Sencillos y prácticos consejos para hacer limpieza en el trastero y decidir el método de organización que mejor se ajusta a ti.
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Sencillos y prácticos consejos para hacer limpieza en el trastero y decidir el método de organización que mejor se ajusta a ti.
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El trastero puede ser un espacio muy útil en casa si lo utilizas correctamente. Sin embargo, un mal uso puede convertirlo en un lugar idóneo para almacenar trastos que nunca más volverás a utilizar.
Lo primero que hay que plantearse antes de empezar a organizar el trastero o sótano es qué quieres meter en él. Dependiendo del tipo de objetos que quieras guardar, deberás emplear un sistema u otro de almacenaje. No es lo mismo utilizar el trastero para almacenar ropa, comida o, por ejemplo, herramientas.
Una vez tengas claro qué quieres guardar en el trastero, llega el momento de echar un vistazo a lo que hay dentro. La experta en organización, Ruth Martín, recomienda clasificar los objetos en las siguientes categorías:
Es importante realizar bien este paso. Para ello debemos dejar de lado los “por si acaso” y ser prácticos. Un truco es preguntarte a ti mismo desde cuando no utilizas dicho objeto o prenda. Si hace más de un año que ni siquiera te has acordado de él, no lo necesitas.
Después de esta limpieza, toca ponerse manos a la obra; pero, sin dejar de lado, en ningún momento, la función principal que quieres darle al mismo. Así, si, por ejemplo, eres un amante del deporte, tu trastero puede convertirse un lugar para almacenamiento de equipaje y artículos deportivos. También puedes montar tu propio rincón de bricolaje o utilizarlo para guardar la ropa estacional y liberar espacio en el armario de casa.
Tareas de limpieza y organización en el trastero o sótano.
Existen diferentes formas de organizar los objetos. Desde las más básicas (por colores o tipos en caso de la ropa), hasta otras más complejas (por peso o uso).
A continuación, repasamos los cuatro métodos más útiles a la hora de organizar un trastero o sótano. Cualquiera de estos te permitirá mantener el espacio limpio, ordenado y tener a mano siempre aquello que necesites sin tener que perder el tiempo en rebuscar:
El siguiente paso es decidir donde vamos a meter los objetos: en cajas, estanterías, armarios… Repasamos las opciones y cuáles consideramos las más acertadas en cada caso:
Por último, no olvidar etiquetarlo todo correctamente para saber qué hay en cada lugar sin necesidad de volverte loco.