Vamos a analizar un jardín con un muro de piedra que nos permite diferenciar una pequeña zona del jardín en dos ambientes distintos: el sombrío y el soleado.
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Decogarden, 3 de septiembre de 2018
Jardín
Vamos a analizar un jardín con un muro de piedra que nos permite diferenciar una pequeña zona del jardín en dos ambientes distintos: el sombrío y el soleado.
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Decogarden, 3 de septiembre de 2018
La zona sombría del jardín con muro de piedra
El muro de piedra se ha construido con viejos adoquines, pero si nos fijamos el encuentro entre ellos se ha cuidado evitando que la masa sobresalga y permita así que los hendiduras sirvan de soporte para que las plantas enredaderas puedan crecer tranquilamente en este muro. En concreto, nos encontramos con una hortensia enredadera, cuyas ramas se van amarrando a las hendiduras, que necesita zonas húmedas y fachadas sombrías ubicadas al norte.
El canal que recoge los drenajes del jardín no ha sido tapado, si no que se ha aprovechado para incorporarlo con un elemento decorativo más. Gracias a la humedad de la zona ha permitido que crezcan de forma espontánea diferentes tipos de helechos, aportando un interés añadido a esta zona sombría del jardín. Además de los helechos y la hortensia enredadera, en esta zona de sombra se han plantado unos ciclámenes que aporta la nota de color y sobrevivirán bajo la cubierta del pórtico durante todo el invierno.
En la zona soleada se ha construido un pozo artificial y adecuado con nenúfares y unas algas oxigenantes que evitan que el agua se descomponga. El pavimento de esta zona también se ha realizado con viejos adoquines, lo que ha permitido en las zonas de separación crezcan plantas poco exigentes como las echeverias y las siemprevivas. Para finalizar vamos a centrarnos en el seto de hayas, que normalmente no vemos, que tiene un fin muy decorativo ya que el tono de sus hojas irá cambiando en cada estación, sobre todo en la cornisa cantábrica.