Historia de la decoración: Cómo el pasado sigue influyendo en tu hogar

Escaleras de un edificio lujoso con decoración tradicional.
Escaleras de un edificio lujoso con decoración tradicional.

¿Alguna vez te has replanteado de dónde viene nuestro amor por la decoración? ¿O cómo hemos llegado a las tendencias actuales? Descúbrelo en este artículo.

La decoración ha acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, transformándose a lo largo de los siglos en un reflejo de las culturas, las tecnologías y las filosofías de cada época.

Las tendencias que hoy encontramos en las revistas de diseño y arquitectura, tiendas y, como nosotros, los portales digitales especializados en decoración, no son algo accidental, ¡todo tiene su aquel!

La decoración actual es el resultado de una larga evolución histórica que está profundamente unida a cambios sociales, económicos y artísticos.

En este artículo, exploraremos cómo la historia de la decoración ha influido en las tendencias que adoramos en la actualidad, cómo las modas de antaño siguen regresando, y cómo los contextos históricos han modificado lo que vemos en nuestros hogares.

Los primeros pasos: desde la prehistoria hasta la Antigüedad

Como te podrás imaginar, en sus inicios, la decoración no era, en sí, una preocupación estética, sino una necesidad funcional.

Las primeras formas de decoración eran simples, como las pinturas rupestres que adornaban las paredes de las cavernas, o los adornos de los utensilios y herramientas que utilizaban las primeras civilizaciones.

Pinturas rupestres.
Pinturas rupestres.

Los seres humanos, en su afán por mejorar su calidad de vida y su entorno, comenzaron a crear espacios más organizados, utilizando materiales como la piedra, el barro y, más tarde, la madera.

En la antigua Grecia y Roma, la decoración alcanzó un grado de sofisticación considerable. Los palacios y villas romanas estaban decorados con frescos, mosaicos y mármoles con imágenes significativas y bonitos colores, y las esculturas adornaban jardines y espacios interiores.

La simetría y el orden eran características clave en el diseño romano, y la arquitectura posee, ya, una gran importancia.

Mosaicos romanos de Mérida (Extremadura).
Mosaicos romanos de Mérida (Extremadura).

La Edad Media: de la simplicidad a la grandiosidad religiosa

Durante la Edad Media, la decoración cambió drásticamente. En un contexto dominado por el feudo y las creencias religiosas, la decoración de los hogares se centró más en la funcionalidad que en la belleza.

La Edad Media es, además, una de las épocas donde la desigualdad social era especialmente notable y esto, lógicamente, afectaba de lleno al auge de la decoración.

Las iglesias y catedrales fueron los espacios más decorados, con imponentes vitrinas y cristaleras, tallas de madera y frescos que narraban historias religiosas (en su mayoría caóticas para mantener al pueblo temeroso) y reflejaban la riqueza y el poder de la iglesia.

A pesar de la austeridad en la vida cotidiana, los castillos y palacios de los monarcas eran lugares de ostentación, donde el mobiliario tallado, las tapicerías lujosas y el oro demostraban el poder y la riqueza de la nobleza.

El uso de colores profundos como granates y los patrones intrincados comenzaron a tomar fuerza en estos siglos, y la tapicería se convirtió en una forma de decoración muy apreciada entre las clases altas.

Pantocrátor de Sant Climent de Taüll.
Pantocrátor de Sant Climent de Taüll.

El Renacimiento: el retorno al arte clásico

El Renacimiento (siglos XIV a XVI) marcó un renacer en las artes, la ciencia y la filosofía, y esta renovación también influyó profundamente en la decoración.

Los artistas de esta época se inspiraron en las formas y proporciones de la antigua Grecia y Roma, buscando un equilibrio entre la belleza natural y la perfección matemática.

Los colores y tonalidades se ampliaron, incorporando tonos más suaves y elegantes, y las técnicas de pintura y escultura alcanzaron niveles de realismo figurativo y paisajístico que no se había visto hasta entonces.

El Renacimiento también vio la aparición de grandes palacios, palacetes y villas donde la decoración interior comenzaba a ser tan importante como la arquitectura exterior.

El uso de espejos, pinturas y murales y detalles dorados se convirtió en una forma de resaltar la riqueza de estos espacios.

Cúpula del Duomo, Florencia.
Cúpula del Duomo, Florencia.

El Barroco: la exuberancia como símbolo de poder

El Barroco (siglos XVII y XVIII) fue una época de grandiosidad, y esto también se reflejó en la decoración. En esta era, las tendencias decorativas se caracterizaron por una exuberancia sin igual: muebles de gran tamaño, elaborados en madera y con muchos tallados y detalles metálicos, cortinas pesadas (cortinones) que cubrían los grandes ventanales y paredes adornadas con pinturas de temática religiosa y mitológica. Por supuesto, continuamos hablando de los espacios más opulentos.

En el Barroco, el diseño interior se convirtió en una extensión del poder y la riqueza de la monarquía y la iglesia.

Las formas curvas, los detalles ornamentales en exceso, los espacios oscuros con poca iluminación y los colores intensos eran populares, y el uso de textiles como el terciopelo y la seda eran los más comunes.

Las decoraciones barrocas de la actualidad tienen mucha influencia, aún, del barroco más puro.

Palacio de Versalles, un icono barroco.
Palacio de Versalles, un icono barroco.

El Neoclasicismo: el regreso a la simplicidad

A finales del siglo XVIII, el Neoclasicismo llegó como respuesta al exceso decorativo del Barroco y el Rococó.

Inspirado en los ideales de la antigua Grecia y Roma, el Neoclasicismo favorecía una arquitectura más sencilla y menos detallada, así como decoraciones donde destacara la simplicidad y el orden.

Los colores claros (beiges, blancos...) y materiales más sencillos, como la madera clara y el mármol, reemplazaron a los materiales lujosos y exagerados de las épocas anteriores.

¿Sería esta época que dio pie al estilo clásico sencillo que conocemos hoy en día?

Palacio de Invierno de San Petersburgo, un referente histórico del neoclasicismo.
Palacio de Invierno de San Petersburgo, un referente histórico del neoclasicismo. | El Mundo

El siglo XIX: el auge del Eclecticismo

Con la Revolución Industrial y la expansión de las clases medias en el siglo XIX, la decoración experimentó también un gran cambio. Poco a poco, la decoración iba siendo cada vez más accesible para la clase media, creando incluso sus propias tendencias.

Los avances en la fabricación de productos permitieron la producción en masa de muebles y objetos decorativos, haciéndolos mucho más accesibles.

El Eclecticismo dominó este periodo, con la fusión de estilos del pasado, como el Renacimiento, el Rococó y el Neoclasicismo, creando ambientes de lujo y refinamiento.

Las casas victorianas son una de las mayores representaciones de la época, con sus detalles ornamentales, el uso de mucho mobiliario y su decoración elegante en tonos claros y florales, reflejando el deseo de mostrar estatus y riqueza.

En esta época las decoraciones de pared y el uso de alfombras persas empieza a convertirse en una tendencia cada vez más común.

Palacio de la Ópera de París.
Palacio de la Ópera de París. | Opera Nacional de Paris

Siglo XX: la revolución del diseño moderno

El siglo XX fue testigo de una serie de movimientos que revolucionaron completamente la decoración. Desde el Art déco, pasando por el modernismo y el estilo de la Bauhaus, la decoración se alejó de los estilos ornamentales tradicionales para abrir paso a la simplicidad, la funcionalidad y el minimalismo.

Los muebles de líneas más sencillas, colores claros y los materiales industriales marcaron el paso de una era en la que la decoración se transformaba poco a poco en un arte moderno que buscaba la utilidad y la eficiencia.

No obstante, también existieron épocas de esplendor decorativo (que muchas personas aún recuerdan), como la decoración de los años 70, que destaca por la utilización de tonalidades naranjas y amarillos, estampados geométricos, papel pintado de terciopelo y, en definitiva, un exceso decorativo.

Decoración de los años 70.
Decoración de los años 70. | Pinterest :-)♡(-:BellaBella BoBella

Siglo XXI: Tendencia al minimalismo y el equilibrio

En la actualidad, las tendencias de decoración son un reflejo de lo rápido que evoluciona el mundo, especialmente desde la llegada de Internet a nuestras vidas.

Actualmente, encontramos diferentes tendencias decorativas confluyendo entre sí, aunque la gran mayoría de ellas comparten una filosofía clara: la búsqueda del equilibrio, comodidad y mayor bienestar dentro del hogar.

La decoración por excelencia de las últimas décadas es el minimalismo y el estilo nórdico. Sin embargo, otras tendencias más especiales como la decoración aesthetic o el estilo coquette están arrasando entre el público más joven.

La nostalgia también juega un papel importante en las decoraciones actuales, ya que los estilos del pasado, como el mid-century modern o la decoración cottage (inspirado en la campiña inglesa), siguen siendo muy populares.

Salón con decoración minimalista.
Salón con decoración minimalista.

¿Qué modas volverán dentro de unos años? ¿Qué ideas innovadoras decorarán nuestro hogar? Si algo tenemos claro es que la decoración continuará evolucionando y creando nuevas tendencias, siempre, con referencias tradicionales que continuarán inspirando a nuevas generaciones.

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