Cómo reciclar correctamente todos los residuos de una cocina
Cuidado del planeta
Reciclar correctamente puede ser un poco difícil a veces, pero te explicamos cómo hacerlo.

Sin duda la cocina es el corazón de la casa: es donde preparamos nuestro café por las mañanas, la comida que sirve como excusa para comentar nuestro día con la familia e, incluso, el vaso de leche con el que terminamos la jornada antes de acostarnos. Es un espacio muy diferente al resto de nuestro hogar y que merece mucha atención cuando hablamos de higiene y seguridad alimentaria, pero también si pensamos en sostenibilidad, ya que es el lugar donde más residuos se generan. Restos de comida, envases de plástico, botellas de vidrio, papel de embalaje, aceite usado… la lista es interminable. Frente a esa montaña de desechos diarios, el reciclaje doméstico se convierte en una herramienta clave.

A menudo pensamos que lo que hacemos en casa apenas tiene importancia, pero la realidad es distinta: cada envase que tiramos al contenedor adecuado evita nuevas extracciones de recursos, reduce la contaminación y prolonga la vida útil de materiales valiosos. Un simple gesto, repetidos millones de veces en miles de hogares, se traduce en toneladas de materiales recuperados. ¡Pero solo si lo hacemos bien! En este artículo te cuento todo lo que debes saber al respecto, ¡No te lo pierdas!
Gestos tan sencillos como los que te vamos a contar hoy nos permiten que una botella de vidrio que acabamos de utilizar pueda convertirse en otra botella idéntica en apenas unos días, pero solo si se deposita correctamente en el contenedor verde. Otro ejemplo puede ser el reciclaje de papel, que evita la tala de millones de árboles cada año. Es decir, el impacto real es enorme y empieza en nuestra cocina.
Clasificación básica: ¿dónde va cada cosa?
Para reciclar bien, lo primero es saber clasificar, ya que en realidad es esto lo que podemos hacer desde nuestros hogares. En España, y en la mayoría de países europeos se utilizan contenedores de colores que facilitan el proceso. Cada país puede seguir una estrategia diferente, pero en reglas generales en los municipios de nuestro país podemos manipular los diferentes residuos de la diferente manera en función de los contendores que tenemos.
Orgánicos
El contendor orgánico es el de color marrón, y es aquí donde van los restos de comida, pieles de frutas, posos de café, cáscaras de huevo, servilletas y papel de cocina sucios. En general debemos pensar que aquí va todo aquello que pueda transformarse en compost o biogás, por lo que mientras una caja de pizza completamente limpia iría al cartón, una caja manchada de grasa iría al orgánico una caja de pizza con grasa, pero cuya caja está tintada (algo muy típico en marketing) deberemos tirado directamente al contendor de restos.
Envases
El contenedor de envases es el de color amarillo, muchas veces mal llamado contendor de plásticos. En el se deben tirar los envases de plástico, latas en general, briks y bandejas de poliestireno… Es importante que estén vacíos, aunque no hace falta lavarlos a fondo, basta con retirar el exceso de producto. Como ves es un contenedor de envases, no de plástico, por lo que los elementos de este material que no sean envases no deben tirarse, si no llevarlos al punto limpio o, en todo caso, al contenedor de restos.
Vidrio
El contenedor de vidrio es el conocido como contenedor verde y en él solo debemos tirar botellas, frascos y tarros de vidrio. No entran aquí vasos rotos, espejos, cerámica o bombillas, que deben ir a puntos limpios o recogidas específicas, ya no se trata de envases de vidrio.

Papel y cartón
El contenedor de papel y cartón es el de color azul y en él debemos tirar cajas, bolsas de papel, periódicos, revistas…. No se deben incluir papeles plastificados, cajas ensuciadas de grasa o servilletas sucias, que en este caso van al orgánico. Sin embargo, todas las cajas limpias aunque lleven tinta se deben tirar en este contenedor sin problema.
Aceite usado
Lo primero de todo es que el aceite usado nunca debe tirarse por el fregadero. Una sola gota de aceite puede contaminar miles de litros de agua, ¡Así que nunca tires el aceite por el fregadero! Esto, como imaginarás, excluye el aceite que al limpiar nuestras sartenes se escurra, pero también este debe ser el menor posible. Todo el aceite usado, por ejemplo tras una fritura, se recomienda guardarlo en botellas de plástico bien cerradas y llevarlas a contenedores específicos, normalmente de color naranja, o a puntos limpios.
Cápsulas de café
Las cápsulas de café pueden tirarse al contendor amarillo (envases) siempre y cuando estén completamente limpias de café. Como sabemos que esto es muy difícil para los consumidores, muchas marcas tienen sistemas propios de recogida y reciclaje. Lo ideal es acumularlas y entregarlas en puntos habilitados en supermercados o tiendas, Mercadona es muy buena opción, ya que hay una gran cantidad de supermercados.
Pilas y baterías
Las pilas y baterías agotadas son uno de los grandes problemas a la hora de reciclarlos, porque contienen metales pesados muy contaminantes. No debemos tirarlos en el contenedor de restos, sino que debemos depositarlos en los pequeños contenedores rojos que suelen estar en colegios, supermercados, centros cívicos o incluso en marquesinas de las ciudades, que actúan como pequeños puntos limpios.
Pequeños electrodomésticos
Cuando se nos estropee nuestra tostadora, batidora o cafetera no debemos tirarla a la basura normal y al contenedor de restos. En su lugar debe llevarse a un punto limpio o entregarse en la tienda al comprar uno nuevo, ya que están obligadas a recogerlos. Como has visto esta clasificación básica puede parecer complicada al principio, pero con unos días de práctica se convierte en un hábito automático. ¡El planeta te lo agradecerá!

¿Cuáles son los errores más frecuentes y cómo podemos evitarlos?
Aunque mucha gente reciclamos, no siempre lo hacemos correctamente. Estos son los fallos más comunes en la cocina y que podemos corregir muy sencillamente.
- Tirar servilletas o papel sucio en el contenedor azul. Lo hemos comentado anteriormente, pero sin duda es el error más común en nuestras cocinas. Una servilleta manchada de grasa o comida debe ir al contenedor marrón (orgánico). Una opción es que si una caja o servilleta está manchada solo en una parte podamos separarla y esta tirarla al contenedor orgánico y la parte limpia al azul.
- Cristales rotos en el verde. El contenedor verde es para envases de vidrio, por lo que es solo para vidrio de envases. Los cristales, que no son vidrio, deben ir al punto limpio. Por ejemplo ventanas, espejos rotos, bombillas… no debe tirarse en este contenedor.
- Envases con restos de comida. Si por ejemplo tenemos una lata de conservas y se estropea no debemos tirarlo directamente, ya que este alimento dificulta el reciclaje y puede estropear el proceso. Conviene vaciarlos antes de tirarlos.
- Tapas y tapones mezclados. En el caso de los envases de plástico podemos tirar juntos el envase y el tapón. Sin embargo, si pensamos en los frascos de vidrio, las tapas metálicas van al amarillo y el frasco al verde. ¿Te has fijado en que los tapones de los envases de plástico sí van unidos al envase pero en el vidrio no? ¡Este es el motivo!
- Briks en el contenedor azul. Se trata de un error muy extendido, ya que externamente da la sensación de que se trata de un cartón. En realidad los briks van al contenedor amarillo, no al de papel, porque tienen varias capas de materiales. Esto dificulta enormemente su reciclaje, por lo que siempre es más sostenible consumir envases solo de plástico o cartón que de materiales combinados que después deben separarse para su reciclado.

Como has visto, el grueso del reciclaje doméstico se encuentra en la cocina. Con pequeños gestos cotidianos que parecen insignificantes podemos marcar una gran diferencia. Saber dónde va cada residuo y evitar los errores más comunes nos acerca más a un mundo realmente sostenible.