Cómo limpiar los azulejos de la cocina: trucos y productos

Aprende a limpiar los azulejos de tu cocina con tres sencillos ingredientes: amoníaco, agua caliente y una mopa de mango extensible. ¡Rápido, seguro y una limpieza eficiente garantizada!
Los azulejos en la cocina aportan belleza y armonía gracias a una textura suave y diseño variable, dos aspectos que -desde luego- hace que sea una de las elecciones favoritas a la hora de reformar cocinas o baños. No obstante, su estética no lo es todo, los azulejos son un material muy resistente al calor y al agua, con una alta durabilidad y lo mejor de todo, son superficies fáciles de limpiar.
En líneas generales, los azulejos sí acumulan suciedad, pero esa suciedad se puede retirar fácilmente con productos de limpieza comunes como el jabón de lavavajillas o el vinagre blanco de limpieza pero, cuando la suciedad acumulada se endurece y llega a crear una capa en el azulejo, será necesario recurrir a detergentes más abrasivos como el amoníaco líquido, la piedra blanca de limpieza o un buen desengrasante comercial.
Antes de ver cómo podemos dejar los azulejos de la cocina relucientes y con mucho brillo, te dejamos un listado con los productos y materiales que vas a necesitar:
Materiales y productos para limpiar azulejos
- Esponjas suaves o trapos de microfibra que no rayen el azulejo.
- Mopa con mango extensible para llegar a las zonas más altas.
- Cepillo de dientes para limpiar las juntas y áreas menos accesibles.
- Si la suciedad es suave: Jabón de lavavajillas, vinagre, bicarbonato y limón.
- Si la suciedad es dura: amoníaco, desengrasante o un limpiador de azulejos.
Todo ello haciendo uso de agua caliente y un buen par de guantes de limpieza. ¡Veamos cómo limpiar los azulejos de la cocina sin esfuerzo!
Técnicas fáciles para limpiar los azulejos de la cocina
Una vez que tenemos los materiales y detergentes a mano nos ponemos manos a la obra: retiramos todos los objetos de las encimeras y los que están en los azulejos (ganchos, relojes, adornos, etc.) y después pasamos la escoba para limpiamos el polvo y que la limpieza sea más amena. Tras ello, aplicamos las siguientes técnicas:
Azulejos muy sucios: amoníaco y jabón
La opción más cómoda para limpiar los azulejos de la cocina si están sucios, grasientos y con manchas amarillas es frotarlos con un trapo empapado en una solución de 1 litro de agua tibia con un chorrito de jabón líquido y 1/2 taza de amoníaco líquido. Este último ingrediente es uno de los desengrasantes más poderosos y económicos del mercado. Tras retirar toda la suciedad, aclaramos con agua limpia y secamos con un paño de microfibra (no deja pelusas).
Procura realizar esta limpieza con puertas y ventanas abiertas y haciendo uso de guantes de limpieza. El amoníaco desprende olores muy fuertes, por lo que es vital que haya una excelente ventilación.

Un limpiador recomendable es el amoníaco de Volvone, tradicional, económico y que también sirve para limpiar otras superficies del hogar.
Azulejos delicados: agua caliente y vinagre
Otra técnica infalible para limpiar azulejos sucios es aplicar una solución 1 litro de agua caliente, 1/2 taza de vinagre blanco y dos cucharadas de jabón líquido. Utilizamos un cepillo para retirar las manchas difíciles de las juntas y aclaramos con agua limpia. Como en el caso anterior, secamos con una mopa limpia para evitar las marcas de agua. Si quieres potenciar este limpiador, añade a la mezcla el jugo de medio limón.
Azulejos con manchas: Bicarbonato de sodio
Si los azulejos de la cocina tienen manchas persistentes aplica una pasta de bicarbonato de sodio y agua sobre la mancha. Deja actuar la mezcla de 20 a 30 minutos y luego frota suavemente con un cepillo de limpieza o esponja. ¡Este truco de limpieza es ecológico y económico!
Tras eliminar la mancha del azulejo, limpia toda la pared de la cocina con agua jabonosa, acláralo y sécalo con la ayuda de una mopa o un trapo de microfibra.

Agua caliente y jabón son los mejores aliados para mantener los azulejos impolutos en el día a día.
Azulejos de todo tipo: agua caliente y jabón
Si quieres mantener los azulejos de la cocina relucientes límpialos de la siguiente manera: frota los azulejos con una esponja empapada en agua jabonosa caliente. Si tiene manchas de comida, utiliza un cepillo para retirar los restos. Cuando termines, aclara los azulejos con un paño húmedo con movimientos verticales. Finalmente, seca los azulejos con una mopa o trapo de microfibra o algodón.
Consejos para que los azulejos vuelvan a brillar
Para conseguir que tus azulejos vuelvan a brillar, pon en práctica estos trucos:
- Tras limpiar los azulejos repasarlos con un limpiacristales comercial . Conseguirás que se vean relucientes y con un olor muy agradable.
- Repasa los azulejos con una mezcla de agua y amoníaco. ¡El amoníaco hará que tus azulejos parezcan nuevos!
Así de sencillo puedes limpiar los azulejos de tu cocina. Sencillo, ¿verdad? Si te ha gustado, te recomendamos leer esta guía completa para limpiar paredes y techos.