Errores comunes al decorar con estilo nórdico y cómo evitarlos

Consigue tu hogar ideal

¿Decoras en estilo nórdico? Evita errores comunes y consigue un hogar luminoso, cálido y funcional con estos consejos.

Apartamento de estilo nórdico.
Apartamento de estilo nórdico.

Si te gustan los hogares minimalistas o con decoraciones simples, bonitas y muy funcionales, lo que necesitas para tu casa es el estilo nórdico.

Es una de las tendencias decorativas que más está en auge en los últimos años, y no nos extraña, porque bien elegido puede transmitir tranquilidad, calidez y limpieza, justo lo que debería hacerte sentir tu hogar, ¿no?

Si quieres que este estilo sea el protagonista de los rincones de tu casa, pero no quieres confundirte, no te preocupes.

Hemos preparado esta guía práctica con los errores más habituales al decorar con estilo nórdico y, por supuesto, los consejos para evitarlos y lograr un espacio armonioso y lleno de estilo.

Más es más: saturar con demasiados adornos

El estilo nórdico huye del ruido visual. Uno de los errores más comunes es sobrecargar los ambientes con elementos decorativos innecesarios, lo que genera tensión visual y resta sensación de armonía y acogimiento.

Salón de estilo nórdico.
Salón de estilo nórdico. | Foto: thesefourwallsblog.com

Aunque este estilo prioriza la funcionalidad, también se basa en la sencillez y en el uso de pocos adornos, pero bien seleccionados, con diseño original y cierto impacto visual. La clave está en escoger menos, pero mejor.

Romper la armonía: no respetar la paleta de colores neutros

El blanco es el color clave en el estilo nórdico. Es la base ideal, ya que combina perfectamente con otros tonos, realzándolos y permitiendo múltiples combinaciones.

Puedes complementarlo con grises, beiges y maderas claras. Usar colores muy intensos, oscuros o saturados rompe la sensación de amplitud, luz y frescura que protagoniza esta estética.

Si quieres añadir toques sutiles de vida, hazlo mejor mediante el uso de color en complementos decorativos o a través de plantas.

Sobrecargar con muebles grandes y ornamentados

El mobiliario nórdico se caracteriza por ser funcional, sencillo y de líneas rectas, con un diseño minimalista.

Mesita de noche de mango macizo Grabielle.
Mesita de noche de mango macizo Grabielle. | Foto: tikamoon.es

Aunque es importante aprovechar bien los espacios y contar con soluciones de almacenamiento, optar por muebles demasiado grandes o pesados puede reducir la sensación de amplitud y romper con la estética limpia y ligera del estilo escandinavo.

La clave está en encontrar un equilibrio entre funcionalidad y proporción.

Bloquear la entrada de luz natural

La luz natural es fundamental en el diseño nórdico para crear ambientes luminosos y acogedores. Evita colocar cortinas de telas pesadas o en colores muy oscuros, ya que impedirán que la luz entre de forma adecuada.

Apuesta por tejidos ligeros, colores claros y líneas simples que te hagan sentir que el aire fluye libremente por el espacio.

Si no tienes la suerte de contar con mucha luz natural, la iluminación artificial también juega un papel clave. Utiliza luces cálidas, nunca frías, para mantener una atmósfera confortable y en sintonía con la filosofía del estilo nórdico.

Perder la calidez: no usar materiales naturales ni texturas naturales

La conexión con la naturaleza es uno de los pilares básicos del estilo nórdico, por eso los materiales son naturales y sostenibles. La madera es uno de los materiales estrella de este estilo decorativo, ya que aporta una sensación de calidez y confort única.

Pero cuidado: no mezcles distintas tonalidades de madera porque el efecto no será el deseado. Opta por tonos claros. Por ejemplo, la combinación de madera natural y tapizados crema funciona muy bien para transmitir esa sensación de armonía típica del estilo nórdico.

Cestas de ropa con tapa Lurdes
Cestas de ropa con tapa Lurdes | Foto: westwing.es

Evita usar materiales sintéticos o plásticos en exceso, ya que pueden generar ambientes fríos y sin vida. En su lugar, escoge aquellos que aportan calidez y textura, como el mimbre, el lino, el algodón o la lana.

Espacios impersonales: no aprovechar arte para personalizar

Como te hemos mencionado antes, en el estilo nórdico la clave está en escoger menos, pero mejor. Claro que es posible disfrutar del arte en casa, pero seleccionando piezas que aporten sentido al entorno y no sobrecarguen el espacio.

En el caso de las paredes, un error común es elegir cuadros demasiado grandes, recargados o con marcos muy ornamentados, que rompen con la sencillez que define este estilo.

Apuesta por composiciones de líneas simples, con fotografías en blanco y negro o imágenes de colores suaves y naturales. Menos es más, también en el arte.

Ignorar las plantas de interior y su poder decorativo

Las plantas de interior son imprescindibles para cualquier hogar, y más aún en los que tienen una decoración nórdica, ya que aportan vida, frescura y un toque natural sin romper la estética limpia y serena.

Juego de cestas (3 piezas) Aylin Crema/Beige.
Juego de cestas (3 piezas) Aylin Crema/Beige. | Foto: benuta.es

No incluirlas es un error garrafal. Eso sí, evita las plantas exóticas o con flores muy llamativas, porque pueden romper la armonía visual del conjunto.

Mejor apuesta por plantas hojas verdes, con porte vertical o colgante, que creen un espacio fresco y renovado. Si no sabes cuál escoger, no te preocupes, encontrarás tus favoritas en el siguiente listado de 41 plantas de interior resistentes y fáciles de cuidar.

Escoge macetas de materiales naturales y huye de las muy coloridas o de materiales muy robustos que no encajan con la esencia natural del estilo nórdico.

Si quieres convertir tu hogar en un espacio minimalista con inspiración escandinava, ya sabes qué aspectos evitar y qué detalles cuidar para lograr esa armonía, frescura y funcionalidad que caracterizan el estilo nórdico.

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