El mejor torrezno del mundo se sirve en Zaragoza: crujiente por fuera, tierno por dentro

Torres de torreznos listas para ser valoradas en el concurso.
Torres de torreznos listas para ser valoradas en el concurso. | @torreznodesoria

¿Dónde está el torrezno más sabroso del planeta? No es en Soria, ni en Segovia. Está en Zaragoza y lleva dos años seguidos ganando el título al Mejor Torrezno del Mundo. Te contamos dónde probarlo y cómo hacer uno en casa que te deje sin palabras.

El café de barrio que ha conquistado a los expertos del torrezno

Nadie lo vio venir. En 2024, un bar de Zaragoza se coló entre los favoritos del certamen más crujiente de la gastronomía española. Y en marzo de 2025 repitió la hazaña: el Café Chicago, regentado por los hermanos José María y Juan Carlos Calvo, revalidó su título como ganador del Mejor Torrezno del Mundo en la categoría profesional. ¿Su secreto? Hacerlo como siempre, pero mejor que nadie.

Ubicado en el barrio zaragozano de La Almozara, este local familiar lleva más de 40 años sirviendo cocina tradicional. Pero en los últimos tiempos se ha hecho famoso por algo muy concreto: un torrezno que cruje al partir, huele a cocina lenta y tiene el equilibrio justo entre grasa, carne y sal.

Un torrezno bien hecho no puede falta en un buen almuerzo.
Un torrezno bien hecho no puede falta en un buen almuerzo. | @torreznodesoria

Así preparan el torrezno ganador del mundo

No es una receta secreta, ni una reinvención moderna. Los Calvo respetan el proceso tradicional casi con devoción. Usan panceta con Marca de Garantía Torrezno de Soria, como exige el concurso, pero le aplican un tratamiento casi quirúrgico: mismo grosor, misma temperatura, mismo punto de sal, cada día.

Dicen que la clave está en la paciencia. En dejar que la grasa haga su trabajo, que el calor no tenga prisa, que la corteza se seque lo justo. Primero lo cocinan a fuego bajo durante un largo rato, en aceite templado, hasta que el interior queda meloso. Después, lo dejan reposar, reposar de verdad, para que todo se asiente. Y solo entonces viene lo bueno: el golpe final de calor que convierte esa piel en una sinfonía crujiente.

El jurado del certamen lo definió como "un torrezno de corteza dorada, textura perfecta, grasa equilibrada y carne magra rosada". Al partirlo, "el crujir de su corteza" fue uno de los momentos más celebrados del concurso. Y en boca, lo definieron como "sabroso, con el punto de sal justo, meloso y con una corteza que se deshacía en cada mordisco". Es decir: lo que todo torrezno aspira a ser.

La presentación también fue aplaudida: una torre de doce pisos de torreznos con burbujas crujientes que no solo conquistó al jurado, sino también al público asistente.

: El momento del corte, clave para comprobar el crujir de la corteza.
: El momento del corte, clave para comprobar el crujir de la corteza. | @torreznodesoria

No hay trampa: solo buen producto y mucho oficio

Pocas cosas hay más honestas que un torrezno. No se puede disfrazar ni maquillar. Si la panceta no es buena, si el corte no es preciso, si el calor no es el adecuado, se nota en el primer bocado. Y lo saben bien en el Café Chicago. Para conseguir ese torrezno perfecto, el proceso importa tanto como el producto. Estos son algunos de sus secretos mejor guardados:

  • Buena materia prima: Solo utilizan panceta con piel de la Marca de Garantía Torrezno de Soria. No todas valen.
  • Cortes precisos: El grosor y la proporción entre carne, grasa y corteza deben estar equilibrados. Cada pieza se selecciona con cuidado.
  • Secado previo de la piel: La corteza debe estar bien seca antes de tocar el aceite.
  • Cocción lenta, sin prisas: Primero confitan a baja temperatura, dejando que la grasa se funda y la carne se ablande.
  • Reposo entre cocciones: Dejar reposar la panceta tras la primera cocción ayuda a que se asiente y no se rompa en la fritura final.
  • Golpe de calor justo al final: Solo cuando todo está en su punto, se fríe a alta temperatura para lograr una corteza inflada y crujiente
Así luce la corteza del torrezno cuando alcanza el punto perfecto de crujido.
Así luce la corteza del torrezno cuando alcanza el punto perfecto de crujido. | @torreznodesoria

No son pasos complejos, pero requieren atención. Y sobre todo, respeto por el producto. Quien lo prueba, repite. Y quien lo escucha crujir, lo recuerda. No hay espuma, ni reducciones, ni cocina molecular. Solo panceta, fuego y el respeto absoluto a un proceso que no admite atajos

Y si te han entrado ganas de intentarlo en casa, también puedes seguir esta receta de cómo hacer torreznos de Soria.

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