Más frutas 'feas' en el supermercado: los cambios de la Ley de desperdicio alimentario

Descubre qué cambios encontrarás en supermercados, comercios, bares y restaurantes con la Ley contra el desperdicio de alimentos que el Congreso de Diputados acaba de aprobar en España. ¿El objetivo de esta normativa? Promover una cultura de consumo más responsable y solidaria.
¿Sabías que las sobras de tu plato o esa fruta con aspecto imperfecto podrían ser claves para salvar el planeta? Con la nueva Ley de Prevención del Desperdicio Alimentario, los bares y supermercados en España están obligados a cambiar el juego.
Envases reutilizables para llevarte lo que no comes, descuentos en productos cercanos a su fecha de caducidad y más oportunidades para evitar que la comida termine en la basura.

¿Qué significa esto para ti? Menos residuos, más ahorro y un paso hacia un consumo responsable que empieza en tu cesta de la compra y acaba transformando el mundo. Descubre cómo esta ley puede marcar la diferencia en tu día a día.
Los supermercados
Supermercados y minoristas deben destinar productos cercanos a su fecha de caducidad o aquellos que no cumplen con estándares estéticos a su venta con descuento o donación.
También fomentarán la comercialización de frutas y verduras que, aunque no cumplan con criterios estéticos, son perfectamente aptas para el consumo. Esto no solo reduce el desperdicio, sino que democratiza el acceso a alimentos más económicos.
Los restaurantes
Los restaurantes están obligados a ofrecer envases reutilizables o reciclables para que los comensales puedan llevarse las sobras a casa sin coste adicional.
En el caso de los envases de plástico de un solo uso, incluidos los recipientes para llevar, los establecimientos sí están obligados a cobrar, según la Ley 7/2022 de residuos. En este caso, el cobro debe reflejarse claramente en la cuenta o ticket de venta. Aunque la ley no establece un precio fijo, se recomienda informar a los clientes para evitar malentendidos.

Las empresas de alimentación
Las empresas de alimentación estarán obligadas a priorizar la donación de excedentes a bancos de alimentos u organizaciones sociales antes de descartarlos.

El gobierno
El gobierno se compromete a realizar campañas de sensibilización para fomentar hábitos de consumo responsables, desde la correcta interpretación de las etiquetas de caducidad hasta la planificación de compras para reducir excedentes.
Por ejemplo, entender la diferencia entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente es crucial para evitar desechar alimentos que aún son seguros para consumir.La fecha de caducidad indica el último día en que el producto puede consumirse de manera segura. Mientras que la fecha de consumo preferente señala hasta cuándo el producto mantiene sus propiedades óptimas (sabor, textura, etc.), pasada esta fecha el alimento puede seguir siendo seguro, aunque su calidad puede disminuir.
El consumidor
La ley representa una oportunidad para reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo. ¿Sabes que cada persona tira una media de 31 kg de comida a la basura al año? ¡El cambio empieza en casa!
¿Qué puedes hacer tú para reducir el desperdicio de alimentos? Hay algunas sencillas prácticas que puedes aplicar en el día a día.
Para evitar comprar productos innecesarios, planifica tus comidas y compras. Haz un menú semanal y elabora una lista de compra basada en ello.
Organiza tu nevera y despensa colocando los productos con fechas de caducidad más próximas al frente para asegurarte de utilizarlos primero.
A la hora de comer, servir porciones adecuadas puede ayudara reducir la cantidad de comida que se tira. Es mejor servir menos y repetir sies necesario.
Y si te sobra comida, ¡no la tires! Transforma los restos de comida en nuevas recetas. Por ejemplo, el pan duro puede convertirse en torrijas o migas, mientras que las verduras sobrantes son ideales para una crema o caldo.
Los restos de alimentos que no se pueden consumir pueden convertirse en compost, lo que ayuda a reducir los residuos y a enriquecer el suelo.
Además, si tienes alimentos que no vas a consumir, considera donarlos a bancos de alimentos o a organizaciones que los distribuyan a personas necesitadas.
Un plan global para un objetivo común: un consumo más sostenible que nos beneficia a todos.