Cómo reproducir calabazas en casa, guía completa para cultivarlas

¿Quieres aprender a reproducir calabazas en tu hogar y disfrutar de su delicioso sabor? En esta guía te mostraremos cómo seleccionar las mejores semillas, cuidar de tus plantas y cosechar tus frutos con éxito. ¡No te pierdas la oportunidad de cultivar tus propias calabazas y enriquecer tus recetas!
Cuando una calabaza o Cucurbita pepo comienza a marchitarse, ablandarse y perder su característico color, no hay razón para preocuparse ya que aún es posible reproducirla. Además de ser decorativas y deliciosas, estas plantas son muy fáciles de germinar y cuidar.
Si te apasiona la jardinería o deseas iniciarte en el cultivo de tus propias hortalizas, anímate a probar la reproducción de calabazas a partir de sus semillas.
Te explicamos cómo seleccionar las mejores semillas, los cuidados esenciales para su germinación y los pasos a seguir para lograr una cosecha exitosa.
Pasos clave para reproducir calabazas en tu hogar
1. Elección de semillas
Antes de comenzar con la reproducción, deberás seleccionar semillas adecuadas, es decir, de las variedades que prefieras y que sean de buena calidad. Puedes obtenerlas de una calabaza ya madura o comprarlas en tiendas especializadas.

Si decides cosecharlas de tus propias plantas, las encontrarás en la cavidad central del fruto. Escoge las semillas más gruesas y más grandes. Ten en cuenta que el poder germinativo de las semillas suele durar unos cinco años.
2. Época adecuada de siembra
Uno de los aspectos más importantes de su cultivo es conocer la época adecuada para la siembra. Según las hojas divulgadoras del Ministerio de Agricultura, la siembra de calabaza suele realizarse a principios de marzo, aunque puede retrasarse a abril o mayo si las temperaturas son frías.
3. Preparación del sustrato
Aunque puede crecer en diferentes tipos de suelo, prefiere aquellos que sean ricos en materia orgánica y que tengan un buen drenaje. Aunque demanda riegos abundantes, rechaza el encharcamiento por lo que el drenaje es imprescindible para evitar podredumbres.
El pH óptimo para el desarrollo de estos cultivos está comprendido entre 5,5 y 6,5.
4. Germinación de las semillas
Siémbralas en unos mini tiestos para, después, repicarlas a unos mayores. Añade por tiesto unas tres semillas, no más. Siembra las semillas en posición horizontal y cúbrelas ligeramente con tierra.

Además, coloca el semillero en un lugar cálido y bien iluminado, manteniendo una humedad adecuada en el sustrato sin llegar a encharcarlo.
Al cabo de un par de semanas comenzarán a germinar e, incluso, se podrán ver que las serán las futuras flores de donde saldrán las calabazas. Deberás seleccionar la semilla que germine más fuerte en el futuro.
5. Trasplante
Alrededor de 6 semanas después, los tallos de las plantas de calabaza habrán alcanzado suficiente tamaño para poder ser trasplantados. Puedes hacerlo a contenedor más grande o, si lo prefieres, directamente al suelo de la huerta.
La planta de la calabaza desarrolla una mata muy grande por lo que es imprescindible que su nueva ubicación disponga de espacio suficiente para crecer y que reciba, al menos, seis horas de sol directo al día.

Si optas por cultivar la planta en maceta o jardinera, deberás abonar el sustrato ya que demanda bastante nutrición y también deberás guiar la planta a medida que crezca.
Como planta trepadora que es cuenta con zarcillos, hojas modificadas en forma de espiral que le permiten trepar si encuentran un soporte vertical. Un ejemplo perfecto de su forma de crecer es el siguiente arco de jardín con calabazas. ¡Muy decorativo!
6. Polinización y fructificación
A medida que la planta de calabaza crece, desarrolla flores masculinas y femeninas, de una forma similar a las de los calabacines.
Las calabazas aparecerán detrás de la flor hembra, que se distingue porque detrás de sus pétalos se forma el embrión de la futura calabaza. Una vez que esta flor es polinizada, ese embrión se convertirá en una nueva calabaza.
Por otro lado, la flor macho es más sencilla: las partes de la flor constan de pétalos, un gran número de estambres (que producen el polen) y un peciolo más delgado.

La polinización es un proceso crucial para la reproducción de las calabazas ya que, sin ella, no se desarrollarán frutos.
Como has podido comprobar, reproducir calabazas en casa es un proceso sencillo que, además de ser muy interesante, te proporcionará unas hortalizas sabrosas para tus platos diarios.
Si no sabes muy bien cómo cocinarlas, te encantará este listado de recetas con calabazas. ¡Variado y delicioso!
Principales dudas sobre la reproducción de las calabazas
¿Cuándo y cómo se realiza la cosecha de calabazas?
¿Te has preguntado cuándo y cómo cosechar calabazas? En España, la recolección de calabazas suele llevarse a cabo entre los meses de septiembre, octubre y noviembre.
La forma correcta de cosecharlas es dejando siempre parte del peciolo, que es la parte que une la calabaza a la planta madre. Esto es imprescindible para permitir que la calabaza termine de madurarse y se conserve mejor.

Si cortas la calabaza directamente sin dejar ese tallito, es probable que se estropee en muy poco tiempo.
¿Cuántas calabazas salen de una planta?
Como sabes la planta de la calabaza es muy productiva por lo que, de una misma planta, puede llegar a producir hasta 10 calabazas. El número dependerá de la variedad y de las condiciones en las que esté siendo cultivada.
¿Necesito autopolinizar las calabazas?
No es necesario, pero sí recomendable si quieres asegurarte de que las flores sean polinizadas correctamente.
Aunque suele ocurrir de forma natural gracias a insectos como las abejas, puede suceder que, si no hay suficiente actividad de polinizadores, esta polinización no sea efectiva. En estos casos, podemos intervenir realizando una polinización manual.