El origen del gato: así se domesticó este increíble animal

origen del gato
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Si tienes curiosidad por conocer el origen del gato, sigue leyendo: vamos a contarte cómo ha sido la relación de este felino con el ser humano a lo largo de la historia.

Descubre el origen del gato y cómo se convirtió en el animal de compañía que es hoy

¿Alguna vez te has preguntado cuál es el origen del gato? ¿Cómo acabaron viviendo a nuestro lado los antepasados de ese precioso peludo que ahora duerme en tu sofá? La domesticación del gato, como la del perro, comenzó hace miles de años, aunque fue un proceso diferente y es bastante más desconocido.

Los gatos llevan mucho tiempo viviendo a nuestro lado, pero no tanto como los perros. De hecho, y como verás enseguida, en realidad no han cambiado demasiado desde sus orígenes silvestres. Nuestra propia forma de ver a los gatos, además, ha sido muy diferente dependiendo de la cultura, el período histórico y otros factores.

De todo esto vamos a hablarte en este artículo sobre el origen del gato, en el que descubrirás cómo ha sido el viaje de estos felinos tan especiales -que son, al mismo tiempo, cazadores implacables y compañeros cariñosos- a nuestro lado. Si quieres conocer mejor la historia de los gatos, sigue leyendo.

origen del gato 1
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¿Cuál es el origen del gato? ¿De dónde proceden estos animales?

El gato moderno (Felis silvestris catus o Felis domesticus), el que convive con nosotros en casas y ciudades, es una subespecie doméstica del gato montés euroasiático o gato salvaje (Felis silvestris). La relación entre gatos domésticos y gatos monteses es, por lo tanto, similar a la que existe entre perros y lobos.

Los gatos monteses, mamíferos carnívoros de carácter esquivo prefieren vivir en entornos silvestres alejados de los núcleos urbanos, son más grandes, fuertes y robustos que los gatos domésticos. Sin embargo, aún continúan siendo especies muy cercanas, hasta el punto de que pueden reproducirse y suelen tener descendencia híbrida con relativa frecuencia.

Como sucede con muchos otros animales, los gatos monteses no son todos iguales, sino que es posible distinguir hasta seis subespecies.

De todas las variantes de gato montés, se cree que la primera en ser domesticada y la antecesora directa de todos los gatos domésticos actuales es la Felis silvestris lybica, el gato salvaje africano o gato del desierto.

Los gatos salvajes africanos son un poco menos tímidos que otros gatos monteses y están, por lo tanto, más abiertos al contacto con los seres humanos. Esa diferencia de carácter fue lo que facilitó su posterior domesticación, como vamos a ver ahora.

origen del gato 2
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La historia del gato: así comenzó el proceso de domesticación

El origen del gato como animal doméstico comenzó hace entre 9.000 y 10.000 años en las tierras comprendidas entre Oriente Medio (en el llamado Creciente Fértil) y Egipto. De hecho, existen numerosos yacimientos funerarios de aquella época en los que se han encontrado figuras de piedra que representan gatos.

Con toda probabilidad, esos fueron los primeros gatos que se acercaron al ser humano, en pleno período Neolítico. Pero, ¿por qué lo hicieron?

Al igual que sucedió con los perros, fue una cuestión de interés mutuo. Tanto los gatos como los seres humanos se dieron cuenta de que vivir cerca era muy beneficioso para ambas especies.

Los gatos salvajes menos tímidos o más decididos se dieron cuenta de que cerca de los asentamientos humanos las presas eran mucho más numerosas y fáciles de capturar.

Y los humanos, por su parte, no tardaron en percatarse de que esos felinos eran unos cazadores formidables, por lo que tenerlos cerca era una forma excelente de mantener controlada la población de alimañas como las ratas y los ratones.

origen del gato 3
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Gatos y seres humanos: juntos, pero no revueltos

Sin embargo, que gatos y humanos se aproximaran no significa que vivieran realmente juntos. Es decir, no debemos pensar que los felinos de aquella época se relacionaban con las personas como ahora lo hacen los nuestros. En realidad eran mucho más independientes.

La clave para saber esto han sido los estudios que se han realizado sobre los hábitos alimenticios de aquellos gatos. Y las conclusiones de los expertos son claras: esos primeros felinos se alimentaban no solo de la comida que les daban los humanos, sino también de la que podían obtener por su cuenta.

Es decir, los gatos eran tolerados en los asentamientos humanos y seguramente muchas personas les darían alimento, pero en general podían mantenerse por sí mismos.

A diferencia de lo que sucedió con los perros, los gatos no fueron seleccionados, o no de forma intensiva, para cumplir con un determinado papel (guardia, pastoreo, etc.). Así pues, incluso aunque se mantuvieran cerca del ser humano, su carácter no cambió demasiado.

Eso explica por qué incluso los gatos domésticos actuales son tan parecidos a sus congéneres silvestres. En cambio, las diferencias entre perros y lobos son mucho más significativas, a todos los niveles.

origen del gato 4
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La expansión de los gatos por todo el mundo

Desde sus orígenes norteafricanos y mesopotámicos, los gatos no tardaron en expandirse por la cuenca del Mediterráneo y, a partir de ahí, por toda Eurasia.

Se calcula que los felinos domésticos llegaron al subcontinente indio y China en el año 500 a. C. Y su "conquista" de Europa se completó alrededor del año 100 a. C.

Dos fueron las principales vías de expansión de los felinos:

  • En primer lugar, los gatos de forma natural y espontánea seguían a los seres humanos en su propia expansión por el mundo. Cuanto más al norte llegaban los humanos, más lo hacían también las poblaciones de gatos.
  • En segundo lugar, los marineros de todos los pueblos conocían bien la habilidad de los gatos para la caza y solían embarcarlos para controlar a las ratas. Así, las rutas marítimas se convirtieron en una suerte de autopista natural para que los felinos llegasen a nuevos territorios.

Ya hemos visto que el origen del gato como animal doméstico está estrechamente relacionado con su utilidad para acabar con roedores y otros animales molestos para el ser humano. Sin embargo, ese papel lo compartió durante mucho tiempo con otros animales como las mangostas, los hurones, las garduñas e incluso algunas especies de serpientes.

¿Qué hizo, por lo tanto, que los gatos se convirtieran con el tiempo en animales domésticos tan populares? Es decir, ¿por qué hoy en día la mayor parte de las personas conviven con gatos y no con hurones, por ejemplo?

No hay una respuesta clara a estas preguntas. Pero sí podemos señalar que desde el principio los gatos fueron apreciados también por otras cualidades de las que quizás otros animales carecían.

Su belleza, su extraordinaria agilidad, sus agudos sentidos o su higiene son buenos ejemplos de esto que decimos. Incluso sin tener en cuenta su destreza para la caza, los gatos son animales muy especiales.

El aumento de las razas de gatos

A partir del siglo XIX, los gatos vivieron un proceso parecido al de los perros. La extensión y popularización de los concursos de belleza felinos llevó a un intensificación de la cría selectiva y, con ella, la aparición de muchas nuevas razas y el concepto de estándar.

Tanto es así, que la inmensa mayoría de las razas de gatos han nacido entre el año 1900 y la actualidad. A principios del siglo XX solo había 8; hoy en día, son más de 100.

origen del gato 5
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¿Cómo vemos a los gatos? De la superstición a la adoración

Para entender completamente el origen del gato y el papel que estos animales han jugado en muchas culturas humanas es interesante reflexionar acerca de cómo los hemos percibido a lo largo del tiempo.

Lo cierto es que nuestra visión de los gatos ha pasado por muchas etapas diferentes, y en muchos casos extremas. Dos buenos ejemplos de esto son el Antiguo Egipto y la Europa medieval.

En el primer caso, los gatos eran respetados y adorados, hasta el punto de que una de las deidades más importantes de la mitología egipcia, Bastet, era representada con cabeza de gata.

En el segundo caso, en cambio, a los gatos (y en particular los gatos de color negro) se los asociaba al ocultismo, la brujería y lo desconocido, debido a sus hábitos crepusculares y su naturaleza independiente y misteriosa. De hecho, cabe mencionar que aún quedan personas que se muestran muy supersticiosas respecto a los gatos negros en Halloween.

La egipcia no ha sido la única cultura que ha venerado a los felinos. En Asia, y especialmente en China y Japón, los gatos han sido siempre animales muy apreciados, vinculados a la buena suerte e incluso la comunicación con el más allá. En el gigante asiático los felinos fueron durante mucho tiempo una mascota exclusiva de las clases altas.

Volviendo a Europa, la imagen que las personas tenían de los gatos comenzó a cambiar durante la Peste Negra. En esos años se comprobó que allí donde escaseaban los gatos, abundaban los roedores... y con ellos llegaba la temida enfermedad.

Con el Renacimiento y el posterior Romanticismo, empezó a coger fuerza la visión del gato no solo como un animal útil, sino también como un compañero de familia. Durante los siglos XIX y XX esa idea, que es también la que compartimos hoy en día, se consolidó.

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