
Plantas
Variedades de rhipsalis cilíndricos
Decogarden, 22 de julio de 2021
En este consejo de jardinería de Decogarden hablamos del rhipsalis y sus distintas variedades. Además, te damos las pautas sobre cómo cuidarlos.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Los rhipsalis son cactus epífitas, es decir cactus que viven en las copas de los árboles. Estas plantas se caracterizan por su porte colgante. En este vídeo vamos a analizar estas plantas, en concreto las variedades de forma cilíndrica. Y es que, este tipo de plantas merece nuestra atención ya que es una planta muy agradecida y muy fácil de mantener.
Características de los rhipsalis:
Una de sus principales características es que son cactus epífitas que provienen de la selva húmeda de Centro América. Las plantas epifitas son plantas que no tocan la tierra, sino que viven adheridas a las copas de los árboles, igual que muchas orquídeas, bromelias...
Es un cactus, pero tiene las ventajas de los cactus y es que con los mínimos cuidados conseguimos plantas de gran tamaño. Y no tiene sus desventajas, porque no tienen pinchos. Solo algunas variedades, pero no es lo habitual.
La flor es prácticamente insignificante. Tras la floración aparecen las semillas que pueden ser de diferentes colores.
Al ser colgantes y crecer en los arboles muchas de las ramas generan pequeñas raíces. Ésta es una defensa de la planta, de tal manera que, en caso de que una rama se rompa, de ella pueda salir una nueva planta.
Variedades:
Hay muchos tipos de rhipsalis, nosotros nos estamos centrando en aquellos que tienen las hojas de sección cilíndrica.
Esos engrosamientos de las hojas, son reservas de agua. Dependiendo de las variedades podemos encontrar hojas más o menos finas, por ejemplo el rhipsalis cassutha cuenta con una gran ramificación pero cilindros muy finos.
El rhipsalis puniceodiscus de crecimiento en cascada en cambio, tiene pocas ramificaciones y un color verde oscuro en la parte superior y verde más claro en la parte inferior.
Cuidados:
Los riegos, muy esporádicos, puede secarse completamente la tierra y no pasarle nada. Si el sol incide directamente en el rhipsalis, el color verde intenso va a empezar a perderse y van a adquirir unas tonalidades amarillentas.
Cuando un rhipsalis alcance un tamaño excesivo y dé la sensación de que hay que trasplantarlo, realmente no hace falta, y es que este tipo de cactus necesita de muy poca cantidad de tierra porque no desarrollan mucha raíz.
Eso sí, en este tipo de plantas, a medida que van creciendo, ciertas ramas se van secando. Lo ideal en estos casos es eliminar esas ramas secas simplemente tirando ligeramente de ellas. De esta manera saneamos la mata.
Como veis, con un poco de paciencia se puede llegar a conseguir plantas colgantes realmente espectaculares.