Cómo soltar jambas fácilmente y sin dañar la pared

Soltar las jambas de una puerta es un proceso sencillo, pero requiere paciencia y cuidado, especialmente si deseas reparar la jamba retirada o reutilizarla. Para llevar a cabo esta tarea, necesitarás una espátula, que será utilizada como palanca para ir soltando las jambas de manera progresiva.
A continuación, te explicamos paso a paso cómo soltar jambas de forma sencilla. Esta técnica de bricolaje es fundamental para realizar cambios como la reparación, sustitución o renovación de puertas y ventanas.
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Tiempo total
30 m
¿Qué son las jambas y por qué retirarlas?
Las jambas son los marcos que rodean las puertas o ventanas y ocultan la unión entre estas y la pared. Proporcionan estabilidad, estética y soporte. Pero, ¿por qué quitarlas?
- Reemplazar las jambas: si deseas modificar el diseño o el material de las jambas.
- Instalar una nueva ventana o puerta: al hacerlo, será necesario retirar las jambas.
- Reparaciones: en caso de que las jambas estén dañadas o desgastadas.
- Nivelar o ajustar las jambas: para corregir problemas de instalación o funcionamiento, asegurando un cierre perfecto.
Paso a paso para soltar jambas

Paso 1 - Soltar la jamba
Comienza introduciendo la espátula entre la jamba y la pared, aplicando pequeños golpes secos para facilitar su separación. Poco a poco, la jamba se irá soltando sin necesidad de aplicar demasiada fuerza.
Es posible que la jamba esté fijada con adhesivo de montaje, silicona, cola o incluso clavos de cabeza perdida. Según el tipo de fijación, puede ser necesario aplicar golpes más fuertes o suaves. Sin embargo, siempre realiza el trabajo de manera gradual y con cuidado para no romper las jambas, especialmente si planeas reutilizarlas.
Si las jambas están fijas con clavos de cabeza perdida, tendrás que retirarlos. Para ello, puedes utilizar unas tenazas o unos alicates.
Para evitar dañar la pared durante el proceso, puedes colocar un trozo de cartón entre la espátula y la pared. Esto evitará que la herramienta marque la superficie, protegiendo tanto la pintura como la pared.
Paso 2 - Retirar la jamba
Una vez que la jamba esté suficientemente suelta, tira de ella con cuidado para retirarla completamente.
Asegúrate de hacerlo de manera uniforme para evitar que se astille la jamba o se dañe la pared. En caso de encontrar restos de adhesivo o silicona en la pared, utiliza una espátula o un producto específico para eliminarlos.
Si, al quitar la jamba, encuentras arañazos, rozaduras o agujeros en la pared, lija las áreas afectadas con una lija de grano fino.
Luego, limpia la superficie y aplica masilla para rellenar los desperfectos. Una vez que la masilla esté completamente seca, lija nuevamente para nivelar la superficie y asegurarte de que quede lista para pintar o revestir.

Errores comunes al soltar jambas
- No proteger la pared: si quieres evitar marcas o daños, es fundamental colocar un trozo de cartón o una lámina protectora entre la espátula y la pared antes de quitar las jambas. Esto minimizará el riesgo de arañazos.
- Trabajas sin paciencia: para evitar dañar la jamba, trabaja por secciones de forma gradual y con calma. No intentes desprender toda la jamba de una vez; es mejor avanzar lentamente para garantizar un mejor resultado.
- No utilizar guantes de protección: aunque pueda parecer innecesario, usar guantes es esencial para evitar cortes y daños.
Consejos adicionales para un acabado perfecto
- Comprueba el estado de la pared antes de volver a colocar las jambas : la pared debe estar nivelada, limpia y sin desperfectos.
- Utiliza herramientas de calidad: usa espátulas resistentes y productos de calidad para garantizar un trabajo más sencillo y seguro.
- Pinta o barniza las jambas antes de instalarlas: esto facilitará el proceso y evitará manchas en la pared o el suelo.
- Medida de las jambas: asegúrate de que las nuevas jambas encajen perfectamente antes de fijarlas.
- Repara las jambas : si planeas reutilizar las jambas y estaban fijadas con clavos de cabeza perdida, será necesario tapar los agujeros. Para ello, utiliza una masilla especial que imite la madera. Amasa el producto hasta obtener una mezcla homogénea y aplícalo directamente sobre los agujeros con la ayuda de una espátula.