El fenómeno de las smash burgers: ¿por qué son tan famosas?

¿Has notado cómo en el último año los locales con smash burgers han brotado por todas partes? Aunque pueda parecer una novedad, la verdad es que estas hamburguesas tienen una historia que se remonta a más de 50 años. A diferencia de las hamburguesas tradicionales, donde la carne se moldea en forma de disco grueso, éstas se preparan aplastando una bola de carne picada directamente sobre una plancha caliente. ¿Por qué se han vuelto especiales?
El secreto detrás de una smash burger reside en su técnica de cocción. El nombre lo dice todo: smash significa aplastar en castellano. El resultado es una hamburguesa fina, jugosa y crujiente por fuera.
El truco para lograrlo es la famosa reacción de Maillard, una serie de reacciones químicas entre las proteínas y los azúcares de los alimentos cuando se calientan, creando una caramelización que dora la carne, forma una costra crujiente y aporta ese sabor tostado tan delicioso.
Este proceso también ocurre en las hamburguesas convencionales, pero en las smash burgers, al ser más finas, la reacción abarca casi toda la superficie de la carne, sin dejar partes sin caramelizar.

La clave está en aplastar la carne justo al momento de tocar la plancha, asegurando que los jugos se sellen rápidamente en el interior mientras se forma esa deliciosa costra en el exterior.

No se recomienda hacerlas en barbacoas o grills con rejillas, ya que la carne se cocinaría de manera desigual y no se caramelizaría completamente. Además, esta técnica no permite diferentes niveles de cocción, es decir, no puedes pedirla poco hecha.
Es una hamburguesa que vuelve a lo clásico
Parte del encanto de las smash burgers es su sencillez. En estas hamburguesas no encontrarás carne de Angus o Wagyu, cebolla caramelizada, trufa negra ni otros ingredientes gourmet. Las smash burgers vuelven a lo básico y lo más clásico: carne, pepinillos, cebolla, kétchup y mostaza. Y listo. Nada más.
El pan también juega un papel crucial. En muchas smash burgers, el pan se tuesta ligeramente en la misma plancha, añadiendo una capa extra de sabor y textura.
Los mejores ejemplos de esta hamburguesa no están sobrecargados de ingredientes. Generalmente, incluyen queso derretido, un par de rodajas de pepinillo, cebolla y una salsa especial. Esta simplicidad permite que los sabores de la carne y el pan brillen, sin ser eclipsados por una multitud de aderezos.
La primera smash burger se hizo hace más de 50 años
La historia de la smash burger se remonta a más de 50 años, en un pequeño restaurante en Ashland, Kentucky. Todo comenzó cuando un cocinero, buscando mejorar la textura y el sabor de las hamburguesas, decidió experimentar. Este trabajador, cuyo nombre se ha perdido en el tiempo, descubrió que al aplastar una bola de carne contra la plancha caliente con un bote de alubias, lograba una caramelización única y una textura crujiente por fuera y jugosa por dentro.
¿A qué sabe una smash burger?

El sabor de la carne es increíble, profundo y robusto, con esas notas caramelizadas que te recuerdan a un buen filete a la parrilla. Cada mordisco ofrece un contraste entre lo crujiente y lo jugoso, lo sencillo y lo intenso, lo que hace que sea una delicia para los amantes de las hamburguesas.