Cómo arreglar una puerta hinchada por humedad

La humedad en estancias como el baño o la cocina puede provocar que las puertas se hinchen, especialmente en aquellas que no tienen ventanas.
La exposición constante a la humedad en estas zonas hace que la madera absorba el agua y se expanda, lo que impide que la puerta cierre y abra correctamente. Sin embargo, se trata de un problema muy fácil de solucionar. A continuación, te contamos paso a paso cómo arreglar una puerta hinchada por la humedad y te damos algunos consejos adicionales para que no vuelva a suceder.
Herramientas
- Lijadora eléctrica o papel de lija.
- Brocha.
- Destornillador.
- Caballete (opcional).
Materiales
- Barniz protector.
- Paño.
- Bicarbonato de sodio.
- Cinta adhesiva (si decides lijar sin retirar la puerta).
Pasos para arreglar una puerta hinchada por humedad
Paso 1
Lo primero que debes hacer es detectar el punto exacto donde la puerta roza en el suelo. A menudo, el roce se produce en la parte inferior de la puerta, pero también puede darse en los laterales si la puerta ha absorbido mucha humedad.
Un truco sencillo para detectar este punto es colocar un folio de papel bajo la puerta. La zona donde el papel se atasca o no puede pasar indica donde roza la puerta.
Paso 2
Si la puerta solo roza un poco, puedes reducir la humedad de la puerta utilizando un poco de bicarbonato de sodio. El bicarbonato actúa como un absorbente natural que ayuda a eliminar la humedad atrapada en la madera.
Aplica bicarbonato en las áreas afectadas y deja que repose durante al menos 24 horas. Al día siguiente, verifica si se ha secado por completo y si la hinchazón de la madera ha disminuido. Para comprobarlo, cierra la puerta y observa si roza.
Si tras este proceso la puerta sigue hinchada, es probable que necesites lijarla para eliminar el exceso de madera expandida.
Paso 3
Si sigue rozando, tendrás que lijar la puerta:
- Lijado con la puerta puesta: si la puerta no está muy hinchada puedes repararla sin quitarla. Coge una lija de mano y frota bien hasta comprobar que la puerta cierra mejor. Puedes lijarla más fácilmente colocando un papel de lija en el suelo con unas tiras de cinta adhesiva y abriendo y cerrando la puerta repetidamente hasta que se desgaste la madera. No hace falta que repases toda la base de la puerta sino solo el espacio donde roza.
- Lijado retirando la puerta: si la puerta está muy hinchada, lo mejor es quitarla. Utiliza un destornillador para aflojar los tornillos de las bisagras y quitar la puerta. Usa un destornillador para aflojar los tornillos de las bisagras y colócala sobre unos caballetes, para rebajarla. Una vez que la puerta está en posición, repasa las zonas que causan rozamiento con la lijadora y una hoja de lija de grano medio hasta eliminar la madera que provoca los roces. Trabaja con movimientos suaves y uniformes para evitar quitar demasiada madera.

Paso 4
Tras lijar, retira el polvo y aplica una capa de barniz o un sellador de madera con una brocha para evitar que vuelva a absorber humedad.
Deja secar el tiempo recomendado por el fabricante.
Es recomendable aplicar dos capas de barniz, especialmente en ambientes muy húmedos, para ofrecer mayor protección a la madera.
Paso 5
Una vez que el barniz esté seco, coloca la puerta de nuevo en su posición. Comprueba que ya se abre y se cierra correctamente.
Como ves, siguiendo este paso a paso de cómo arreglar una puerta hinchada por la humedad, conseguirás arreglar el problema de forma muy sencilla.
Consejos para prevenir que las puertas se hinchen por la humedad
Para que las puertas no se hinchen es fundamental que evites la humedad. Para ello puedes utilizar diferentes alternativas:
- Instala rejillas de ventilación: si el baño o la cocina no tienen ventanas, abre una pequeña ventanita en la parte inferior de la puerta y coloca una rejilla de ventilación .
- Utilizar deshumidificadores: l os deshumidificadores son aparatos de climatización diseñados para eliminar el exceso de humedad en el aire. Ideal para reducir la humedad de estas estancias y evitar que la puerta se hinche. Lo ideal es mantener la humedad entre el 40% y el 60%.
- Ventilar adecuadamente: asegúrate de ventilar constantemente la estancia para evitar humedad especialmente después de duchas.
- Evita la exposición directa al agua: Mantén la puerta alejada de posibles salpicaduras de agua, especialmente en áreas como baños o cocinas.
- Aplicar barniz o pintura antihumedad: si quieres proteger la puerta de la humedad, puedes aplicar barnices o pinturas antihumedad.