¿Compartir almohada de nuevo? La nueva (vieja) tendencia en camas de matrimonio

Unión o conflicto

La almohada única vuelve a las camas dobles: entre la estética minimalista y la comodidad compartida.

Las almohadas individuales suelen evitar conflictos.
Las almohadas individuales suelen evitar conflictos. | Hotel Ashirwad Unplash

Hace unos años, muchas parejas optaron por una solución práctica: dormir con almohadas individuales en las camas de matrimonio, priorizando la comodidad personal de cada uno. Sin embargo, recientemente ha resurgido una tendencia más tradicional: volver a compartir una única almohada.

Una tendencia que parecía relegada al pasado que reaparece en redes sociales, tiendas de decoración y hogares con estilos minimalistas y tradicionales.

¿Volverías a compartir almohada? ¿Es solo una moda nostálgica o una nueva forma de entender la intimidad?

La almohada única: un estilo minimalista y escandinavo

En plataformas como Pinterest e Instagram, crece la presencia de dormitorios de matrimonio con una sola almohada alargada, también llamada "body pillow" o "almohada king".

Esta estética está relacionada con el diseño escandinavo y japonés (y su fusión, conocida como japandi), donde predomina la simplicidad y la funcionalidad combinada con toques clásicos.

Las marcas de decoración no han tardado en subirse a esta ola, y es cada vez más común ver camas dobles presentadas con una única almohada central, así como conjuntos de ropa de cama con una única funda de almohada larga. El mensaje parece claro: menos es más… también al dormir.

Cama de matrimonio moderna con dos almohadas individuales.
Cama de matrimonio moderna con dos almohadas individuales. | Erika Mendes Unsplash

¿Comodidad o incomodidad compartida?

Pero más allá de lo visual, la verdadera cuestión es práctica: ¿es cómodo compartir una almohada?

A ver, lo cierto es que, si dejamos de hacerlo, por algo sería. Aunque por supuesto, esto es siempre cuestión de gustos.

Según expertos en descanso, como la Sleep Foundation, la fundación del sueño de EE.UU., el soporte cervical adecuado es clave para un sueño reparador.

Una sola almohada compartida puede generar conflictos de altura, firmeza o posición, ya que no tienes por qué tener las mismas necesidades ni gustos que tu pareja para dormir cómodamente.

No obstante, hay parejas que encuentran placer en esa cercanía. Compartir almohada puede reforzar el contacto físico y emocional y promover un ambiente más íntimo al acostarnos. Además, siempre hay personas que comparten los mismos gustos respecto a la dureza de la almohada y colchón.

Un símbolo de unión… ¿o de conflicto?

Para algunos, utilizar una sola almohada es mucho más que un accesorio: es un símbolo de unión. Dormir sobre la misma base puede interpretarse como una forma de “dormir juntos de verdad”, y no solo de compartir cama. Una forma de transformar un detalle tan simple en un verdadero gesto de cercanía emocional, sincronía y compromiso.

Sin embargo, para otros puede representar una pérdida de autonomía y un motivo de conflicto, especialmente si uno de los dos no respeta el espacio físico del otro y, poco a poco, va relegando a la otra persona a dormir en la esquina del colchón (generalmente como parte de un movimiento involuntario cuando estamos dormidos).

Mujer en el centro de una cama de matrimonio.
Mujer en el centro de una cama de matrimonio. | Jayson Hinrich Unsplash

Hay quienes incluso optan por camas separadas dentro de una misma habitación, revalorizando la individualidad dentro de la vida en pareja.

Un regreso con historia

Lo interesante y curioso de esta tendencia es que no es algo nuevo. Hasta la llegada de las camas de 150cm y las King Size, lo común, al menos en España, era dormir en camas de matrimonio de 135 cm y con una almohada larga y única.

Entonces, ¿volverá para quedarse?

Como toda tendencia, su permanencia dependerá de cuánto logre equilibrar forma y función. Desde luego, la almohada única no es para todo el mundo, pero sí puede ser una opción interesante para quienes priorizan el diseño o buscan mejorar el vínculo y la conexión durante el descanso nocturno.

Al final, la elección entre una o dos almohadas no solo habla del confort, sino también de la manera en que cada pareja entiende su espacio compartido.

Y en ese punto, quizás no hay una moda correcta, sino la que mejor se adapta a cada historia.

stats