Planta de cereza, una opción para tu huerto

El cerezo es uno de los árboles más bonitos y útiles. Su madera se puede utilizar para hacer muebles, sus frutos ser consumidos e, incluso, simplemente contemplarlos tiene un gran valor por su increíble estética.
¿Te gustan las cerezas? ¿Has pensado alguna vez en tener un cerezo en tu jardín? En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta especie para que puedas iniciarte en su cultivo.
El cerezo es un árbol que, quizás, no es para todos conocido, aunque su fruto, la cereza, nos encantará a la mayoría de nosotros. Realmente no existe una única planta llamada cerezo, sino que existen decenas de diferentes especies, todas ellas pertenecientes al género Prunus y, en concreto, al subgénero Cerasus.
Están enormemente emparentadas con los almendros, melocotoneros o ciruelos, ya que todos ellos pertenecen al mismo género botánico. Aunque existen muchas especies, las más habituales son Prunus cersus y Prunus avium, sobre todo este último, puesto que sus frutos son los más consumidos. Por este motivo, en este artículo nos centraremos en esta última especie, porque es la que solemos asociar bajo este nombre y a la que probablemente tendremos acceso con mayor facilidad en nuestro vivero de confianza.
El cerezo es una especie arbórea originaria de Europa y del occidente de Asia. Está caracterizada por poder alcanzar grandes alturas, de hasta 30 metros, aunque cuando su uso es la explotación agrícola para obtener sus frutos se cultiva con tamaños mucho menores para optimizar su producción. Presenta un tronco liso y anillado, con tonos rojizos que puede utilizarse en ebanistería, donde tiene un alto valor por su gran carácter ornamental, ser extremadamente duradera y resistente a la humedad.

La copa de este árbol tiene forma piramidal y está poblada por hojas simples y aserradas, que quizás te recuerden a las de una rosa, aunque más ovaladas y con el borde menos serrado. Esas hojas se caen durante el otoño, siendo un claro ejemplo de especie caducifolia.
Cuando llega la primavera, esta especie nos regala uno de los tesoros de la naturaleza: la flor del cerezo. Esta flor es especialmente importante en países asiáticos como Japón, donde es tradición la práctica del hanami, es decir, la contemplación de estas flores. En este caso, estamos hablando de la variedad del cerezo japonés, que tiene un enorme valor ornamental, en lugar de productor de frutos, pero te puedo asegurar que contemplar las flores del cerezo es un espectáculo, al igual que seguro te ha pasado con su pariente cercano, el almendro.
Estas flores pueden aparecer a lo largo del mes de abril y mayo en el hemisferio norte, son de color blanco, pequeñas, de apenas unos centímetros y con simetría pentarradial, es decir, con 5 pétalos y múltiples estambres.
Si logra ser polinizado por las abejas, da lugar a la cereza, una pequeña drupa de color rojo que puede ser más claro u oscuro en función de la variedad e, incluso, de color amarillo y que cuenta con un sabor que puede ser dulce o ligeramente ácido. Es común que durante la temporada de fructificación podamos ver dos frutas muy parecidas: la cereza y la picota.
Mientras que las cerezas son más pequeñas, rojizas y tienen el pedúnculo (el rabito de la cereza) las picotas son más grandes, oscuras y carecen de este peciolo. Además, la picota suele tener un sabor más dulce e intenso, y aunque es una variedad de cereza, muchas veces es más consumida. ¡Para gustos colores, pero que normalmente sea más barata, quizás sea un motivo de peso!
En el interior del fruto encontramos la semilla. Como ocurre en otras especies, como en el olivo, esta cuenta con un endocarpio endurecido que en coloquialmente conocemos como hueso. Como curiosidad, he de decirte que contiene en su interior ácido cianhídrico, que puede transformarse en cianuro, ¡lo que significa que podrías morir por comer cerezas! Antes de alarmarte, tendrías que comerte unas 60 semillas, además de masticarlas, por lo que es bastante improbable que te ocurra, ¡tranquilo, puedes seguir disfrutando de su sabor!
¿Cuándo sembrar la planta de cereza?
La mejor época para plantar un cerezo dependerá de cómo esté nuestra planta. Si se trata de un árbol con raíces descubiertas, por ejemplo, porque la hayamos extraído de otra ubicación, deberemos plantarlo preferentemente a finales de invierno, para que cuando comience el periodo de crecimiento ya se encuentre en su nuevo emplazamiento.
Si, por otro lado, se trata de un cerezo que viene ya en una maceta o cepellón que hayamos conseguido de nuestro vivero de confianza, no tendremos ningún problema para pactarlo en cualquier momento del año, ya que se trata de una especie bastante resistente en este aspecto. Aun así, te recomiendo que lo hagas cuando no haya temperaturas extremas, ni frías, ni cálidas, porque podría dificultar su supervivencia.
También existe la posibilidad de reproducir esta planta mediante la germinación de semillas. Si te decides por esta opción, debes hacerlo en invierno, tratando que la germinación coincida con el inicio de la primavera. ¡Recuerda que el uso de semillas no te asegura obtener la misma y rica cereza de la que la has obtenido!
Cuidados básicos del cerezo
Ubicación
El cerezo, como el resto de frutales, necesita una gran exposición solar. Lo ideal es plantarlo en nuestro jardín, expuesto lo máximo posible al Sol o, como mínimo, un lugar en el que pueda recibir unas 4 horas mínimas de Sol directo.
No debemos preocuparnos por las temperaturas, ya que soporta muy bien las heladas. El único inconveniente al respecto nos lo podríamos encontrar con heladas tardías en invierno, que podrían provocarle una menor floración y fructificación, o si estas ocurrieran una vez ha comenzado a producir flores, porque probablemente acabarán con ellas.

No tolera suelos encharcados, por lo que es necesario que el suelo esté bien drenado. No es exquisito respecto al tipo de suelo, aunque prefiere aquellos que tengan un cierto contenido en arena para favorecer la porosidad y aireación, así como aquellos que sean relativamente calizos.
Podemos plantarlo tanto en maceta como directamente en el suelo, aunque si nuestro jardín es pequeño te recomiendo la primera forma, puesto que puede tener un gran crecimiento aéreo y subterráneo, alcanzando fácilmente los 4 o 5 metros de altura si las condiciones son las óptimas. De esta forma, tendremos un mayor control de la planta para evitar que pueda suponer un problema. En el artículo sobre el cultivo de árboles frutales en maceta damos las claves para que prospere adecuadamente.
Riego y fertilización
El género Prunus, al que pertenece, no está caracterizado por tener una gran demanda de agua a pesar de sus jugosos frutos. Por este motivo, los riegos deben ser espaciados y en el momento adecuado, evitando los suelos encharcados, por lo que te recomiendo que antes de cada riego introduzcas un dedo en el suelo y no lo hagas hasta que los primeros centímetros del mismo estén completamente secos.
No te preocupes si en algún momento se te olvida regarlo, siempre que la sequía no sea extrema lo soportará sin problema, ya que es un árbol muy resistente.
Respecto a la fertilización, es uno de los frutales que menos abono requieren y solo creo importante hacerlo al comienzo y finales de la primavera. Al comienzo, enriqueciendo con nitrógeno, fósforo y potasio y al final únicamente con nitrógeno, siendo una buena idea los abonos ricos en nitrato de amonio. Aun así, debes ser precavido con las cantidades, y en este caso siempre vale pecar ca cauto que excedernos.
Como ya sabes, siempre recomiendo utilizar abonos orgánicos en lugar de químicos para que nuestra afición sea lo más respetuosa posible con la naturaleza, por lo que el uso de compost para abonar nuestros cerezos es una buena idea si tienes acceso a él. Te mostramos lo sencillo que es hacer compost casero.
Podas
La poda del cerezo consiste, como otros frutales, en podas de formación y de producción. En el caso de la poda de formación, esta se debe hacer entre febrero y marzo, justo en el momento en nuestra planta comienza el crecimiento en primavera. El objetivo es dar al cerezo su estructura adecuada, por lo que es una poda fundamental durante los primeros años de vida del árbol.

Por otro lado, la poda de producción busca obtener una mayor producción de frutos. En este caso se recomienda realizarla a principios de otoño, y no será necesaria si tu objetivo no es la producción de cerezas para su comercialización. De todas formas, te recomendamos el artículo sobre la poda del olivo, en el que podrás profundizar sobre estas técnicas.
Enfermedades y plagas
La mayoría de las enfermedades del cerezo están provocadas por hongos, por lo que la mejor herramienta para evitarlas es unos buenos cuidados controlando el riego y el drenaje. Respecto a los insectos que pueden atacar a este árbol, el pulgón del cerezo es la plaga más habitual y de mayor impacto en la cereza, pudiendo disminuir la calidad y cantidad de los frutos.
Variedades de planta de cereza
Existen decenas de variedades diferentes de cerezo, aunque una buena clasificación de estas es con base en cuándo producen la cereza. Tenemos tener en cuenta que normalmente se considera a la variedad temprana Burlat como la época media de maduración de las cerezas.
Variedades de cerezos extra-tempranos
Se cosechan entre unos 15 y 2 días antes que la variedad Burlat:
- Cristobalina : Proviene de España, por lo que tiene el honor de ser una de las variedades con menos necesidades de frío que existe en el mundo. Además, es autofértil y madura unos 15 días antes que la variedad Burlat.
- Nimba : Se trata de una variedad de reciente introducción, madura unos 4 días antes que la variedad Burlat. Produce cerezas de color rojo oscuro muy atractivo y que tiene un gran potencial para su exportación, ya que tiene una extensa vida útil sin perder sus parecidas características organolépticas aún después de su cosecha.
- Sweet Early : Proviene de Italia y su maduración ocurre unos 3 días antes que la variedad Burlat. Se trata de un cruce entre las variedades Burlat y Sunburst y tiene una producción media-alta.
- Early Bigi : Esta variedad proviene de Francia y madura unos 2 días antes que la variedad Burlat. Además, tiene una producción media similar a Burlat.
- Early Lory : Al igual que en el caso anterior, se trata de una variedad de origen francés que madura 2 días antes que la variedad Burlat.
Variedades de cerezos tempranos
En este caso estamos hablando de la variedad Burlat como tal. Se trata de la variedad que comúnmente es la más cultivada en España, aunque es originaria de nuestro país vecino galo.
Es una variedad de cerezo que cuenta con un porte abierto, vigoroso crecimiento y que además de su valor agrícola, tiene un importante valor ornamental, tanto en su floración como durante la fructificación, que suele ocurrir durante la segunda quincena de mayo.
Variedades de cerezos de media estación
Se cosechan 12 y 19 días después de la Burlat.
Variedades de cerezos tardíos
Maduran entre 20 y 27 días después de la variedad Burlat.

Propiedades medicinales de la planta de cereza
¿El cerezo tiene propiedades medicinales? ¡Pues sí! El cerezo, o más bien, diferentes elementos que podemos obtener de él tienen varias propiedades medicinales que son beneficiosas para la salud. Aquí te dejo algunos ejemplos:
Propiedades depurativas y diuréticas
Los rabitos de sus frutos son ricos en flavonoides y taninos, de lo que se deriva su poder diurético. Por ello, las infusiones con estos rabitos pueden ser muy útiles a la hora de estimular la eliminación de la orina, pudiendo ayudar a tratar enfermedades como la obesidad o la insuficiencia renal.
Propiedades antirreumáticas
Nuevamente, los rabitos de las cerezas tienen un gran poder antirreumático, por lo que sus infusiones también son útiles para ayudar a tratar hemorroides, varices o, incluso, la presión ocular.
Propiedades calmantes de la menstruación
Las decocciones, en este caso de las flores de cerezo, son un remedio natural para el dolor menstrual.
¿Conocías todos estos beneficios y propiedades de la cereza? Además de destacar por ellas, el cerezo es un árbol precioso y muy fácil de cultivar. Solo piensa en cómo quedarán sus flores en tu jardín... ¿A qué esperas para hacerte con un ejemplar?