos es amarrarlo con una pinza de ropa
Paso 2
También sirven unos alicates, y golpear el clavo con la ayuda del martillo.
Paso 3
Otra opción es encajar el clavo entre dos púas de un peine, evitando que se mueva, sin tener que cogerlo con los dedos.
Paso 4
En el caso de no disponer de un peine adecuado para este fin, podemos optar por insertar el clavo en una cartulina rectangular y sin necesidad de acercar tus dedos a la pieza metálica, golpeamos con el martillo hasta fijarla bien.
Paso 5
Cuando deseamos clavar una punta muy pequeña, es conveniente realizar previamente un agujero guía en el soporte, para que ésta no se resbale o se tuerza al golpearla.
Paso 6
Además de estas recomendaciones, es importante tener en cuenta la forma en que agarramos el martillo. Mientras más lejos de la cabeza sujetemos la herramienta, más precisos serán los golpes, haciendo que el clavo entre con mayor precisión en el punto deseado.
Paso 7
Teniendo en cuenta nuestras sugerencias, tus dedos estarán totalmente a salvo de los golpes del martillo, a la hora de clavar.